Antonio Sanz pide conocer la "letra pequeña" del acuerdo sobre Gibraltar antes de octubre y estima que entrará en vigor en enero

El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, ha mostrado este viernes un “optimismo moderado” ante el acuerdo político alcanzado esta semana en Bruselas entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre el futuro de Gibraltar, aunque ha advertido que “la letra pequeña” del texto no se conocerá hasta octubre y que, hasta entonces, la satisfacción debe ser “prudente y condicional”. La Junta ha reclamado participar en la redacción del texto que Sanz ha estimado que podría entrar en vigor el próximo enero.

Sanz ha participado en la reunión convocada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, junto a alcaldes y representantes económicos y sociales del Campo de Gibraltar. En su valoración, el consejero ha celebrado que se haya alcanzado un acuerdo y no se haya optado por el escenario contrario, que habría sido “un auténtico caos y un desastre para la comarca”, pero ha insistido en que aún hay muchas incógnitas por resolver.

“Tenemos una base para un acuerdo, pero no el cierre definitivo. Eso hasta octubre parece que no lo vamos a tener”, ha subrayado. “Todavía hay incertidumbres y se requiere más ambición en algunos aspectos clave”, ha añadido.

Entre esas cautelas, Sanz ha citado especialmente las cuestiones medioambientales. Ha cuestionado cómo se aplicará la prometida convergencia con la normativa europea en Gibraltar en materia de vertidos, rellenos y bunkering, y ha pedido que se garantice una aplicación estricta de la legislación común, como el régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) o el reglamento FuelEU. “Hay actividades que suponen un riesgo para la viabilidad del fondeadero exterior del Puerto de Algeciras”, ha advertido.

Otra de las demandas que ha trasladado Sanz es la necesidad de que la Junta de Andalucía forme parte activa tanto del proceso de redacción final del acuerdo como de su aplicación práctica a partir del próximo año. “No tendría lógica que se nos excluyera otra vez, como ocurrió durante la negociación”, ha afirmado.

“Somos los competentes en materias clave como el empleo, la sanidad, los asuntos sociales y el medio ambiente. Pedimos un mecanismo claro de participación”, ha reclamado.

También ha mostrado preocupación por el desequilibrio fiscal entre ambos lados de la Verja. “El éxito de este acuerdo está también en la fiscalidad”, ha dicho Sanz, que ha reclamado a la Comisión Europea la autorización para crear una zona económica especial en el Campo de Gibraltar. Según ha argumentado, “no se entendería” que se concedan estos instrumentos a regiones de Italia o Estonia y no a una comarca “con una singularidad tan especial” como esta.

El consejero ha defendido que esta zona económica especial permitiría atraer inversiones, crear empleo y evitar el riesgo de “una desigualdad compartida” frente al objetivo de una “prosperidad compartida” que el Gobierno central defiende como eje del acuerdo. También ha reclamado que se impulsen Obligaciones de Servicio Público (OSP) para abaratar el uso del aeropuerto de Gibraltar por parte de los ciudadanos de la comarca.

Otra de las demandas que ha trasladado Sanz es la necesidad de que la Junta de Andalucía forme parte activa tanto del proceso de redacción final del acuerdo como de su aplicación práctica a partir del próximo año. “No tendría lógica que se nos excluyera otra vez, como ocurrió durante la negociación”, ha afirmado.

“Somos los competentes en materias clave como el empleo, la sanidad, los asuntos sociales y el medio ambiente. Pedimos un mecanismo claro de participación”, ha reclamado.

El consejero ha agradecido la convocatoria del encuentro por parte del Ministerio de Exteriores y ha revelado que el propio Albares llamó previamente al presidente de la Junta, Juanma Moreno, para informarle del contenido del preacuerdo y escuchar sus planteamientos.

En su balance final, Antonio Sanz ha reconocido que “se ha producido un avance importante”, pero ha reiterado que “quedan preocupaciones, incertidumbres y muchas cosas por concretar” antes de dar por bueno el pacto definitivo. Entre ellas, también ha mencionado la situación de los pescadores, las cuestiones sociales y los detalles del mecanismo financiero anunciado en el texto, que —ha dicho— debería traducirse en inversiones reales e infraestructuras para la comarca.