Caracterización arqueológica de los hallazgos monetales púnicos en Carteia (y II)
Instituto de Estudios Campogibraltareños
Resulta evidente la significativa y variada presencia de moneda púnica en la ciudad, una información que estaba muy dispersa y que no permitía intuir la importancia de dicho numerario
En Carteia no se decidió emitir moneda propia hasta la segunda mitad del siglo II a.C., años después de la fundación de la colonia latina en el 171 a.C.
Caracterización arqueológica de los hallazgos monetales púnicos en Carteia (I)
3.2 La moneda púnica recuperada en la domus republicana
Otro hallazgo de interés en Carteia procede de la intervención arqueológica realizada en la denominada domus republicana, un interesante edificio de atrio tetrástilo localizado junto al templo republicano. En la campaña de 2007 en la denominada Área 7 se obtuvo una completa secuencia estratigráfica entre la domus y el templo republicano con distintas fases púnicas, romano- republicana e imperial.
En concreto, en la denominada fase púnica IB se documentó un nivel de preparación de un muro –UE 7077–, donde se recogió un cuarto de Ebusus del 218-200 a.C. junto a algún material anfórico, cerámica común y producciones de barniz negro.
Cabe recordar que durante las excavaciones realizadas en 1972 y 1973 por el equipo de la Universidad de Sevilla en esta domus se localizaron, en distintas cuadrículas –C 3B, C 5, D 4 y E 4–3, cinco monedas púnicas –dos unidades y una mitad de Gadir, un cuarto de Ebusus y una moneda de Seks–, junto a monedas de muy diversa cronología y materiales cerámicos de distintas épocas. Se trata en este caso, de niveles alterados no válidos para el contexto de pérdida, pero que cobran sentido a raíz de las fases púnicas y romana- republicana documentadas en las nuevas excavaciones del Proyecto Carteia.
3.3. Los hallazgos de moneda púnica en el templo y en las estructuras cercanas
En el relleno del podium del templo republicano, en la intervención acometida en 1997 por el equipo de la UAM, se halló, en la UE 3 del corte 4, una unidad sardo-púnica del 300-264 a.C. junto a cerámicas pintadas, de barniz negro, de tipo Kouass, ánforas púnicas, turdetana y grecoitálica. Un contexto datado a finales del siglo II a.C. en el que está presente numerario púnico de la anterior centuria.
Por otra parte, en el denominado edifico basilical augusteo –donde ya había intervenido el equipo de Presedo– las excavaciones realizadas en el 2009 por la UAM, en la denominada área 13A, se pudo obtener una completa secuencia estratigráfica con fases de época púnica, romano-republicana, augustea, tardoantigua y contemporánea. A lo largo de esta secuencia se han hallado diversas monedas antiguas en las estructuras amortizadas por la basílica augustea, entre ellas dos acuñaciones púnicas en la UE 13027, vinculadas a la fase republicana. En concreto, un divisor cartaginés o sículo-púnico de los siglos IV-III a.C. se recuperó junto a materiales cerámicos tanto púnicos –del tipo Kouass, lucerna púnica– como republicanos –cerámicas de barniz negro–; sin duda, numerario residual de la etapa púnica anterior. La segunda moneda es un divisor de Cartago del 221-210 a.C. localizado en un nivel de amortización de la fase púnica IB, donde también se recogieron diversas cerámicas –pintada turdetana, barniz negro, paredes finas, de cocina, etc.–.
Sin duda estos materiales numismáticos y cerámicos, cronológicamente anteriores a la datación de la UE, son fruto de un horizonte de amortización que no nos proporcionan un contexto de pérdida fiable. No obstante, permiten entender los hallazgos de numerario y de cerámicas de distintas épocas recuperados por el equipo de Presedo en la campaña de 1972. Es el caso de la mitad de Lascuta del 100-40 a.C., recogida en un relleno de tierra con materiales diversos, localizado en las estructuras situadas al norte del templo, identificadas como un posible macellum por el equipo de la UAM.
3.4. Otro numerario púnico recuperado en Carteia
No queremos terminar este análisis sin hacer referencia a otros hallazgos de moneda púnica procedentes de estratos secundarios y de superficie que completan esta caracterización arqueológica del numerario estudiado.
Mostramos esta información de forma sucinta en dos tablas, donde se indican los edificios en los que se hallaron, las campañas a las que pertenecen y los datos arqueológicos de ubicación, de manera que puedan ser fácilmente identificados.
