Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
Instituto de Estudios Campogibraltareños
Fritz Hummel fue el jefe, entre finales de 1941 y febrero de 1944, de la Sección II de la KO Spanien, dedicada a realizar operaciones de sabotaje. Las acciones bajo su mando contra la fortaleza británica de Gibraltar comienzan a principios de 1942. Al finalizar la guerra mundial y desde abril de 1945 permaneció huido hasta que fue detenido por tropas norteamericanas. Según un informe de la Inteligencia Militar de los Estados Unidos, redactado en abril de 1947, entre los años 1942 y 1944 seis barcos y varios depósitos de combustible y munición fueron atacados por los saboteadores a las órdenes de Hummel. Tras la rendición italiana a finales de 1943, la Sección II torpedeó y hundió varios buques de esa nacionalidad anclados en los puertos de Huelva, Cádiz, Cartagena, Barcelona y Vigo para evitar que cayeran en manos de los aliados. En el verano de ese mismo año, los alemanes enterraron material de sabotaje en distintas zonas del sudeste de España que debía ser empleado en la retaguardia aliada en caso de que se produjera un desembarco en la Península Ibérica.
Nacido en 1910, este antiguo comisario de policía, tras participar en la campaña polaca, recibió en el otoño de 1941 formación en la escuela de sabotaje que el Abwehr había instalado cerca de Brandenburgo. Tras su llegada a España, tomó como su segundo al mando a Fritz V. Blaum, nacido en 1905, descrito por la DSO como de complexión normal, pelo negro y ojos grises. Blaum llegó a España en octubre de 1940 y fue expulsado del país el 30 de noviembre de 1944. Una vez acabada la guerra, fue capturado por los estadounidenses en agosto de 1945.
La autorización para realizar actos de sabotaje en Gibraltar llegó en el otoño de 1940. El primer cargamento con material explosivo e incendiario fue introducido en el Peñón a comienzos de 1941. El objetivo era atacar depósitos de combustible, aviones y la pista de aterrizaje. El primer intento fracasó porque los temporizadores suministrados por Berlín resultaron tener un retraso de 24 días cuando se suponía que debían hacer detonar los explosivos a las 24 horas de su colocación. La mayoría de las bombas fueron descubiertas por los británicos y neutralizadas. En junio, una mina de 25 kilos fue escondida en una caseta en Puente Mayorga, con la intención de atacar un barco anclado en las proximidades. Este plan también fracasó, ya que la mina fue descubierta por agentes del SIS.
El organizador de todas estas tentativas fue Juan José Domínguez, nombre en clave DO. Domínguez, de acuerdo con su hoja de servicios, que se guarda en el Archivo General Militar de Ávila, había participado en Sevilla, al igual que Sánchez-Plaza, en la fallida sublevación de Sanjurjo. Tras conocer a Narciso Perales se afilió a la Falange, combatió en la Guerra Civil y alcanzó el grado de alférez. Finalizada la contienda se convirtió en Inspector Nacional de Deportes del SEU, cargo que le permitía moverse libremente por toda España. Emilio Plazas, lugarteniente de Burma, también comenzó a actuar a finales de 1941, pero también fracasó en su primera misión.
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Según Hummel, Domínguez habría participado en el intento de sabotaje contra el buque cisterna Blossom, utilizando 5 kilos de explosivo plástico de manufactura británica con su correspondiente detonador, que estaban escondidos en una caja de huevos que viajaba en un transbordador anclado en Algeciras. La caja fue descubierta por agentes de aduanas españolas que la hicieron explosionar en el muelle. Según Blaum, Alfonso Olmo, a las órdenes de Plazas, intentó destruir dos cazas en enero de 1942. Ramón Correa y Manolo Tapia, también miembros del grupo de Plazas, lograron en febrero colocar una mina británica con un detonador accionado mediante ácido corrosivo en la bomba de agua de una patrullera. El barco resultó hundido y además un barco ubicado en las inmediaciones también sufrió daños. Hummel, sin embargo, atribuyó esta operación a Juan José Domínguez, que habría utilizado trabajadores españoles empleados en los astilleros, la mayoría de ellos residentes en La Línea, para introducir el material explosivo en el barco. En marzo del mismo año, tres patrulleras británicas abarloadas en el puerto de Gibraltar fueron atacadas gracias a la colaboración, una vez más, de un obrero de La Línea. Dos de ellas fueron gravemente dañadas y la tercera se fue a pique. Según los servicios secretos británicos, un agente español, de nombre en clave “La Plaza”, seguramente Emilio Plazas, se había encargado de comprar la colaboración del autor material del ataque pagando una elevada suma de dinero. Se utilizó una carga de profundidad activada mediante un temporizador.
