La borrasca Efraín da un respiro a los pantanos del Campo de Gibraltar, que acumulan 65,95 hectómetros cúbicos

Los embalses del Campo de Gibraltar siguen recogiendo agua tras el paso de la borrasca Efraín, la cual ha causado alrededor de una veintena de incidencias en la comarca durante el fin de semana, como inundaciones de barriadas, caídas de árboles y el desplome de algunos muros. La parte positiva es que Charco Redondo, Guadarranque y Almodóvar acumulan 65,95 hectómetros cúbicos gracias a las últimas lluvias, es decir, casi 5 hm(3 )más en una semana.

Así consta en los datos aportados por los sensores del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Junta de Andalucía, de manera que, aunque las presas todavía esperan las aguas procedentes de las escorrentías, las reservas conjuntas han aumentado 16,76 hectómetros cúbicos en un año. El 12 de diciembre de 2021, los tres pantanos tan solo acumulaban 49,19 hectómetros cúbicos.

"No es para lanzar las campanas al vuelo, pero estas lluvias suponen un pequeño alivio", declara José Manuel Alcántara, director general de Arcgisa. "Las precipitaciones más intensas se han producido en la zona costera, como Algeciras y La Línea, por lo que no ha tenido una equivalencia en los pantanos", añade.

Agua para un año y medio

Esta cantidad de agua embalsada equivale aproximadamente al consumo comarcal para 16-18 meses, según Alcántara. El Campo de Gibraltar demanda cada doce meses 46 hectómetros cúbicos de agua para consumo humano, regadío, industria y recursos turísticos.

Por instalaciones, la presa de Charco Redondo en Los Barrios suma este lunes 26,10 hectómetros cúbicos de agua, equivalentes al 32,97% de su capacidad total, cifrada actualmente en 79,17 hectómetros cúbicos.

El embalse del Guadarranque, en Castellar, acumula 36,33 hectómetros cúbicos, es decir, el 43,69% de su capacidad total, cifrada en 83,15 hectómetros cúbicos.

Finalmente, la presa de Almodóvar, en Tarifa, la más pequeña de todas, suma 3,52 hectómetros cúbicos de agua, equivalentes al 61,97% de su capacidad, cifrada en 5,68 hectómetros cúbicos de agua.

Se mantienen las medidas de ahorro

El Campo de Gibraltar fue declarado en situación de "sequía excepcional severa" en octubre de 2021. Desde entonces, rige una prohibición del uso de agua potable para baldeo de calles, llenado de piscinas privadas, riego de jardines, parques públicos y privados, campos de golf, lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados, uso de fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos. Además se puso en marcha una campaña de concienciación y la reducción de la presión.

Estas medidas se mantendrán en vigor hasta que no se registre al menos durante dos meses consecutivos un nivel de reservas de agua superior a los 77,6 hectómetros cúbicos de agua, si bien de esta cantidad deben descontarse aproximadamente cinco hectómetros de la llamada "agua muerta" que se genera por el barro y otros elementos del fondo de los embalses.

Nueva mesa de la sequía en febrero

En la ultima mesa de la sequía celebrada durante el mes de octubre para analizar la situación, se propuso mantener las citadas medidas de ahorro de agua y, a medio plazo, se planteó la puesta en marcha del sistema de abastecimiento de agua regenerada y la construcción de la presa de Gibralmedina. La próxima reunión, según ha avanzado José Manuel Alcántara a Europa Sur, se celebrará en febrero.

Sobre el uso de agua regenerada, se precisa de una inversión de unos 15 millones de euros por parte de la Junta en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de San Roque y La Línea, y de otros 15 millones de euros por parte de Arcgisa, para la construcción de las conducciones necesarias que lleven este agua a las industrias y a los campos de golf de la zona de Guadiaro. Ello supondría reducir a la mitad el actual consumo de la comarca, en torno a 15 o 20 hectómetros cúbicos. Si los plazos se cumplen, dentro de aproximadamente un año, podrían entrar en funcionamiento estas infraestructuras.

La otra solución consiste en la construcción de la presa de Gibralmedina, que garantizaría el agua para 50 años, tanto para el Campo de Gibraltar como para la Costa del Sol, en especial con fines agrícolas. Se estima que ésta podría estar terminada en unos dos años.

En la mesa de la sequía están representados todos los municipios de la comarca, los regantes, empresarios de los campos de golf y de la Asociación de Grandes Industrias como principales colectivos consumidores de recursos hidráulicos. También forman parte de esta entidad de seguimiento los grupos ecologistas y representantes de las empresas de agua Emalgesa (Algeciras), EGAL y Aguas del Valle del Guadiaro.