Si el nuevo entrenador de la Real Balompédica Linense, Miguel Rivera, es capaz de conseguir que los futbolistas hagan suyo su mensaje con la misma facilidad que este jueves se metió en el bolsillo a los aficionados albinegros que acudieron a su presentación, los balonos pueden ir rascándose el bolsillo para adquirir los abonos, porque espera una temporada de muchas satisfacciones. Lo curioso no es que para arrancar el primer aplauso como míster de los albinegros el malagueño apenas necesitase seis minutos, lo subrayable es que lo hizo apelando a conceptos tan sencillos como la humildad y la unidad (esto de forma repetitiva) como vías para conseguir el éxito.

Miguel Rivera dijo que la masiva presencia de hinchas le ayudaba a comprender “desde el principio dónde vengo”. “Ojalá esté a la altura de lo que ustedes se merecen”.

“Mucho más allá de la categoría en la que milite, la categoría de los clubes está en su gente”, recalcó. “Para mí es un auténtico honor, con letras mayúsculas, ser entrenador de la Balona, formar parte de este club. Conozco esta tierra desde hace muchísimos años, entre otras cosas porque hice el servicio militar en Ballesteros [en el recinto que ahora acoge la Escuela de Magisterio]”.

Rivera expresó su agradecimiento a Andrés Roldán y a Mario Galán y añadió: “Siempre que voy a un club trato de que sea como mi segunda casa, integrarme en su sociedad, en la cultura y la historia de la ciudad”.

El míster, que expresó su “infinito agradecimiento” a Melilla y a la UD Melilla, su último equipo “porque allí me trataron de maravilla”.

“Tengo que trabajar muchísimo para convencer a todos los que formemos parte de este proyecto de lo importante que es que caminemos unidos para lo que seamos capaces de conseguir”, agregó. “Cada vez que alguien quiera tirar por un camino diferente no lo pagará Miguel Rivera, lo pagará la Balona. Tenemos que sumar todos, cada uno de ustedes (dijo mirando a los aficionados presentes) son inmensamente importantes”.

“Construir un proyecto como el que queremos levantar solo podremos hacerlo si somos capaces de ensamblarnos, de unirnos para que seamos invencibles como equipo y como familia lo conseguiremos, como hicimos en Melilla”, donde condujo al equipo azulino a la Primera Federación.

“Les vamos a necesitar, sobre todo en los momentos difíciles y no olviden que construir es muy difícil y destruir es capaz de hacerlo hasta el más inculto”, recalcó. “Siéntase protagonistas, sé que quieren a este club, por eso están aquí y sé lo que son capaces de dar”.

“Soy consciente de que tenemos que trabajar mucho y eso es lo que vamos a hacer, implicar a todo el mundo y aunque a veces es cierto que en el fútbol no se logra lo que se persigue, que nadie dude de que vamos a dejar hasta la última gota de sangre y esfuerzo por este club”, añadió. “Siempre he hecho lo mismo, trabajar, trabajar y trabajar”.

El nuevo entrenador elogió el nuevo estadio Ciudad de La Línea (oficialmente aún Municipal), del que dijo: “Tiene que ser nuestro santuario. Muchas gracias al equipo de gobierno por dejarlo tan bonito"