A finales de 1942, Berlín autorizó un incremento de las acciones contra Gibraltar. Sin embargo, Domínguez había sido ejecutado en Bilbao el 1 de septiembre de 1942, como consecuencia de su participación en los conocidos como “Sucesos de Begoña”, y el grupo de saboteadores había perdido a uno de sus miembros más activos. En octubre de 1942 Plazas consiguió introducir un detonador que fue empleado para volar un depósito de municiones ubicado en la fortaleza. El aeropuerto también fue blanco de las acciones de los saboteadores y en enero de 1943 un pequeño depósito de combustible ardió como consecuencia de la colocación de una carga incendiaria. Según Blaum, un agente llamado Galves consiguió hundir un barco caza-submarinos utilizando una mina magnética de fabricación británica y a principios de 1943 Carlos Calvo voló una posición antiaérea utilizando explosivo plástico, también de fabricación inglesa. De acuerdo con el número dos de la Sección II de la KO Spanien, la operación de Martín Muñoz fue dirigida por Paciano González, también un hombre de Calvo.
Otro de los miembros destacados de la Sección II fue Hans Walter Ritter, cuya presencia en España está acreditada desde noviembre de 1941. Tras ser arrestado por las autoridades españolas al intentar volar el barco italiano Lavoro, fue expulsado de España en diciembre de 1943. Un informe elaborado por la DSO en enero de 1944 le consideraba el encargado de coordinar los contactos con los oficiales del ejército español implicados en las acciones de sabotaje en Gibraltar.
La DSO tenía localizado a un grupo de oficiales, todos ellos destinados en las guarniciones del Campo de Gibraltar y de orientación ideológica falangista, que se organizaban en torno a Narciso Perales, vieja guardia, Palma de Plata y teniente médico del Ejército destinado en el cuartel Diego Salinas de San Roque. Este grupo habría captado a Luis López Cordón-Cuenca, ofreciéndole una importante cantidad de dinero, aunque este último extremo no está confirmado. El 29 de septiembre de 1943 Lord Rothschild solicitó a la DSO información acerca de los contactos entre Ritter y Perales. En el informe enviado como respuesta ese mismo mes se indicaba lo siguiente: "... Doctor Perales. Se cree que fue Gobernador Civil de León pero que fue cesado por su comportamiento poco edificante. Es un falangista furibundo. Él es el jefe de la organización en Madrid y todas las bombas que llegan al Campo se las entregan a él. Ritter y Strauss son casi siempre los mensajeros. Nunca duermen en San Roque y solo están allí el tiempo necesario para entregar las bombas, discutir la situación, dar órdenes…".
Según Blaum, en el verano de 1943 un grupo de oficiales del Ejército español dirigido por Perales elaboró un ambicioso plan para volar el principal depósito de municiones de Gibraltar. Su objetivo era colocar un potente explosivo en el túnel conocido como Ragged Staff. Todo se vino abajo cuando varios informantes pusieron al corriente a las autoridades británicas. En opinión de Blaum, ninguno de los implicados, incluido Perales, recibió nunca cantidad alguna de los Servicios Secretos alemanes, que se habrían limitado a proporcionar asesoramiento técnico limitado, a suministrar las denominadas cargas S británicas y a prestar ayuda financiera. La colaboración para realizar ataques contra el Peñón terminó cuando en el otoño de 1943 llegó la orden de Berlín de suspender las operaciones contra Gibraltar.
