Real Balompédica Linense

Balona, juez sin parte

  • Los albinegros, sin opciones de Copa ni peligro de descenso, solo juegan en las últimas jornadas para no sembrar dudas sobre su conducta ni firmar la peor racha de su historia en Segunda B

El entrenador de la Balona, Jordi Roger, el pasado domingo en el Nuevo Colombino

El entrenador de la Balona, Jordi Roger, el pasado domingo en el Nuevo Colombino / Alberto Domínguez

La derrota por la mínima en el Nuevo Colombino de Huelva del pasado domingo dejó a la Balona ante tres jornadas que son un auténtico trago para cualquier vestuario. Sin opciones reales de jugar la Copa –el último de los objetivos a los que se agarraba después de haberse visto descabalgada de los puestos de liguilla– y sin que peligre su permanencia, los balonos tienen por delante 270 minutos en los que ejercerán de juez sin parte. Tres de esos partidos en los que hagan lo que hagan, recibirán las puyas de según qué rivales.

Los albinegros están a ocho puntos de la séptima plaza, la última que otorga el pasaporte para la Copa del Rey de acuerdo al nuevo formato aprobado el pasado lunes. Y solo quedan nueve por jugarse. La posibilidad de que ni Ibiza ni Marbella vuelvan a sumar siquiera un empate y el equipo de Jordi Roger haga pleno existe, por lo que no se puede decir que matemáticamente ya esté eliminado para esta meta. Pero no deja de ser una cuestión casi quimérica.

Los linenses también están solo ocho puntos por encima del descenso directo y siete de la plaza que condena a jugar la promoción y nadie pone en cuestión que seguirán en la Segunda B una temporada más.

Con ese anodino panorama por delante, los albinegros pueden perseguir dos logros. Por un lado, dado que sus dos primeros rivales (Recreativo de Granada en el Nuevo Los Cármenes y Don Benito en casa) están inmersos en la pelea por la salvación y que el último, el Cartagena, es muy probable que llegue disputándose al menos el puesto en el que accederá a la fase de ascenso, la escuadra de La Línea está obligada a no dejar sombrar sobre su comportamiento deportivo. Para eso debe competir, al menos, al mismo nivel que lo hizo el pasado domingo en el Nuevo Colombino, con independencia de que acabase derrotada.

No será fácil mantener el nivel competitivo para jugadores –algunos de los cuales apenas han disfrutado de oportunidades durante la segunda vuelta– que ya saben que abandonarán el vestuario del Municipal dentro de apenas tres semanas. Es comprensible que sus subconscientes ronde la idea de no caer lesionados, porque de lo contrario podría estar en peligro su futuro a corto plazo.

La otra meta es más una pelea con la historia que otra cosa. La Balompédica está a una derrota de igualar la peor racha de su centenaria historia como equipo de la Segunda división B. El equipo de La Línea hilvanó seis reveses hace la friolera de 35 años y en la presente campaña ya lleva cinco.

En aquella ya lejana 1983-84 los que entrenaba Enrique Alés llegaron a estar siete jornadas sin ganar, en la que sumaron solo un punto. La actual plantilla necesita al menos empatar el sábado en su visita al Recreativo de Granada para no igualar aquellos números sonrojantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios