El parqué
El mercado se recupera
La fuerza del viento de Levante que sopla desde el domingo en la Bahía de Cádiz ha afectado a la entrada a puerto del Aida Perla, el crucero que tenía previsto su atraque en la ciudad a primera hora de esta mañana.
A pesar de sus dimensiones, casi 300 metros de eslora, al crucero le ha resultado imposible realizar por sí mismo la maniobra de atraque, por lo que dos remolcadores han tenido que salir en su ayuda.
Finalmente, el barco ha podido atracar tal como estaba previsto.
Para este mes de septiembre el puerto de Cádiz tiene confirmado en su web la llegada de un total de 17 buques. El grueso tiene prevista su entrada en el muelle gaditano en la segunda quincena de mes.
La Agencia Estatal de Meteorología prevé fenómenos costeros adversos en toda la costa gaditana asociados a un viento de fuerza 7, con rachas fuertes en el oeste del Estrecho, zona de Trafalgar y temporalmente en la zona Guadalquivir-Cabo de Roche mar adentro. En tierra, en Levante podría alcanzar rachasmáximas de 80 kilómetros por hora.
Según el protocolo impuesto por la Junta de Andalucía, para que puedan darse escalas en la ciudad, los cruceristas deberán bajar del barco y desplazarse en grupos burbuja. Esta medida, impide por tanto, que los pasajeros que abandonen el barco puedan mantener ningún tipo de contacto físico con nadie del exterior del buque, de manera que no podrán entrar ni en comercios ni en establecimientos de la hostelería.
El protocolo dicta que, como norma general, se aplicarán las medidas necesarias para impedir el embarque de personas infectadas, disminuir la probabilidad de transmisión a bordo, detectar de forma temprana los casos y manejarlos adecuadamente hasta su desembarco e identificar y someter a cuarentena a sus contactos estrechos.
Al mismo tiempo, se adoptan medidas para limitar el contacto entre las personas, estableciendo grupos de pasajeros y tripulantes, con horarios diferentes de comida, embarque y desembarque, así como participación en actividades del barco, de tal forma que se produzca la menor interacción posible entre los grupos.
Respecto a la operativa de embarque y desembarque, el operador controlará la temperatura, además de la documentación sanitaria y de hacer un control visual de signos compatibles con la enfermedad. Se discriminarán los casos sospechosos.
Para asegurar la distancia social y evitar aglomeraciones en las terminales, se establecen salidas y entradas escalonadas, y la señalización de los circuitos de flujos de personas tanto para garantizar la seguridad de los pasajeros como de los ciudadanos del puerto que visitan.
También te puede interesar
Lo último
El parqué
El mercado se recupera
No hay comentarios