Vuelve “Como el viento de Levante”: la novela agotada que resucita el asedio de Gibraltar con nuevas revelaciones históricas
La obra de Ángel J. Sáez Rodríguez regresa en una edición revisada y ampliada, y se presenta este martes en el centro documental José Luis Cano con nuevas claves sobre el gran ataque de 1782
El asedio hispano-francés a Gibraltar de 1704-1705
La novela histórica Como el viento de Levante, escrita por Ángel J. Sáez Rodríguez y que se agotó poco después de su publicación en 2008, vuelve ahora a las librerías en una edición completamente renovada, en tapa dura y enriquecida con nuevas ilustraciones realizadas por Óscar Sáez. Una reedición que responde a la insistente demanda de lectores que llevaban años preguntando por un ejemplar y que ahora podrán reencontrarse con una obra convertida en referencia para los apasionados del siglo XVIII y del Campo de Gibraltar.
La obra vuelve a las librerías por petición de lectores que buscaban desde hace años un ejemplar agotado
La presentación oficial tendrá lugar este martes 25 de noviembre, a las 19:00, en el centro documental José Luis Cano de Algeciras. En el acto intervendrán Ildefonso Sena, encargado de comentar la obra, y Nuria Sáez, quien presentará al autor. Será una cita centrada en la acción, la intriga y la traición que vertebran el relato, construido sobre documentación de archivo —gran parte aún inédita— que ilumina con una perspectiva sorprendente el gran ataque de 1782 durante el tercer asedio al Peñón.
La novela explora el conflicto desde un ángulo poco habitual: el de los zapadores, las tripulaciones de las baterías flotantes y todos esos protagonistas silenciosos que, lejos de los focos, sostuvieron uno de los episodios bélicos más ambiciosos del reinado de Carlos III, con cien barcos de guerra en la bahía y más de 15.000 hombres y 300 cañones cercando el istmo. Entre hechos reales, memorias olvidadas y escenas noveladas, Ángel J. Sáez hilvana un relato donde la tensión entre británicos, españoles y franceses revela hasta qué punto la lealtad podía ser una virtud… o una moneda de cambio.
Tras la presentación, la obra podrá adquirirse en las principales librerías del Campo de Gibraltar —como Ares (La Línea) o Bahía de Letras (Algeciras y Palmones)— además del colegio Los Pinos, centro del que el propio autor es director. Muy pronto estará también disponible en plataformas virtuales para lectores de fuera de la comarca. Sáez, Doctor en Historia, profesor, investigador y divulgador, además de colaborador en Europa Sur, vuelve así a situar la historiografía campogibraltareña en el centro de la escena literaria con una propuesta tan rigurosa como trepidante.
¿De qué trata esta novela?
Desde mucho antes de 1782, Gibraltar era una fortaleza inexpugnable para el arte de la guerra. De hecho, en el verano de 1704, las fuerzas leales a Felipe V de Borbón que la defendían, resistieron tan poco tiempo ante las fuerzas de Hesse y Rooke porque éstas jugaron sucio. Como atestiguaron testigos presenciales ingleses y españoles, Gibraltar no hubiese caído en cuestión de horas de no haber sido porque los marinos del capitán Jumper tomaron como rehenes a las mujeres e hijos de sus defensores, que se habían trasladado a Punta Europa cuando se inició el terrible bombardeo enemigo sobre la ciudad. Sin embargo, al caer las bombas también en aquella lejana zona del Peñón, tomaron el camino de regreso, siendo interceptados por el enemigo en el Muelle Nuevo, que los usaron como escudos humanos ante quienes defendían el Baluarte de Nuestra Señora del Rosario. Así ocurrieron las cosas, aunque la verdad permanezca poco divulgada.
El ataque a Gibraltar de 1782 se enmarca en lo que el autor define como una auténtica “guerra mundial” del siglo XVIII
Después, durante la auténtica guerra mundial que se vivió en torno a 1780 en Europa, Norteamérica, la India y sus mares cercanos, Inglaterra tuvo que luchar sola contra yanquis, franceses, españoles y holandeses. Hasta Rusia, Dinamarca, Suecia, Prusia, Austria, Portugal y el Imperio Otomano desafiaron, con su “neutralidad armada", las intenciones británicas de controlar el comercio neutral.