Sin embargo, no se suspendieron los contactos entre españoles y alemanes. Según un informe redactado el 12 de enero de 1946 por la Inteligencia Militar de los Estados Unidos, a finales de 1943 y tras la reorganización de la KO Spanien, la Sección II comenzó a entrenar a 15 españoles para la realización de actividades de sabotaje. Sin embargo, a inicios de 1944 llegaba la orden de Berlín de interrumpir todas las operaciones y el plan fue abandonado. Entonces KO Spanien puso en marcha un proyecto de colaboración con la Falange Auténtica organizada en torno a Narciso Perales, al que se definía en un informe como uno de los más antiguos falangistas y un idealista sincero. En julio de 1944 un plan fue enviado a Berlín para contar con la colaboración de Perales y su grupo en el caso de que Franco rompiera relaciones diplomáticas con Alemania o la Península fuera invadida por los Aliados. El proyecto apenas había avanzado cuando Blaum abandonó España.
La DSO seguía los pasos del grupo de Perales, ya que elaboraba informes periódicos sobre todos sus movimientos, dedicando una atención especial a Pedro Ramos Podadera, uno de sus integrantes más destacados. Se le consideraba un agente enemigo activo en Gibraltar y sus alrededores entre septiembre de 1939 y mayo de 1945. Una nota del 4 de julio de 1943 de la DSO Gibraltar afirmaba que Narciso Perales, Blas Castro, Pedro Ramos, Justo Grande, Román Jover y Augusto Alcaide formaban un grupo de afiliados a Falange y de militares con base en San Roque que estaba intentando introducir material de sabotaje alemán. Luis López Cordón-Cuenca, Eduardo Onetto y Manuel Serena Botana también eran miembros del grupo coordinado por Blas Castro y se les consideraba potenciales saboteadores.
Desde abril de 1943 un informador de nacionalidad gibraltareña, A, estaba pasando información a la DSO sobre las actividades de un grupo de oficiales coordinados por Blas Castro que querían convencerle para que realizara operaciones de sabotaje. El militar español estaba destinado en la aduana de La Línea y contaba con la colaboración de los siguientes oficiales: Justo Grande Durán, teniente destinado en La Línea, Ramón Jover, teniente, también destinado en La Línea, y Pedro Ramos, sub-teniente, destinado en San Roque. Habrían reclutado ya a otro súbdito británico, B, y estaban intentando persuadirle para que colocara una bomba en Gibraltar. Durante el mes de mayo Castro y Ramos, junto con Cordón-Cuenca, habrían sido los responsables de una red dedicada a introducir material de sabotaje en Gibraltar, que una vez en La Roca se ocultaba en la tienda de la Empire Fruit Company. Los oficiales del Ejército Español habrían ofrecido sumas considerables de dinero a súbditos españoles a cambio de la introducción del citado material. El grupo, según la Inteligencia Británica, recibía órdenes directas de Hans Richter y de Herbert Strauss, otro agente de la KO Spanien, cuyos nombres en clave eran Pal y Scab, respectivamente. Los alemanes habrían contado con el apoyo de un grupo de jóvenes falangistas en el asunto Cordón-Cuenca: Pedro Ruíz, teniente, Roberto Bernabé Ibáñez, Ramón Jover, huido a Madrid, Augusto Alcaide y Pedro Ramos Podadera. Los ingleses afirmaban desconocer si tras la detención de Cordón-Cuenca las autoridades españolas habían tomado alguna medida contra los cómplices del saboteador linense.
El 30 de junio de 1944 un informe de la DSO recoge que un informador afirma que con fecha 12 de diciembre de 1943 Perales había sido sustituido como jefe de la Falange en San Roque por el capitán Eusebio Rodríguez Patón. Este cambio seguramente fuera motivado por la desaparición de Perales del distrito. Rodríguez contaba con la colaboración de los alféreces Aranz y Alonso y con la ayuda de Ramos Podadera, que por esas fechas ya había sido ascendido a teniente.
Al comprobar que no se tomaban medidas contra el grupo de Perales y que este mantenía su intención de atacar Gibraltar, el 12 de julio de 1944 Lord Rothschild comunicó por carta a Kirby Green, Deputy Defence Security Officer en Gibraltar, que tenía luz verde para su proyecto de tender una trampa a Ramos Podadera.
Artículo publicado en el número 46 de Almoraima, revista de estudios campogibraltareños. Octubre de 2016
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