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'Lo que sé de esos libros'. El dolor y la alegría revolotean juntos para unir a dos hermanos en una torpe búsqueda

La estantería | Literatura infantil y juvenil

La historia parte del hecho real de la pérdida de libros dedicados por sus autores por parte de Cristóbal S. Blesa

Dos alumnos leen 'Lo que sé de esos libros'.

La historia parte del hecho real de la pérdida de libros por parte de Cristóbal S. Blesa. Libros dedicados por sus autores. Él llevaba muchos años coleccionándolos, unos 10 años, y estaban firmados por autores como Vargas Llosas, Soledad Puértolas o Ricardo Piglia. Los llevaba a su fundación Solidarios para el Desarrollo, que tiene como objetivo introducir la cultura en las cárceles. A la vez deseaba regalarle todos esos libros dedicados a su hija Cecilia cuando ella cumpliera la mayoría de edad, los 18 años. Pero esos libros se han perdido. El libro parte de esta realidad y juega con la ficción y la creatividad de Cristóbal Sánchez Blesa, convirtiéndose en esta maravillosa novela.

Un viaje, una búsqueda, pero ante todo una relación de dos hermanos mellizos, Chan y Manu, tan diferentes, pero a la vez tan iguales, eran complementarios. A veces se definían como un solo niño con dobles poderes. Son dos criaturas que han nacido para reírse y hacer reír. Sin embargo, eran definidos como el mellizo bueno y el mellizo malo. La muerte de su padre fue un fuerte golpe en la infancia: “Pasamos de saborear la dulzura de una infancia sencilla, a la amargura de convertirnos en niños sin padres”. Su padre pasa de ser un recuerdo para estar fuertemente introducido en sus corazones; sin embargo, los niños huérfanos maduran con más rapidez: “agudizan su relación con el mundo y son propensos a emanciparse pronto y salir adelante con fuerza”.

Chan tras terminar el instituto se fue a estudiar a Madrid. Manu dejo momentáneamente los estudios para trabajar, y fue cambiando de empresa de una fábrica de mármol, a otra de plástico o de embutidos. Chan lleva toda su vida guardando los libros que desea regalar a su hija en el décimo octavo cumpleaños. Manu con más de cuarenta años aprueba las oposiciones como profesor de Lengua y Literatura de ESO.

Los años y la distancia han separado a los hermanos, pero la necesidad de encontrar los libros los une.

Este viaje es una historia disparatada, llena de emociones, que no solo será de los personajes, sino que en ellos nos sumergiremos con facilidad y nos convertiremos en pasajeros de este bello viaje.

Entre los libros que van apareciendo tenemos El sueño de África, de Javier Reverte, que lo describe como relato apacible y sin pretensiones; la literatura de un trabajador manual, de un currante de las letras. De las páginas de este libro salta a su historia personal, al ferrocarril legendario, para embarcarnos en un viaje lleno de pasión y amor con el sonido de la vieja máquina del tren lunático, que aunque está lleno de desconchones y heridas de óxido, con ventanillas agrietadas y persianas caídas o inexistentes, continúa teniendo una belleza madura y algo enferma. Y es que en ese tren se concibió a Cecilia, en un camarote que un día fue de lujo. “Ese tren amedrentado por rugidos de leones devoradores de hombres fue tu primera cuna y reposo”.

Toda la creación literaria está marcada por la orfandad, el autor también perdió a su padre en la infancia al igual que los mellizos.

Acompañan a Chan y Manu personajes secundarios construidos con gran delicadeza que se convierten en protagonistas en muchos momentos: Su madre, Nieves, costurera, pero la viudez le obliga a buscar otras fuentes económicas. En un primer momento contemplamos a una mujer poco habladora, sin fuerzas ni tiempo, pero pronto vamos disfrutando de una mujer fuerte, luchadora y con una gran dote de comunicación. Los lectores disfrutamos con el desarrollo económico y personal. Se convierte en una gran vendedora: “Primero fueron los hermosos artículos de higiene y belleza de Avón”; “Los tápers”, las casas sin neveras, pero Nieves le muestra lo práctico que pueden ser estos recipientes, o las baterías de cocina de acero inoxidable. La dificultad de la vida se llena de chispas humorísticas con las descripciones del autor. “El maletero del cochecito parecía el bolso de Mary Poppins”. La abuela sin pensión, sin dinero, pero ejerciendo de abuela protectora. La tía Ana, profesora de Religión, que era dulce, pacífica, pero era capaz de ser una persona irascible e incluso desagradable. Era una gran vendedora del Círculo de Lectores. Las tres crearon una fuerte muralla social y afectiva para cuidar a los mellizos. Los presos, sobre todo el ciego. Los miembros de la empresa de paquetería. Sin embargo, mis favoritos son los jueces.

