La ONU destaca al estrecho de Gibraltar y Canarias como rutas clave del tráfico de cocaína desde el Sahel

El Estrecho de Gibraltar y Canarias son las principales rutas marítimas de la cocaína que llega a Europa desde los países del África Occidental, estaciones de paso de sustancia producida en América antes de ser facturada al Viejo Continente. Esta es la principal conclusión del informe mundial sobre drogas elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en el que se destaca que la producción estimada de cocaína superó las 3.708 toneladas en 2023 -último año analizado a escala global-, lo que supuso un 34% más que en 2022. Dicho aumento se debe, principalmente, a la ampliación de la superficie cultivada con arbusto de coca en Colombia.

La droga llega a Europa principalmente siguiendo una ruta marítima directa desde América e, indirectamente, desde el África Occidental y Central. El informe, publicado a finales del pasado junio, adjunta distintos mapas infográficos como el que indica las principales rutas terrestres y marítimas de la cocaína, destacando la relación de los países en el entorno del Sahel y el norte de África y su paso por el Estrecho de Gibraltar y las Islas Canarias hacia Europa.

La infografía también detalla las incautaciones en kilogramos, donde resalta la aprehensión de la sustancia en el golfo de Guinea, Cabo Verde, Islas Canarias y, de forma disgregada, el norte de Marruecos y Argelia, antes de pasar a España e Italia.

En 2023, las incautaciones de cocaína reportadas en Europa Occidental y Central superaron por quinto año consecutivo a las registradas en América del Norte. "Los flujos de cocaína hacia Europa han aumentado drásticamente en los últimos años, lo que se refleja tanto en el incremento de las incautaciones como en el aumento del consumo, según el análisis de aguas residuales en ciudades europeas", indica el informe.

Los datos relativos a los principales países de salida o tránsito de los cargamentos de cocaína (según se describe en las incautaciones notificadas, 2020-2023) responden a estas rutas, sobresaliendo los países productores y los estados contiguos: Nigeria, en el entorno del Sahel, y España y Países Bajos, en Europa Occidental.

Aumento de la violencia

El estudio concluye que, en menor medida, como efecto de este aumento de la cocaína, también ha sido visible un incremento de la violencia entre los grupos que operan en Europa Occidental y Central, especialmente en los puntos importantes de entrada para los cargamentos de cocaína a Europa.

Este fenómeno encaja en los análisis y conclusiones de Rosa Ana Morán, fiscal jefa de la Fiscalía especial Antidroga de España, que explica que la cocaína que llega a Europa está experimentando algunos cambios en su itinerario. Mientras que antes llegaba a grandes puertos como el Róterdam o Amberes, o en el caso de España, Algeciras, Barcelona y Valencia, ahora, debido a la mejora de seguridad de estos puertos, han optado por otros con menor seguridad, escáneres y controles, como pueden ser los de Málaga y Bilbao, puertos que citó en una entrevista concedida a Agenda Pública.

La fiscal también subraya en una entrevista concedida a Efe el cambio en patrones de tráfico de drogas; mientras que antes por el sur peninsular lo que abundaba era el hachís, ahora el narcotráfico ha optado por un negocio más lucrativo, la cocaína. Es decir, “la misma ruta de Marruecos se está utilizando también para la cocaína”, indica la responsable del ministerio público. Morán también apunta que cada vez se ven más narcosubmarinos en nuestro territorio.

La fiscal jefa considera que una alianza público-privada entre puertos europeos, la lucha contra la corrupción en los puertos, la penalización del petaqueo (la acción de suministrar gasolina a narcolanchas) y una mejor concienciación de la sociedad contra la droga son los puntos clave para atajar la compleja situación.

Para la fiscal el “punto negro” del narcotráfico de España está en las costas andaluzas, especialmente en la Costa del Sol, aunque recuerda que no ha visto nada parecido a las escenas ocurridas en Barbate, donde fallecieron dos Guardias Civiles. Morán considera, como el estudio presentado por la ONU, que el narcotráfico actual es mucho más violento que el de hace 35 años, con una alta presencia de delicuencia extranjera organizada de los Balcanes, "pero fundamentalmente albaneses y también mexicanos y colombianos".

Producción de cannabis y efectos medioambientales

La ONU incluye en su informe un apartado novedoso al considerar los efectos nocivos para el medioambiente de la producción y tráfico de drogas. En ese sentido, subraya los problemas derivados de la producción de cannabis, que es otra droga con gran presencia en España, país que figura junto a Bulgaria como únicos de la Unión Europea con incautaciones de cultivo, tanto en interior como exterior.

Los expertos han señalado que el cultivo al aire libre reduce significativamente la huella de carbono de la producción de cannabis "pero su impacto ambiental puede ser considerable en otras áreas, como el cambio de uso del suelo, la deforestación, el uso excesivo de fertilizantes, el desvío de agua de arroyos y manantiales, y la pérdida de biodiversidad".

Respecto al cannabis, la fiscal lamenta que España tenga “el triste récord de ser el primer país productor de marihuana en Europa”, alertando a su vez de que los niveles de THC (Tetra HidroCannabinol, el principal componente psicoactivo de la planta de cannabis) han subido porcentualmente en el hachís y la marihuana desde hace tres décadas. Según Morán, cualquier propuesta de legalización nace frustrada en este contexto, puesto que los consumidores recurren al mercado ilegal buscando más THC.

“Las Naciones Unidas alerta contra estas políticas de legalización, diciendo que no han producido buenos efectos. En Alemania, yo, lo que hablo con los compañeros, con fiscales alemanes, es que es posible que vuelvan atrás, que no ha sido un acierto la política de la permisividad con el uso recreativo y la tenencia de determinado número de plantas en casa”, ha detallado.