Este miércoles, 14 de abril, quedará señalado en el calendario como el día del simbólico comienzo de la actividad sobre el suelo de reconstrucción Municipal de La Línea, que conducirá a que la ciudad y su inquilino, la Real Balompédica Linense, cuenten con un moderno estadio de unos 8.000 espectadores allá por 2023. La UTE responsable de la elaboración del proyecto lleva a cabo desde esta mañana catas para conocer las condiciones del piso.

Después de que el pasado 30 de marzo el Ayuntamiento anunciase formalmente que había adjudicado la redacción del proyecto  de rehabilitación del recinto deportivo a la Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por la jerezana Ingenio Arte Arquitectura y la gaditana dproyectos Estudio De Arquitectura Y Urbanismo, ésta ha iniciado a primera hora de este miércoles las catas para conocer el estado del suelo sobre el que tendrá que trabajar la compañía que lleve a cabo la obra, cuyo proceso de adjudicación arrancará a comienzos de junio.

El objetivo del equipo de gobierno es que la demolición de los fondos, que será el primer paso, se lleve a cabo antes de que finalice el presente año.

Una cata no es más que “un pozo efectuado en el terreno o excavación que se realiza para determinar si ese suelo es apto para la construcción, del mismo modo se determina la profundidad del nivel freático”, que en La Línea, dada la cercanía del estadio con el mar es una cuestión especialmente trascendente.

La denominada reconstrucción del estadio, que de facto no es más que la construcción de uno nuevo sobre la misma huella y resperando el terreno de juego, tiene un presupuesto de 4,5 millones de euros que son aportados en tres plazos por la Diputación Provincial.