La Seda de Barcelona pierde 485,5 millones al cierre del ejercicio 2009

El grupo industrial catalán La Seda de Barcelona cerró el pasado ejercicio de 2009 con pérdidas de 485,5 millones de euros, frente a las pérdidas de 537,5 millones contabilizadas el ejercicio anterior, según informó la química a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El grupo controla la factoría de Artenius San Roque, cuya actividad se encuentra paralizada desde septiembre de 2008 y pendiente de la ratificación de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de seis meses sobre el total de la plantilla (94 trabajadores). La compañía reconoció no disponer de liquidez suficiente para su puesta en marcha el pasado 1 de marzo, como estaba inicialmente previsto.

La cifra de negocios se situó en 863 millones, frente a los 1.206 millones de 2008. Fuentes de la compañía explicaron que, aunque los resultados siguen siendo negativos, La Seda ya ha dejado atrás la parte más dura del proceso de reestructuración y espera recoger los frutos de las decisiones tomadas en el segundo semestre de 2010. La compañía, que preside José Luis Morlanes, puso en marcha el pasado verano un proceso de reestructuración que contempla desinversiones, como el cierre de la planta de Wilton en el Reino Unido, o la venta de activos no estratégicos (una planta de PTA, tres de PET, tres de reciclado y un centro de desarrollo de productos).

La Seda acabó 2009 con un pasivo financiero de 940 millones, frente a un patrimonio neto de 39 millones, y un fondo negativo de 968 millones de euros. La empresa atribuye las cifras al empeoramiento de los volúmenes de venta y a una inesperada caída de la demanda derivada de la crisis global y de un aumento de las exportaciones de PET a Europa, especialmente las de origen asiático.

La compañía logró, en enero de 2010, un acuerdo con la banca acreedora para reestructurar la deuda, con un apoyo del 78,1%, y un apoyo con condiciones del 6,5%. En la información remitida al organismo regulador del mercado de valores, explica que el grupo ha formalizado un documento Lock-up Agreement, que tiene como objetivo servir de base para iniciar los trámites de interposición ante los tribunales de Londres para que un juez haga extensible los acuerdos de reestructuración acordados a la totalidad de la deuda sindicada.

En la documentación, la química catalana acredita también que, a 31 de diciembre de 2009, el grupo tiene deudas pendientes de cobro con empresas del grupo Matos por valor de 21,5 millones de euros.

21,5