Diez días
Tribuna de opinión
"Cuando decimos que los migrantes solo traen criminalidad de lo que hablamos es de nuestros propios prejuicios, no de la verdad", sostiene el autor
En los últimos diez días has podido ir al Teatro Florida y ver el monologo de Luis Zahera. Seguramente has visto varios capítulos de tu serie favorita, has leído algo de tu libro. También has quedado con algunos amigos y te has tomado algo con ellos. En estos diez días, has dormido en tu cama, te has dado varias duchas e incluso puede que hayas ido a la playa. Estoy seguro que incluso has leído algún articulo de la prensa y te has enterado de la sentencia de Laura Ruiz.
Un pastelito con un café es otra de las cosas que muy probablemente has hecho. Has sacado a tu perro, has ido al médico, has ido a trabajar, has limpiado tu casa, has puesto alguna lavadora, has barrido, y te has quejado de que no tienes tiempo para nada.
Diez días. Parece poco tiempo.
Ahora piensa en estar en una barcaza rudimentaria decorada con brillantes colores (como si eso espantara la mala suerte) durante diez días desde Guinea Conakry con más de 150 acompañantes, sin una comida caliente, con poca agua, sin poder cambiarte de ropa, sin una ducha, oliendo a humanidad y soportando el sol, la sed y sobre todo el miedo. El miedo a no llegar y a formar parte de ese cementerio silencioso que hay en el fondo del mar. ¿Y por qué? Solamente por la promesa de una vida mejor, por tener todas esas cosas que has disfrutado estos últimos diez días y que algunos quieren negárselas porque creen que son suyas.
Pues el 14% de la población de España ha nacido fuera de España y el 15,5% de los trabajadores (que cotizan) son de origen extranjero. Eso quiere decir que ellos trabajan (proporcionalmente) más que nosotros, según los datos del INE. Cuando decimos que solo traen criminalidad de lo que hablamos es de nuestros propios prejuicios, no de la verdad.
Cuando los veamos desocupados y por la calle, pensemos en nuestros últimos diez días y pensemos en los últimos diez días de esas tres mujeres muertas, de esos cuatro niños muertos, de ese bebé desaparecido y en cómo lo perdieron todo en menos de diez segundos y a menos de diez metros de su destino.
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