La caca de tu perro, un problema de todos
El municipio busca un método para identificar a los dueños que dejan en la calle las heces de sus animales
Existe un cuento de mucho éxito entre los niños, titulado El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza, en el que un topo sale de su madriguera y de repente se encuentra con algo marrón en su cabeza. Para averiguarlo, empieza a visitar a distintos animales, a los que les pregunta si eso marrón que tiene en la cabeza es de ellos. Éstos le van explicando cómo es su cosa marrón para convencerle de que no se parece en nada a lo que él lleva en la cabeza.
Pues bien, igual que le ocurrió a ese topo, el Ayuntamiento de Los Barrios quiere saber quién deja la caca de sus perros en sus calles, jardines y plazas. Y como el dueño no deja otro rastro que el del incivismo, la solución llega de la mano del animal, que con su huella genética podría desvelar quién ha dejado sus cacas en ese espacio que es de todos.
La suciedad que dejan los perros en las calles es un problema de la mayoría de municipios. Los Barrios no es una excepción, y el actual equipo de gobierno está decidido a poner las medidas necesarias para intentar reducirlo y, erradicarlo, si fuese posible.
La concejalía de Salud lleva meses siguiendo la pista a ciudades con el mismo problema, y las salidas que ellos les están dando. Una de las que ya está ofreciendo resultados es la implantada en el municipio de Xátiva, en Valencia, consistente en la identificación del dueño del perro a través del genotipo del animal.
La empresa ADN Perros, la encargada de su implantación en la ciudad valenciana, ha puesto ya su propuesta sobre la mesa. El proceso que lleva hasta la identificación del dueño del animal comienza con un análisis de sangre que realiza el propio veterinario. La muestra es enviada a un laboratorio especializado que extraerá e identifica el genotipo del animal. Cada uno de estos genotipos es enviado a un banco de datos propiedad del Ayuntamiento, que se coteja con el de los veterinarios, identificando así, a través de la caca del animal, el nombre de su dueño. De este modo ya está cubierta una primera parte del proceso. Una vez que este banco de datos está operativo, un equipo compuesto por trabajadores de la limpieza y de la policía local es el encargado de recoger los excrementos, y enviarlos al laboratorio, donde los analizan e identifican a qué dueño pertenece. "Parte de nuestro trabajo es instalar el software necesario que hace posible el cruce de datos", comentó Rafael Sayago, responsable comercial de la empresa ADN Perros. En su opinión, la implantación de este sistema es una medida coercitiva, como cualquier otra, cuando de lo que se trata es de corregir o sancionar comportamientos que vulneran las ordenanzas municipales.
"De lo que se trata es de advertir a los dueños de los perros que dejar sus excrementos en las calles del pueblo puede tener sus consecuencias, y que ya no puede hacerse tan impunemente", declaró el portavoz de la empresa que ya está negociando con otras capitales andaluzas como Sevilla o Cádiz, interesadas en solucionar un problema que preocupa a muchos ciudadanos por la mala imagen que ofrece.
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