La Real Balompédica Linense, que este domingo empató en Mérida después de verse por detrás en el marcador, lleva casi tres años sin dar la vuelta por completo a un resultado adverso. Su última remontada –ganar tras estar perdiendo– hay que localizarla nada menos que el 30 de octubre de 2016. Desde entonces ha sumado 31 triunfos y en ninguno de ellos necesitó contrarrestar desventaja. En los últimos doce meses solo ha sido capaz de empatar tres veces partiendo de esa situación.

Es difícil analizar si se trata de una cuestión psicológica, futbolística o de puro azar, por cuanto son jugadores muy diferentes los que han vestido la centenaria camisola de la Real Balompédica Linense en los últimos casi tres años, pero lo cierto es que ver a los albinegros por detrás en el marcador y predecir que no acabarán sumando los tres puntos no es precisamente una cuestión que haya que encomendar a avezados futurólogos. Es cuestión de puro recuento.

La demoledora estadística demuestra que la última remontada (entiéndase como tal verse por detrás en el marcador y acabar venciendo, no empatando) hay que localizarla nada menos que al 30 de octubre de 2016. En la undécima jornada de la 2016-17 y en el Municipal. El CD El Ejido se adelantó por medio de Samu del Corral en el minuto 54. Gato (66’) y Stoichkov (87’) dieron el triunfo a los de casa, entrenados por el jerezano Manolo Ruiz. Como si de una premonición se tratase Europa Sur tituló su crónica: “Mucho más que una remontada”.

En aquella campaña la Balompédica firmaría otros nueve triunfos, que se suman a los once de la 2017-18, otros tantos la temporada pasada y los dos que ya ha conquistado en la presente. Ciento seis partidos disputados y 31 victorias, que nunca implicaron dar la vuelta a un marcador adverso. Algo esconde ese dato.

En los 13 triunfos de Roger como técnico balono el rival no anotó

De hecho, en los once triunfos de la 2018-19, ya con Jordi Roger en el banquillo y en los dos de la actual, se repite una circunstancia muy peculiar: el rival siempre se quedó a cero.

Lo que sí ha hecho el equipo albinegro en ese periodo es igualar después de ver como el rival anotaba primero. Tampoco es que se prodigue y además -no deja de ser un dato anecdótico- en el último año natural siempre lo ha conseguido con rivales extremeños de por medio.

Lo hizo este domingo en Mérida con el gol de Tomás de penalti que igualaba el inicial de Álex Jiménez. Y en dos ocasiones en el curso precedente, ambas en La Línea. Frente a Villanovense (Kike marcó para los de casa) y Badajoz (Pirulo, de tacón). En todos estos casos, los partidos acabaron con empate a una diana.