Caracterización arqueológica de los hallazgos monetales púnicos en Carteia (I)
Instituto de Estudios Campogibraltareños
Este trabajo presenta una recopilación, a través del análisis de las excavaciones realizadas en Carteia, de 54 monedas púnicas de diferentes tipos de emisión: cartaginesas, hispánicas y númidas
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Presentamos los resultados de un estudio numismático más amplio, encaminado a conocer la circulación monetaria en la ciudad de Carteia, centrándonos ahora en el análisis de los hallazgos monetales púnicos y su caracterización arqueológica.
Debemos destacar que se trata de un yacimiento arqueológico excelentemente estudiado por distintos grupos de investigación, desde los trabajos desarrollados en la década de los años 60 y 70 del siglo pasado por los equipos de E. Woods (1967) y F. Presedo (1982) hasta las distintas excavaciones arqueológicas que han desarrollado los integrantes del Proyecto Carteia, impulsado por la Universidad Autónoma de Madrid. Asimismo, ha sido objeto de diversas excavaciones puntuales que también han aportado información numismática. Por último, no debemos olvidar el estudio realizado por Chaves (1979) sobre la moneda emitida por esta ciudad, sin duda base de las investigaciones de esta importante ceca del mediodía peninsular. Aunque en su monografía no recopiló los hallazgos monetales localizados en la ciudad, sí que ha ido publicando puntualmente diversos materiales numismáticos recuperados en diferentes excavaciones arqueológicas.
Los diversos inventarios y listados de monedas dados a conocer en diferentes publicaciones provocan que, a día de hoy, no se cuente con un estudio de conjunto sobre el numerario aparecido en la ciudad (ubicada en el término municipal de San Roque), ni se sepan los contextos arqueológicos de procedencia.
Desconocemos, por tanto, cuál fue el tipo de numerario que circuló a lo largo de las distintas etapas históricas de la ciudad. Situación que pretendemos subsanar con nuestras investigaciones, centrándonos ahora en el análisis de los hallazgos monetales púnicos.
El numerario hallado en Carteia
Hemos recopilado un total de 749 monedas, provenientes tanto de antiguos hallazgos casuales como de las diversas excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad.
Este numerario corresponde fundamentalmente a época antigua, con seguridad 553 ejemplares, a los que seguramente podrían sumarse algunas de las 192 monedas que hemos considerado como frustras o indeterminadas, al no constar sus identificaciones en las publicaciones. El resto corresponde a puntuales ejemplares de época medieval y moderna, con uno y tres piezas respectivamente.
De las 553 monedas antiguas, las más numerosas pertenecen a emisiones de los siglos IV-I a.C., un total de 250 piezas, seguidas de los 146 numismas de época bajoimperial y de las 143 monedas altoimperiales. A ellas debemos sumar los 14 ejemplares que constan en la monografía de Woods et al. (1967) como imperiales, referencia imprecisa que no nos permite saber a qué siglos corresponden.
Este reparto contrasta con lo que hoy conocemos a nivel arqueológico de la ciudad, pues no cabe duda de que contamos con más información a partir de la época augustea. Si bien es cierto que, en los últimos años, han sido muchas las novedades arqueológicas de las etapas previas que han permitido conocer con mayor profundidad tanto la Carteia púnica como la romano-republicana.
De ahí que nos centremos en este trabajo en el numerario púnico recuperado, que asciende a un total de 54 piezas que, agrupadas por tipos de emisión, corresponden a diecinueve cartaginesas, emitidas por Cartago tanto en su propio territorio como en el exterior, 33 de diferentes talleres hispánicos y dos monedas númidas.
No nos detendremos ahora en detallar las características de este numerario, cuyos datos ya han sido dados a conocer en otros foros científicos. Resaltaremos tan sólo que las monedas más antiguas documentadas, hasta ahora, en Carteia son emisiones cartaginesas o sículo-púnicas, datadas entre los años 400-350 a.C., seguidas de numerario sardo-púnico del 300-264 a.C. y del 300-238 a.C. Por otra parte, existe un nutrido grupo de moneda cartaginesa de finales del siglo III a.C.
El numerario más numeroso y variado es el hispano-púnico, con 33 ejemplares procedentes de seis talleres monetales, en Abdera, Ebusus Gadir, Lascuta, Malaka, y Seks. Las monedas de Gadir y Malaka son las más abundantes, con trece y once ejemplares respectivamente, seguidas por el numerario ebusitano, con cinco piezas. Del resto tan sólo contamos con una o dos monedas.
Esto mismo sucede con el numerario númida, del que tan sólo se ha documentado un ejemplar de Saldae y otro de Massinissa. No obstante, resulta significativa su presencia en Carteia al ser un tipo de moneda poco frecuente en yacimientos arqueológicos hispanos.
