Así se fraguó en el vestuario la primera victoria de la Balona: arenga, himno y la voz de un capitán
Real Balompédica Linense | Tercera Federación
Los albinegros comparten un vídeo con el momento previo en el que la caseta se conjuró para saltar al césped en Coria
Así queda la clasificación del grupo X de la Tercera Federación tras la 4ª jornada
El fútbol es mucho más de lo que ocurre durante los 90 y pico minutos que suele durar un partido. Cada detalle cuenta durante la semana de preparación a un encuentro. Quienes han tenido el privilegio de compartir un vestuario coinciden en que las horas previas son fundamentales, sobre todo, ese instante en el que los integrantes de la plantilla se concentran para saltar al terreno de juego. La Real Balompédica Linense ha compartido con su gente un momento muy íntimo: la manera en la que se fraguó la primera victoria de la temporada en la caseta del estadio Guadalquivir de Coria, donde los pupilos de David Sánchez remontaron para cantar su ansiada primera alegría en el grupo X de la Tercera Federación.
En poco más de un minuto se puede decir mucho, se puede transmitir lo que seguramente la mayoría de los aficionados no pueden palpar en el día a día. El vídeo que ha publicado la Balona revela el nivel de unión de la plantilla, esa familia de la que tanto habla el entrenador albinegro y que la pone como meta indispensable para alcanzar el objetivo del ascenso.
Pedro Morillo, uno de los capitanes del nuevo plantel de la Balompédica, toma la voz cantante para arengar a sus compañeros: "Noventa minutos. No hay más. Que cada uno piense y haga por lo que ha elegido estar aquí y por lo que lo han elegido", comienza su discurso ante la mirada de los suyos.
"Y quien no se engorile con la gente que hay ahí (por los muchos aficionados que acompañaron al equipo al Guadalquivir de Coria)... No voy a decir la palabra, pero yo he venido para esto, para sentir esto aquí y para que crecer", proclama.
Tras la arenga del futbolista sevillano de la Jara, suena uno de los himnos más tradicionales de la Balona con todos los integrantes del vestuario cantando y saltando, jugadores y cuerpo técnico fusionados en una sola piña. Después pasó lo que pasó sobre el césped con una Balompédica que se vio contra las cuerdas por un penalti, pero que se recompuso y fue capaz de remontar para sacar adelante una situación en la que solo valía la victoria.
Este tipo de vivencias son habituales en los vestuarios de los equipos de fútbol aunque rara vez salen a la luz. Los tiempos cambian y todo evoluciona, también el fútbol. Lo que siempre había sido un entorno cerrado, a veces deja ver por una rendija a las personas que forman parte de una plantilla, futbolistas que cargan el peso de un escudo histórico y que al final dependen de sus aciertos y de errores. Hoy en día, las cámaras de LaLiga entran en las casetas profesionales con naturalidad.
Lo que está claro es que el compromiso se antoja el punto de partida innegociable para cualquier conjunto se llame como se llame. La Balona de David Sánchez ha dejado atrás su primer momento adverso de esta nueva andadura, que a buen seguro no será el último. Los albinegros tienen ahora el reto de brindar una satisfacción a sus aficionados en el Ciudad de La Línea, donde el próximo domingo recibirán al Castilleja CF (18:00). Con resultados, como es lógico, será más llevadero alcanzar esa familia que persigue el técnico.
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