La jornada electoral de ayer tuvo dos ganadores en el Campo de Gibraltar. Uno, el oficial, el Partido Socialista, que volvió a ganar las elecciones generales en la comarca. El otro, Vox, que no solo confirmó las encuestas que le auguraban un fuerte ascenso sino que se situó en el segundo puesto de la comarca y dio la sorpresa en Algeciras, donde quedó el primero. Los de Abascal aprovecharon la debacle de Ciudadanos y la insuficiente remontada popular para convertirse en la referencia de la derecha en el Campo de Gibraltar. Para el PP hay una nota positiva: José Ignacio Landaluce logró recuperar su escaño en el Senado, que le había arrebatado Ciudadanos en abril.

El ascenso de Vox ha superado las expectativas y ha estado a punto incluso de suponer un sorpasso al PP en Andalucía. Vox dio la primera campanada electoral en las andaluzas, cuando se situó en el cuarto puesto en la comarca pasando del 0,34% al 15,79% de apoyos. En las generales de abril adelantó incluso al PP como partido más votado, quedando en tercer lugar con un 16,77% de las papeletas. Anoche confirmaba esa progresión al conseguir un 25,93% de los votos, 30.517 papeletas en el Campo de Gibraltar que suponen una importante subida del 40% respecto al resultado de hace seis meses de la mano del profundo hundimiento de Ciudadanos. Y quedando en primera posición en su ciudad más grande, Algeciras, gobernada por el PP desde hace ocho años (ahora con Ciudadanos) pero que en las dos últimas generales ha puesto por delante de los populares al partido de Santiago Abascal. Los problemas del partido a nivel local no parecen haber restado fuerza a la candidatura nacional: un 28,40% de los algecireños que votaron ayer lo hicieron por ella, una diferencia abismal respecto de las municipales.

En todos los restantes municipios Vox ha sido la segunda fuerza, al igual que en el conjunto de la provincia de Cádiz, registrando fuertes incrementos de diez puntos o más en el apoyo recibido respecto a los comicios del pasado mes de abril. Tampoco parece haberle afectado la polémica generada en los últimos días por las declaraciones de Abascal sobre un cierre de la Verja en represalia a una actuación de Reino Unido, rechazadas incluso por su representante local: los votantes linenses han incrementado en ocho puntos su apoyo hasta llegar a casi 5.700 papeletas.

El primer puesto comarcal ha sido de nuevo para el PSOE, aunque la disminución de la participación, que ha pasado del 65,49% de abril al 56,98% en la jornada de ayer, se ha reflejado en la pérdida de 5.471 votos respecto a hace seis meses. La falta de acuerdo para desbloquear la investidura y la repetición de elecciones han jugado en contra de los socialistas, que han visto cómo Vox les arrebataba el primer puesto en Algeciras por 426 papeletas. Han quedado con un 29,83% de los votos en la comarca, por debajo incluso del resultado de 2016 (en el que perdió frente al PP) y registrando una caída mayor que el PSOE nacional y andaluz; las caras en la casa del pueblo algecireña anoche daban cuenta de los resultados.

Representantes de Vox en Algeciras celebran los resultados, anoche

Los votos logrados por los socialistas les han permitido ganar en todos los municipios salvo en Algeciras. En la provincia, el PSOE mantiene los tres diputados que tenía, algo que deja fuera a la única campogibraltareña que tenía opciones de entrar en el Congreso de los Diputados, Gemma Araujo.

El secretario general del PSOE de Algeciras, Juan Lozano, destacó que “los campogibraltareños han depositado su confianza en el PSOE porque saben que es el único con proyecto de futuro, con un plan de gobierno”. Pero también la preocupación por los resultados obtenidos por Vox en Algeciras. “La derecha de nuestra ciudad tendrá que reflexionar ante el espacio que le han dejado a Vox. Los números muestran que muchos de sus votos perdidos han ido a parar a los de Abascal”, resaltó.

El Partido Popular ha recuperado parte del terreno perdido en abril, cuando sufrió una auténtica debacle que lo dejó incluso en cuarto lugar de su bastión algecireño. Los populares pescan en el río revuelto de Albert Rivera, pero mucho menos de lo que el partido naranja les arrebató hace seis meses: quedan con 21.046 votos, casi un 12% más pero muy lejos de los 38.346 que tuvieron en 2016.

Resultados de las elecciones generales en el Campo de Gibraltar

Pese a la recuperación, no logra volver al segundo puesto en unas generales, el que tradicionalmente se alternaba con el PSOE. Vox se lo ha arrebatado por un buen número de votos, más de 9.000, y especialmente llamativo es que 5.300 de esos votos se los ha quitado en Algeciras.

En el otro lado, los populares algecireños celebraban algo anoche: su presidente local, José Ignacio Landaluce, volvía al Senado como cuarto más votado de la provincia de Cádiz, primero en Algeciras. “Eso significa que tengo la confianza de los algecireños de distintas ideologías”, destacaba anoche Landaluce, comprometiéndose a “ser la voz del Campo de Gibraltar en Madrid” después de una breve legislatura sin ningún campogibraltareño en el Parlamento nacional. “Vamos a estar en esa línea de trabajo, esfuerzo y dedicación”, apostillaba.

El PP de Algeciras en su sede tras conocer los resultados

El desastre de Ciudadanos ha posibilitado que Unidas Podemos ascienda a cuarta fuerza de la comarca, aunque la confluencia sigue con su sangría de votos elección tras elección. Los de Pablo Iglesias pierden otros 3.100 votos hasta quedar en 13.440, un 11,42% del total que supone una menor representación que en el conjunto de la provincia y de la comunidad andaluza, aunque superior a la nacional.

El auténtico batacazo fue de color naranja. Ciudadanos, que fue segunda fuerza por número de votos en las pasadas elecciones generales en la comarca y en las andaluzas anteriores, cae hasta el quinto puesto. El fuerte desencanto con la actuación del partido de Albert Rivera le ha supuesto la pérdida de casi un 60% de los apoyos que tenía, pasando de contar con un 20,28% de los votos a solo el 9,11%. Y aún así, este porcentaje es superior al que tiene en el conjunto del país.

Más País, la marca de Íñigo Errejón que aspiraba a abrirse un hueco en la izquierda, ha luchado finalmente con el Pacma, que ha perdido parte de sus apoyos.