Se trata de monedas recogidas en cuatro de los 18 cortes realizados durante las campañas patrocinadas por la empresa americana Bryant Foundation. Fueron localizadas en niveles donde junto numerario púnico —dos divisores cartagineses o sículo-púnicos, un cuarto de Gadir, dos mitades y un cuarto de Malaka—, se recuperaron acuñaciones imperiales a nombre de distintos emperadores, evidenciando que se trataban de niveles de amortización o alterados por ocupaciones posteriores.
Asimismo, durante las campañas realizadas por la Universidad de Sevilla en la denominada domus imperial se hallaron, en algunas de las habitaciones excavadas, monedas púnicas –una unidad de Abdera, una mitad de Gadir y una unidad de Seks– junto a diferentes tipos de numerario tanto hispánico como imperial, con acuñaciones del emperador Augusto e incluso, en alguna ocasión, bronces del siglo IV d.C. Este mismo grupo de investigadores documentó en diferentes espacios, situados en una de las calles de la ciudad, algunas monedas púnicas –una unidad de Saldae, único ejemplar de ceca númida por el momento localizado en Carteia, una unidad y una mitad de Gadir- junto a numerario hispánico, romano-republicano e imperial con amplias cronologías, clara evidencia de niveles alterados. Por último, este mismo equipo de investigadores recuperó, en algunas de las estructuras situadas al norte del templo republicano, un cuarto de Ebusus en la cuadrícula B-6, junto a diverso numerario hispánico e imperial de los siglos I y II d.C. Una vez más, materiales de distintas épocas y, por lo tanto, de niveles revueltos.
Más recientemente, en una campaña de acondicionamiento de las termas realizada en el 2002, se recogió en el perfil norte un quinto hispano-cartaginés junto a acuñaciones bajoimperiales, por lo que poca información podemos extraer de este hallazgo. Esto mismo sucede con las monedas púnicas procedentes de niveles superficiales que recogemos de manera sucinta en la tabla. Sin embargo, constatan, de nuevo, la significativa presencia de este tipo de numerario en distintas zonas de la ciudad, algunas de ellas poco investigadas a nivel arqueológico, por lo que pensamos que ofrecen un potencial para conocer mejor las etapas tardopúnica y republicana de Carteia.
Conclusiones
Tras este estudio resulta evidente la significativa y variada presencia de moneda púnica en la ciudad, una información que estaba muy dispersa y que no permitía intuir la importancia de dicho numerario. Es más, los análisis de algunos hallazgos en contextos de pérdida fiable posibilitan conocer cómo desde la fase púnica de Carteia circulaba numerario foráneo que, sin duda, contribuyó a familiarizarse con el uso de la moneda. No obstante, no se decidió emitir moneda propia hasta la segunda mitad del siglo II a.C., años después de la fundación de la colonia latina en el 171 a.C.
No resulta, por lo tanto, extraño que durante los primeros momentos de la fase republicana aún continuaran circulando en la ciudad acuñaciones púnicas foráneas, como muestran las monedas localizadas en unidades primarias de esta fase.
Otro hecho a destacar es la mayor concentración de hallazgo monetales púnicos en las zonas de la muralla sur, de la muralla oeste y en determinados edificios del área del foro. Sectores que coinciden con los mejor documentados arqueológicamente, gracias al Proyecto Carteia, y que han permitido profundizar en las fases más antiguas de la ciudad.
Empero existen otras monedas localizadas en áreas donde la información arqueológica es muy escasa, que pueden ofrecer un potencial arqueológico para el conocimiento de las etapas tardo-púnica y romano-republicana de la ciudad, a tenor del numerario recuperado. En este sentido recordamos los hallazgos monetales púnicos documentados en la zona de la domus imperial de la Torre del Rocadillo y del decumanus, donde se han recogido seis ejemplares en niveles alterados de época posterior. Por ello convendría profundizar a nivel arqueológico en este sector, pues las intervenciones del equipo de F. Presedo no agotaron la secuencia estratigráfica.
Los testimonios analizados muestran que es necesario seguir investigando arqueológicamente en áreas poco excavadas, pues, al haber proporcionado un nutrido número de moneda púnica, pueden evidenciar la existencia de nuevos niveles tardo-púnicos y romano-republicanos en esta ciudad del Estrecho de Gibraltar.
Artículo publicado en Almoraima 59, Revista de Estudios Campogibraltareños
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