Lo que sé de esos libros es un canto a la belleza de la literatura, es una ayuda para animar al crecimiento de los más pequeños “arropados con la lectura”. Todo es literatura y por supuesto, todo lo bueno está en los libros. Cualquier sitio es apropiado para apoyar la lectura, para crear un Club de lectura, como es la cárcel. Y de la escritura a la lectura, recordando que el nivel se crea. Me encanta este mensaje: “He leído todo García Lorca, a What Whitman, a Góngora. Lo mío ya lo escribo sabiendo que es una mierda. También juego al fútbol y no soy Messi”

También es un paseo por la Historia de la España de la Transición, por la sociedad, los juegos infantiles, la escuela de la EGB, donde no existía diferencia entre el hijo del chatarrero con el del hijo del médico, donde todo se resolvía a pedradas o puñetazos, donde se perseguían a los gatos, las peleas de gallos.

Son muchos los libros y los autores a los que se hace referencia a lo largo de esta aventura: Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez, Hans Küng, Thomas Merton, José Luis Martín Vigil, Leon Uris, Federick Forsyth, Morris West, Larry Collins, Stephen King, Edmundo de Amicis, Savater

Nos encontramos con citas de grandes autores: “Escribir es una forma de hablar sin ser interrumpido” de Jules Renard; “Cultiva tus pensamientos, podrían florecer en ellos los sueños” de Josiane Coeijmans; o “El futuro puede revelarse más hermoso que el pasado” de George Sand.

Entre líneas también saboreamos un respeto por la naturaleza, por todos los seres vivos, aversión a las jaulas, una educación en libertad. El arranque de los tocones lo compara con los cráteres de un bombardeo. Por cierto, el libro El Secreto de la felicidad de Andrés C. Martín existe y ya lo he localizado en una librería de segunda mano.

Su lectura estimulará todos nuestros sentidos, como ejemplos: Los olores: “La atmósfera se impregnaba de una nube de aroma a higos recién bajados de la rama, envueltos en sus propias hojas y protegidos por la malla maternal de una cesta de esparto.” Sus descripciones tienen una gran maestría “El sudor infantil apenas contaminado, el olor del tomillo y del romero, la peste de la ruda o el aroma del esparto, que no olía, si no habías entrenado la nariz”. Los sonidos: Escuchamos los 40 Principales con Leño, Bon Jovi, AC/DC, Serrat, Mari Trini, Héroes del Silencio, Eagles, etc. No es una falta de criterio: “La naturaleza lo pone todo junto y funciona” Su lectura es acompañada con una gran banda sonora no solo de canciones; disfrutamos de “ruidos familiares”, de la naturaleza, el aleteo de una mosca puede tener un gran significado …

Lo que sé de esos libros. Texto de Cristóbal Sánchez Blesa. Tapas blandas, con 628 páginas, tamaño 13,5 x 21 cm. Formado por dos grandes bloques, el primero “Un viaje, un reencuentro, mujeres, pájaros, niños, un padre que murió, etc.” con 66 capítulos y 332 páginas; y la segunda parte “Una búsqueda, dos investigaciones, sospechosos, pocas conclusiones, una solución, etc.” con 57 capítulos y 288 páginas. También nos presenta la lista con los aproximadamente 60 autores y los 87 libros. Es una gran aventura con mucho humor, aunque de vez en cuando nos tira un pellizquito lleno de nostalgia, con crítica y autocrítica social, en el que viviremos todas las emociones, nos animará a alimentar las relaciones familiares que tenemos abandonadas por el tiempo y el espacio, y todo ello con mucho respeto y empatía. Tiempo de lectura 15 horas y 45 minutos.

Los pequeños lectores recomiendan

Manuela Heredia Díaz, alumna de 2º de Bachillerato: "Lo que sé de esos libros me ha hecho pensar mucho, sobre todo en las relaciones familiares, con mi hermano, pero también me he reído mucho. Me encanta toda la aventura en el coche, la mosca es estupenda, los caramelos con las frases ha sido una idea genial y el autoestopista un personaje increíble, su cara lo decía todo. Es un libro ideal para Filosofía de Bachillerato. “

Actividades con su lectura

Como siempre las realizamos en tres momentos.

• Antes de empezar a leer, nos centramos en la portada: ¿Qué te parece el título? ¿A qué libro se puede referir? Nombramos libros que han sido importante en nuestra vida. En la portada tenemos una hermosa mosca ¿por qué piensas que está en la portada? ¿Puede ser un personaje?

