La empresa Córdoba Demoliciones, que está llevando a cabo el derribo de la visera de la Tribuna del estadio Municipal de La Línea ha comunicado al Ayuntamiento de la ciudad, propietario del recinto, que dicha obra no estará finalizada antes del próximo domingo día diez y que dicha grada debe permanecer cerrada durante la celebración del encuentro de la Segunda división B que ese día disputarán en dicho recinto la Real Balompédica Linense y la UD Melilla. Es decir, que como ya sucedió en el partido entre los albinegros y el Almería B de hace dos semanas, todos los hinchas estarán ubicados en la Preferencia.

Córdoba Demoliciones ha trasladado al Consistorio que se ha encontrado con ”dificultades de ejecución” a la hora de llevar a cabo su proyecto. Una adversidad que se contempla a simple vista, ya que no están siendo derribados los pilares que sustentan el voladizo. Dicho obstáculo impedirá que la obra esté finalizada antes del domingo, como estaba previsto.

Cuando el equipo de Gobierno dio a conocer esta situación a la directiva de la Real Balompédica una de las posibilidades que se barajaron fue que se utilizase solo la parte de la Tribuna que ya está sin techo, pero el responsable que supervisa todo el proceso entiende que es absolutamente inviable, porque no se puede garantizar la seguridad plena de quienes asistan al encuentro.

Todo ello conduce a que la Balona jugará su segundo partido en casa consecutivo con todos los aficionados en Preferencia.

El presidente de la Balompédica, Raffaele Pandalone, tiene previsto comparecer este miércoles para valorar ante los medios de comunicación todos los apartados relacionados con esta información.

Un informe emitido por los técnicos municipales a mediados del pasado mes de septiembre, en el que se advertía del peligro de la caída de cascotes y de la necesidad de derribar la visera ha mantenido cerrada desde entonces la parte alta de la Tribuna. Los aficionados se ubicaron en la zona inferior, en una grada supletoria.

Europa Sur ya informó el pasado 22 de enero de que se apreciaban retrasos en los tiempos de ejecución de la obra, lo que provocaba incertidumbre en el seno de la Balona. El 14 de noviembre también predijo que la obra no estaría terminada, como muy pronto, hasta finales de febrero.