Caracterización arqueológica
Las 54 monedas púnicas proceden de diferentes contextos arqueológicos. Sin embargo, apenas se ha acometido un análisis interpretativo de estos numismas como parte del registro arqueológico. Tal información, sin duda de vital importancia para la interpretación de los ambientes de uso y períodos de circulación de la moneda, hace que ésta también contribuya, al igual que otros materiales arqueológicos, al estudio de Carteia. Al tiempo que redundará finalmente en la conformación de un discurso histórico mucho más ajustado del papel del numerario en el seno de la sociedad y la economía de la ciudad.
La información proporcionada por los hallazgos contextualizados es valiosa, porque nos acercan a la presencia porcentual de las diferentes emisiones en cada período. Por ello es fundamental realizar una correcta valoración del momento de pérdida del hallazgo para elaborar una interpretación válida del circulante de cada intervalo cronológico. Es necesario determinar, con respecto a cada moneda, si fue extraviada en el momento de formación del estrato y, por tanto, podemos atribuirle su misma cronología, o si procede de un conjunto ya amortizado en el momento de dicha formación, por lo que no resulta válida como testimonio de la circulación del período en que se cerró el estrato.
Las monedas púnicas que ahora analizamos proceden de diferentes zonas y de diversas excavaciones practicadas en distintos edificios. Aunque es en el sur y en el oeste de la ciudad donde se concentra el mayor número de hallazgos, unas zonas que coinciden con los sectores donde se han centrado las intervenciones arqueológicas del Proyecto Carteia. En este sentido, recordemos que son precisamente estas investigaciones las que han permitido sacar a la luz distintos niveles púnicos y romano- republicanos de la ciudad.
Nos detendremos ahora en mostrar los hallazgos monetales púnicos procedentes de unidades primarias que, a pesar de no ser numerosos, son los que nos proporcionan contextos de pérdida fiables. Añadiremos a estos, aunque brevemente, el resto de los ejemplares provenientes de estratos secundarios –niveles de relleno o de amortización, por lo tanto, de contextos de pérdida no válidos– y finalizaremos citando, al carecer de contextualización arqueológica, los hallazgos superficiales.
3.1. El singular numerario púnico procedente de las murallas sur y oeste
Sin duda, los hallazgos en unidades primarias más significativos proceden de las excavaciones acometidas por el equipo de la UAM en las murallas sur y oeste de la ciudad. En el lienzo murario sur se localizó un cuarto de Ebusus del 218-200 a.C. en la fosa de cimentación de la denominada casamata nº 2, junto a diferentes materiales cerámicos –tipo Kouass, barniz negro, pintada, común y ánforas–, que nos sitúa en el último tercio del s. III a.C.
Durante las campañas del 2009-2013, acometidas en el Área 113 del sector oeste, se encontraron dos monedas púnicas en el sondeo estratigráfico A. Se tratan de un divisor cartaginés del 210-202 a.C. –unidad estratigráfica, en adelante UE 113075– y un sexto de Malaka muy desgastado –UE 113073–, localizados en los niveles de construcción de la segunda fase de la fortificación púnica. En este mismo sondeo A, pero ya en niveles de construcción de la muralla augustea –UE 13015–, se recogió un sexto de Malaka junto a un as y un denario romano- republicano.
De sumo interés son también las monedas púnicas localizadas en este mismo sector, pero en el sondeo B, situado extramuros de la muralla oeste, y que ha proporcionado una secuencia estratigráfica completa de las dos fases de la fortificación púnica y de la construcción de la muralla de época augustea. De la primera fase púnica se han excavado algunos niveles de uso, correspondientes a una posible zona de basurero extramuros, donde se recogieron en dos UUEE diferentes seis monedas: concretamente en la UE 113049 se documentó un divisor cartaginés y dos semis de Carteia; mientras que en la UE 113052 se recuperaron un cuarto de Ebusus, un octavo de Gadir y un semis de imitación romano-republicano. En ambos casos se hallaron abundantes cerámicas tanto púnicas como romanas –tipo Kouass, barniz negro, paredes finas, entre otras–. Uno y otro material –cerámico y numismático– muestra una mezcla de distintos horizontes cronológicos, fruto de un contexto de vertedero.
Por último, en un nivel de arrasamiento altoimperial documentado en el espacio 2, intramuros de la muralla púnica, se localizaron un cuarto de Malaka, un cuadrante de Carteia y dos monedas frustras, junto a abundante material cerámico mezclado de época púnica y romana. Estos hallazgos monetales púnicos en la zona oeste permiten entender los constatados con anterioridad en el corte VII de las excavaciones de Woods, donde junto a materiales ya imperiales se recogieron dos divisores cartagineses o sículo-púnicos y dos cuartos de Malaka.
Artículo publicado en Almoraima 59, Revista de Estudios Campogibraltareños
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