• Durante la lectura: Chan y Manu nos relatan la gran patria de la infancia, como eran los niños y los jóvenes de hace unos 40 años, ¿qué diferencia tienen con los niños y jóvenes de ahora? Juegos, relaciones familiares, escuela, trabajo, responsabilidades…

• Finalizado el libro: Realizamos nuestra colección ideal de libro, pequeña, unos diez ejemplares, pero a la vez nos convertimos en el autor de esos libros y realizamos la dedicatoria.

Autoría

Cristóbal Sánchez Blesa. Puerto Lumbreras, Murcia. Periodista que dedica su vida a la gestión cultural y social. Es el actual presidente de Solidarios para el Desarrollo. Ha trabajado en centros como La Casa Encendida y hoy dirige la Fundación Paco de Lucía. Mantiene una actividad intensa de voluntariado cultural en centros penitenciarios. Lo que sé de esos libros es su segundo libro y su primera novela.

Su primer libro es Voluntarios en prisión, subtitulado Ciudadanía en la sombra, editado en la colección Sin Fronteras de la editorial PPC. Es un magnífico ensayo para introducirnos en la realidad de las prisiones españolas. “No es posible elaborar una teoría coherente de víctimas y verdugos sin tener en cuenta a los miles de damnificados que la ferocidad social produce en forma de excluidos”. Es un debate complejo, pero inevitable, que no excluye de responsabilidad sobre sus actos a ningún interno ni sobre la posibilidad de regenerar su futuro”. Es un texto muy valiente en estos momentos de retrocesos en los planteamientos sociales y culturales que estamos viviendo. Recordamos que el Artículo 25.2, de nuestra Constitución establece que las penas privativas de libertad deben orientarse a la reeducación y reinserción social, prohíbe los trabajos forzados y garantiza derechos fundamentales a los condenados, como el trabajo remunerado, beneficios de la Seguridad Social, acceso a la cultura y desarrollo integral de su personalidad.

Entrevista a Cristóbal Sánchez Blesa del Club de lectura

En el Club de lectura participan alumnos desde 4º de Primaria hasta jóvenes que ya están en la Universidad, pero continúan colaborando. Nuestro objetivo es compartir el placer por la lectura. Desde la lectura del texto pasamos al debate, a la expresión oral donde contamos nuestra vivencia con un libro en concreto, qué emociones hemos vivido y cuál ha sido nuestro aprendizaje, porque todos los libros nos enseñan algo. Y un tercer momento para realizar actividades escritas. Todos los que leemos en determinado momento deseamos escribir.

El tronco principal del grupo es el alumnado de Secundaria; sin embargo, tu libro nos ha llegado desde arriba, es decir desde 2º de bachillerato. Por desgracia son los que menos leen porque tienen miedo de perder el tiempo en lecturas ya que se juegan mucho en este curso. Estas son las preguntas que han realizado los chavales mayores:

Respuesta.¿Por qué escribes? ¿Responde a una necesidad, a un placer, a un deseo profesional?

R.Escribo para conocerme mejor. Como cuando tomas apuntes, y retienes mejor la materia que sólo leyéndola. Escribir te hace verte desde dentro. Cuando te conoces mejor a ti mismo, empiezas a conocer a los demás, y viene la compasión, y la simpatía, y la generosidad, y tantas cosas buenas.

R.Por otro lado, escribir algo con una cierta ambición literaria pone a prueba tu esfuerzo, requiere disciplina, cuidado y atención. Es algo que no puedes hacer “chapuceramente”, necesita un rigor. Se disfruta mucho escribiendo, como cuando haces deporte intenso, produce un placentero “gustidolor”.

Pregunta.¿Cómo te enfrentas al folio en blanco?

R.El folio en blanco es un criminal, te tortura, te retuerce cuando no sabes cómo empezar. He tardado muchos años en publicar porque nunca me ha gustado nada mío, siempre se cruzaba malamente el folio en blanco y su maldad. Mi consejo: fijaos en lo que pasa a vuestro alrededor, siempre hay un cuento o una novela ocurriendo a vuestro lado. No tiene que ser nada épico, cualquier hecho humano es un buen argumento.

P.¿Qué tipo de escritor eres? ¿Cuál es tu método?

R.Soy un escritor novato, sin oficio, todavía encontrando cosas tan básicas como un método de trabajo y unas rutinas. Soy un lector que ha pasado al otro lado del espejo, y hago lo que puedo. Mi novela está escrita con el corazón, aunque con una tensión literaria, he puesto toda la atención en que tenga una estructura novelesca, y una originalidad que la haga sólo mía. No sé si lo he conseguido, el lector valorará.

