Los abuelos de la Feria

Real feria de tarifa

Unos 300 mayores disfrutaron del almuerzo municipal Algunos recordaron aquella fiesta que se inició en el Paseo de la Alameda

Un grupo de mujeres espera el comienzo del almuerzo para mayores, ayer en la caseta municipal.
Un grupo de mujeres espera el comienzo del almuerzo para mayores, ayer en la caseta municipal.
Y. Olivares Tarifa

06 de septiembre 2016 - 01:00

Ambiente cálido en el ferial. Fuera, con las altas temperaturas que están dejando estos primeros días de septiembre, y dentro, sobre todo en la caseta municipal, donde se celebró el almuerzo de mayores que concede el Ayuntamiento de Tarifa y al que acudieron unas 300 personas, según informó el equipo de gobierno. Los abuelos del pueblo se reunieron en torno a la mesa para vivir una jornada de feria junto a amigos y conocidos del Hogar del Pensionista. Su máximo responsable, Pepe Fuentes, desveló que de los 2.043 socios que reúne el hogar solo una pequeña parte acude a esta cita. "Hay muchos a los que les da vergüenza ir, por las cámaras de televisión y todo eso. Pero no hay ninguna otra razón porque, de hecho, la comida suele estar muy buena", contó.

El menú de ayer, concretamente, estuvo compuesto por unos entremeses, un guiso de carne, refrescos y tarta helada. El alcalde, Francisco Ruiz Giráldez, y otros miembros de la corporación acompañaron a los comensales, que también disfrutaron de la presencia de las damas y reina de la corte juvenil.

El coro tarifeño Son de Luz puso el ambiente musical junto con Estefanía Córdoba, que presentó un nuevo repertorio. La jornada sirvió también para reconocer a los homenajeados de esta feria 2016. Rosa Nieto Fernández fue proclamada Miss Simpatía y Antonio Serrano Silva recibió el título de Míster Simpatía.

Así transcurrió el almuerzo de quienes, por su edad, han conocido una feria muy diferente a la que ahora viven. Pepe Fuentes, que cuenta ya 74 años, recordó a este diario cómo era aquella feria que se celebraba en la Alameda y la plaza Cinco de Oros. "Teníamos mucho menos, pero nos divertíamos mucho más", aseveró, recordando los famosos bailes de las dos únicas casetas que en su juventud tenía la Real Feria de Tarifa: Educación y descanso -"la de la clase alta", según dijo- y Antonio Ordóñez.

Las cunitas, los caballitos y las tómbolas benéficas de las monjas conformaban el paisaje festivo de aquella feria. "Tomábamos mucha gaseosa, pollo asado y cerveza y aunque ahora es veinte veces más grande, con un alumbrado mejor y nuevas casetas, yo diría que es mucho más seria", explicó Fuentes con cierta añoranza y nostalgia de su fiesta.

Recuerdos que no evitaron que Fuentes y todos los socios del hogar que acudieron al tradicional almuerzo de mayores se divirtieran de lo lindo en esta calurosa jornada de feria.

Por la noche, con la temperatura algo ya más llevadera, el ferial empezó a tomar el aspecto propio de estos días: socios, familiares y amigos en las casetas y la zona de atracciones repleta de público ávido de emociones.

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