TRAGEDIA EN BARBATE

Gibraltar adelanta a España: el Peñón prohibió el tráfico ilegal de gasolina a las narcolanchas en 2021

Una neumática varada en la costa del Parque del Centenario de Algeciras.

Una neumática varada en la costa del Parque del Centenario de Algeciras. / Erasmo Fenoy

Fue en agosto de 2021 cuando Gibraltar prohibió el petaqueo, como coloquialmente se conoce al suministro de combustible a las narcolanchas, además de material electrónico y otros víveres, un eslabón imprescindible para el éxito de las misiones de tráfico de drogas y contrabando en el Estrecho.

El Gobierno llanito modificó su Petroleum Act para endurecer las penas por comerciar ilegalmente o poseer grandes cantidades de gasolina que sirvan para el repostaje de las gomas que generalmente se encuentran en alta mar, fuera de las aguas jurisdiccionales.

Desde esa decisión, los cabecillas de las collas de petaqueros pueden ser condenados, incluso, hasta la cadena perpetua en el caso de que la acumulación de bidones combustible derivase en lesiones graves o fallecimientos, como sucedió en Barbate con el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil. La ley de 2021 aprobada por el Ejecutivo de Gibraltar también contempla penas económicas de 100.000 libras o el valor del combustible incautado multiplicado por 50.

Una sanción administrativa

Paradójicamente, al otro lado de la Verja, en el lado español, un delito de petaqueo se resuelve con una sanción administrativa sin mayores consecuencias, algo que han denunciado en repetidas ocasiones, aunque en vano, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) lamenta que no se frene con la fuerza suficiente el sistema logístico de los traficantes de drogas que operan en el Campo de Gibraltar.

"Hacemos un inciso en el fenómeno del petaqueo, el suministro de combustible a embarcaciones (narcogomas) en alta mar, germen y escuela base de los futuros narcotraficantes", apunta la AUGC en su último informe para hacer de la provincia de Cádiz una Zona de Especial Singularidad.

Esta asociación considera que las labores de avituallamiento de las narcolanchas funcionan como una cantera, generalmente formada por jóvenes y adolescentes, que aspiran a ascender en el escalafón de las organizaciones criminales. Para ello, comienzan a hacer sus pinitos trasladando bidones de combustible en pequeñas embarcaciones recreativas hasta las gomas de pilotos como la de Kiko El Cabra

En caso de ser menores de edad, el petaqueo sólo conlleva en España una sanción de 100 euros, una multa que suele ser pagada por los padres. 

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