Aspectos sobre la conquista austracista de Gibraltar en 1704 (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

La estratégica ensenada de Getares fue utilizada a principios de agosto de 1704 como fondeadero de la escuadra austracista, hecho del que hay constancia en el Museo de Algeciras

Grabado francés sobre la toma de Gibraltar (1704).
Grabado francés sobre la toma de Gibraltar (1704).

El uso de Getares como fondeadero

Si las cosas se complicaban, los mandos aliados sabían que disponían de un fondeadero para su escuadra en la ensenada de Getares, donde se podía hacer aguada con relativa facilidad, si no se lo estorbaba la caballería española. Existen noticias de fondeos incontrolados desde el siglo XVI y sobre el peligro que ello representaba.

Curiosamente, durante los más de trescientos años en que Algeciras estuvo destruida, Getares fue más nombrado por la historia que la propia ciudad, al tener un fondeadero que, aunque no protegido del levante, era limpio y sin arrecifes, contando con una al parecer capacidad de aguada bastante accesible. Dado el abandono y despoblación de estas costas, embarcaciones de cualquier nación desembarcaban en esa ensenada para hacer la referida aguada, aprovisionarse de leña o robar ganado, tal como está consignado históricamente en numerosas ocasiones.

Incluso se registraron combates navales en la citada ensenada. Este estado de cosas, no fue solucionado por la red de torres vigía, y recordemos que la unidad comarcal de vigilancia costera creada en el XVIII se llamó Escopeteros de Getares, por ser este el punto de la costa más frecuentado por embarcaciones intrusas.

Ampliación de la carta náutica anterior con el detalle de la escuadra fondeada en Getares.
Ampliación de la carta náutica anterior con el detalle de la escuadra fondeada en Getares.

Pero lo que nos interesa ahora es que la estratégica ensenada de Getares fue utilizada a principios de agosto de 1704 como fondeadero de la escuadra austracista, hecho que ha pasado desapercibido hasta ahora, y del cual hay constancia muy clara en una fuente gráfica conservada en el museo Municipal de Algeciras. En una carta náutica del S.XVIII, se representa la bahía en el estado en que estaba en 1704, representándose a la escuadra anglo-holandesa durante el bombardeo de la ciudad, distribuida entre los muelles viejo y nuevo. Pero en otro sector del plano, esa escuadra figura como fondeada en Getares, eso indicado con toda claridad por medio de un inusual rótulo semicircular, trazado de punta a punta de los extremos de la ensenada, y cuyo texto nos dice en francés: “Mouillage occupé por la Flotte des Alliés pendant le Siege”, cuya traducción es “Fondeadero ocupado por la flota aliada durante el asedio”.

Primera noticia sobre uso del puerto de Algeciras

Durante el asedio borbónico de 1704, el fondeadero frente a las ruinas se utilizaba como punto de llegada y fondeo para barcos de cierto porte, que habían venido desde Cádiz navegado por el estrecho. Indudablemente, habría varios destacamentos militares sobre las ruinas, sabemos de uno, situado sobre las ruinas que coronaban la colina de Matagorda, actual de San Isidro, y del que da cuenta el padre Labat, mientras que otro estaría en la planicie del rio de la Miel, actual barrio de la Caridad, controlando la playa que luego fue la actual Avenida de la Marina, a la par que el tramo final del río cerca de su desembocadura. Esto trae a la memoria que el edificio que albergó el Gobierno Militar del Campo de Gibraltar hasta fecha reciente, está a la misma distancia de los desembarcaderos citados y que en origen era sede de un cuartel de caballería. Este se conoce desde los primeros tiempos del renacer de Algeciras y no es nada raro que ya fuera un establecimiento militar, aunque de modesta entidad durante el asedio de 1704. La existencia de un cuartel de caballería sobre las ruinas de Las Algeciras está plenamente justificada al ser imprescindible la vigilancia de la costa, problema agravado por la pérdida de Gibraltar y la poca eficacia del sistema de Almenaras o torres de vigilancia costera.

También se conserva la tradición de unos almacenes de la marina, en la manzana que en tiempos era frontera a la citada playa. La existencia de un embrión de puerto explica una noticia que también ha pasado desapercibida hasta ahora. La carga desembarcada podía ser llevada por embarcaciones ligeras hasta el fondeadero de Punta Mala o la zona del istmo, pero siempre fuera de tiro de cañón de la plaza. El trayecto por tierra era más complicado ante los dos rios que era necesario cruzar sin puentes y la mala calidad o simple inexistencia de los caminos. La ruta por la playa simplificaba mucho las cosas y esos ríos, en su desembocadura, han disfrutado del paso de barcas desde tiempo inmemorial, hasta los años 60 del siglo XX.

Bombardeo de Gibraltar y movimientos de sus habitantes.
Bombardeo de Gibraltar y movimientos de sus habitantes.

Ese servicio portuario explica una noticia que también nos aporta Belando, relativa al asedio de 1704 y ocurrida el 24 de noviembre: “En noviembre los de los navíos intentaron hacer un desembarco por las Algeciras con doce lanchas armadas, pero al mismo tiempo de ejecutarlo, poniendo pie en tierra, se desvanecieron sus esperanzas. Fue el caso, que a este tiempo llegaron Don Luis de Solís, y el Marques de Paterna, con alguna caballería, y con denuedo, cargando sobre los enemigos, les obligaron a dejar la empresa, con la pérdida de muchos, que no pudieron tomar las lanchas”.

Conclusiones

  • Primera: Gibraltar fue conquistada por el bando austracista gracias a la información de que disponía sobre la bahía y el sistema defensivo de Gibraltar, en especial tras el ataque francés de 1693.
  • Segunda: Los invasores tenían pleno conocimiento de que la defensa de Gibraltar, en su factor humano, dependía de los refuerzos que de poblaciones vecinas, como Jimena, vinieran rápidamente ante una alarma seria, tal como había sucedido en 1540 y 1693. Por lo tanto, la primera providencia fue desembarcar en Guadarranque para cortar el paso a los refuerzos de otras poblaciones, en especial de Jimena, Alcalá, Jerez y en menor grado, Tarifa. Otro desembarco en el fondeadero de Punta Mala (fuera de tiro de la plaza) y el avance hasta los Molinos, permitió cerrar el istmo, incomunicando la ciudad con el resto del territorio, e impidiendo refuerzos de la costa de Málaga, para disponer además de un punto de aguada en el Pradillo-Gazieres cerca de Los Molinos.
  • Tercera: era conocida la facilidad con que la ensenada de Getares podía ser utilizada como fondeadero para la escuadra, con la posibilidad de hacer aguada, esto fue muy oportuno ante el viento de levante que dificultó un tiempo el ataque a la plaza.
  • Cuarta: Todo hecho histórico ha de ser sometido a revisión, en vez de aceptar mecánicamente una visión o punto de vista repetido tradicionalmente.

Artículo publicado en el número 61 de Almoraima. Revista de estudios campogibraltareños. Octubre de 2024

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