Ese es el marco en el que se desarrolla una novela histórica, Como el viento de Levante, que trae la bruma de la guerra, la intriga, la camaradería y la traición al estrecho de Gibraltar. Personajes ilustrados, de sólida formación propia de las élites sociales del Siglo de la Razón, comparten mesa y mantel con otros de menor rango y mayor altura moral, en el escenario grandioso de una bahía de Algeciras que sería irreconocible hoy día.
La acción se sucede de manera secuenciada, casi cinematográfica, en escenarios del Mediterráneo occidental: Melilla, Menorca, Manilva, la Línea de Contravalación del istmo de Gibraltar, San Roque, Algeciras o el Peñón, y cuenta con una magnífica serie de ilustraciones de Óscar Sáez.
La novela se basa en documentación inédita recopilada durante décadas en archivos españoles y extranjeros
Españoles, franceses e irlandeses frente a ingleses, escoceses y bereberes. Retazos del choque entre imperios que se jugaba, de manera muy especial, en ambas orillas del Atlántico. Mientras que Bernardo de Gálvez, el gobernador español de Luisiana, expulsaba a los británicos de la Florida occidental (1781), debilitando las capacidades de los ejércitos de Jorge V del Reino Unido frente a los insurgentes de Washington, en el Mediterráneo se empezaba a completar el presumible triunfo español. Los ejércitos combinados de España y Francia del duque de Crillón expulsaron a los británicos de Menorca el 5 de febrero de 1782. Crillón obtuvo de Carlos III el título de duque de Mahón, creado expresamente para él, encomendándole, de inmediato, que relevase en las operaciones ante Gibraltar a Martín Álvarez de Sotomayor, empeñado en un asedio infructuoso desde hacía tres años.
La ficción se funde con la realidad cuando aparece, entre los oficiales del arma de ingenieros que combatían en Menorca, un joven teniente natural de San Roque, Marco Agnelli, participante en la toma de la fortaleza de San Felipe y testigo de la inmediata salida de las derrotadas tropas británicas con honores, conforme a los usos de la época. Después, formando parte del ejército victorioso de Crillón, se habría de sumar a las fuerzas de asedio establecidas entre el Hospital de la Sangre, en Campamento, y La Línea de Contravalación.
Marco Agnelli podría reencontrarse con su madre, Lucía Agnelli, una influyente y misteriosa figura femenina en torno a la que gira la trama de la novela, que cruza sus pasos con personalidades de la talla de José Cadalso, los Crillón, Antonio Barceló, Santiago Liniers y Silvestre Abarca. Incluso el conde de Artois la había galanteado en la recepción que se le dedicó en la casa familiar de San Roque. El futuro Carlos X de Francia, al igual que otros notables de la época, como los príncipes de Borbón y Nassau y el marqués de La Fayette, acudía ante el anuncio de la conquista del peñón de Gibraltar mediante unas extraordinarias máquinas de guerra: los empalletados o baterías flotantes de D’Arçon.
El relato rescata a protagonistas silenciados del asedio, como zapadores y tripulaciones de baterías flotantes
En buena medida, esta novela se debe al deseo de rendir homenaje a tantos héroes anónimos, tripulantes de esos empalletados, nunca mencionados en los libros de historia, víctimas del olvido al que España acostumbra a condenar a sus mejores hijos.
Las páginas de Como el viento de Levante recrean acontecimientos y detalles tan desconocidos como verídicos, dado que beben de fuentes archivísticas inéditas, que sorprenderán al lector. A la par que incurren en voluntarios dislates históricos, como el de traer a la citada campaña de Menorca al almirante Byng, ejecutado por sus compatriotas bajo la acusación de haber facilitado la pérdida de la isla… aunque 25 años antes. Cómo no evocar a quien Voltaire recordó escribiendo que "en este país [Inglaterra], es bueno matar a un almirante de vez en cuando, para animar a los demás".
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