P.El marco histórico y geográfico que nos describes es totalmente real, y tus personajes ¿son robados de la realidad? ¿o los creas de la nada?

R.La parte real de la novela está descrita en el prólogo. Hay una historia real, hay personajes reales, hay paisajes y hechos reales. Pero todo está tergiversado por una capa de ficción muy densa. Es muy real el conjunto, quien lo lea va a conocerme bien, pero capítulo a capítulo es una mentira tras otra. Ficción.

P.Tienes dos libros publicados y en los dos la cárcel, los reclusos, están dentro de su marco histórico, ¿Cuál es la razón?

R.El primero, “Voluntarios en prisión. Ciudadanía en la sombra (PPC Ed.) es un manual para guiar el trabajo del voluntariado en las cárceles. Porque yo mismo soy voluntario desde hace muchos años, con una ONG que se llama Solidarios, voluntario cultural. En “Lo que sé de esos libros” la cárcel es un tapiz de fondo, no es protagonista, pero quería hablar de ella, por mis hijos.

R.La cárcel es un buen lugar para conocer la sociedad que la rodea. Allí dentro hay personas, equivocadas, confundidas, lo que quieras, pero personas. Quería hablar de esa estrecha relación que tengo con un medio tan singular, pero sin convertirla en sujeto protagonista de la narración.

P.Nuestra Constitución plantea: en el artículo 25.2 ”que, además de la custodia y la retención de los reclusos, la cárcel debe facilitar su rehabilitación para que puedan integrarse nuevamente en la sociedad” ¿Es un mensaje de un libro de fantasía o es una realidad?

R.Tan realidad como que lo dice la Constitución Española, y una Ley Orgánica tan importante como la General Penitenciaria, la primera ley de nuestra democracia. Hablan de la cárcel en términos parecidos el Evangelio, el Corán, los Derechos Humanos, y hasta Don Quijote. La cárcel es tan real como que hay más de cincuenta mil presos en España, personas de carne y hueso, con hijas y madres, sujetos de derechos. Aunque quieras evitarlos, ahí están, hay que hacer algo con ellos. Esa cárcel educativa, exigente y dura, pero humana, es la que creo que necesita una sociedad democrática como la nuestra.

P.¿Estás trabajando en una nueva obra?

R.Sí, me está costando, pero tengo alguna idea en la cabeza. El problema viene más bien de que tengo muchas ideas, pero poco tiempo y poco método. Estoy trabajando, más bien, en esto último, en encontrar un tipo de rutina que me sirva. Y en saber seleccionar la historia con la que convivir durante uno o dos años.

P.Como lector, ¿Cuáles son tus autores favoritos?

R.Cervantes, por encima de todos. De su Quijote se dijo que no era la obra perfecta, pero sí la más humana. Eso me gusta de él, que sacrifica la perfección por la humanidad. Hay que leerse el Quijote, sufrir durante las diez primeras páginas, dejar pasar palabras que no entiendes para comprender el contexto. Pero cuando le pilles el tranquillo, ningún libro te va a divertir más, ni te va a emocionar más. O leer la traducción de Andrés Trapiello. Hay que leer, a riesgo de equivocarse, porque no hay libro, por malo que sea, que no tenga algo bueno, eso decía Cervantes.

P.¿Qué libros recomendarías al Club de la Lectura?

R.Qué difícil, pensando en lectores jóvenes: Matar un ruiseñor, imprescindible, El Señor de las Moscas, El Principito, el Diario de Ana Frank, Frankenstein, Platero y yo, cualquiera de Julio Verne o de Tolkien. Libros que emocionen, con historias inteligentes, estos que nombro son verdaderos “guardianes de la galaxia” capaces de hacerle frente a cualquier pantalla.

P.¿Qué le dirías a los jóvenes que desean leer más, pero la presión social y sobre todo educativa, no les deja tiempo?

R.Si un joven es ambicioso respecto a sí mismo, querrá leer en algún momento buena literatura. Que no pierdan el tiempo, les diría, cuanto antes empiecen, mejor. Que busquen sus propios trucos para regatearle tiempo a la frivolidad. ¿Quieren ser mujeres y hombres con personalidad? Leer es un buen camino, complementario con cualquier otro. No es necesario ser profesional de la lectura, no hace falta leer compulsivamente, pero siempre hay que tener un libro a medias en algún sitio de la casa.

P.Puedes ampliar lo que desees.

R.Experiencias como la de este Club de Lectura, me emocionan. Me pongo a vuestra disposición si para algo me necesitáis. Acabo con una frase de uno de mis personajes: “Todo lo bueno está en los libros, Óscar”. Sed felices.

Muchas gracias por contestar a nuestras preguntas.

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