La Real Balompédica Linense afronta las cinco últimas jornadas de la presente campaña a cinco puntos de las plazas de play-off del grupo IV de la Segunda Federación, pero con el hándicap (notable) de que hay cuatro equipos que le preceden en la lucha por las dos plazas aún vacantes en esa fase de ascenso. De ahí que el choque que disputa este domingo (17:00) en La Condomina ante el UCAM Murcia -con el que está empatado a puntos- alcance el carácter de última oportunidad por sumarse a esa pelea. Conscientes de que no es un objetivo fácil, los albinegros empiezan a mirar de reojo a la posibilidad de disputar la próxima edición de la Copa del Rey, para la que en este grupo podría conseguir plaza hasta el séptimo clasificado.

El reglamento de la Federación Española de Fútbol otorga plaza en la Copa del Rey a “los cinco primeros equipos no filiales de cada grupo de Segunda RFEF (25 en total)”, que generalmente suelen ser los que ascienden de manera directa y los cuatro que disputan el play-off.

Sin embargo, esta temporada en el grupo IV se da una circunstancia muy particular. Por lo pronto se puede dar por hecho que la sexta plaza supondrá un pasaporte para el torneo del KO, ya que el actual líder, Sevilla Atlético, aventaja en 14 puntos al sexto clasificado con 15 por jugarse. Vaya, que a falta de la confirmación matemática ya se puede dar por hecho que estará entre los cinco primeros. Es más, los medios hispalenses ya le ven como clarísimo candidato al título y, por ende, al desembarco a la Primera Federación.

El otro filial en la zona noble (que por lo tanto está oblihado a renunciar a estar en el bombo) es el Betis Deportivo. En la actualidad es cuarto, con 44 puntos, los mismos que el quinto (Estepona) y el sexto (Orihuela) y dos más que el Águilas (séptimo). Es obvio que con 15 puntos por dirimirse no se puede dar por hecho que el equipo que ahora entrena Arturo García Muñoz (Arzu) vaya a acabar entre los seis primeros. Pero si eso sucede la plaza copera descenderá aún un peldaño más, hasta la séptima. Ojo, si el filial de las trece barras acaba séptimo, solo estarán en la Copa los cinco equipos que no sean el Sevilla Atlético y que ocupen plaza entre la primera y la sexta posición.

Sea cual sea el resultado que coseche este domingo en Murcia ante el conjunto católico, esta opción puede abrir una ventana para que la Balompédica tenga un objetivo por el que pelear en el último mes de competición.

Sería, además, un logro con dos matices importantes. Por un lado, apetece mucho a una afición ver a su equipo en una cita en la que no participa desde que cayó eliminado el 23 de diciembre de 2020, cuando fue eliminado por el Haro Deportivo (2-1) en suelo riojano, después de haberse adelantado en el marcador, merced a un tanto en el minuto 94.

Por otra parte la campaña 2024-25 será la del estreno del Ciudad de La Línea una vez finalizado y es complicado pensar en un mejor escenario para ese hecho que una eliminatoria del conjunto balono con un rival de campanillas, aunque para eso tuviese que superar alguna ronda.

A todo esto ha hecho referencia este viernes el entrenador, Antonio Fernández Rivadulla, en su comparecencia ante los medios previa al duelo con el UCAM Murcia.

“El fútbol le vuelve a dar una oportunidad a mis jugadores de reivindicarse”, dijo el míster. “Hubo una fase en la que estábamos más cerca de abajo que de arriba y de lo que tenemos que ser conscientes es de que tenemos que conseguir la salvación matemática lo antes posible y una vez lograda intentar llegar al puesto que nos precede, que es el séptimo, que ahora mismo es Copa del Rey y después ya veremos”.