En espera de que se haga oficial la composición de los grupos de la Segunda Federación y, por lo tanto, se conozcan los 17 rivales de la Real Balompédica en la campaña 2023-24 lo que nadie baraja es que los diez conjuntos andaluces compitan por separado. Uno de ellos es el Atlético Antoniano de Lebrija (Sevilla) y en su banquillo estará un viejo conocido del equipo de La Línea, el jerezano Diego Galiano, quien defendió los colores del conjunto albinegro en la campaña 2008-09 y que ha sido el artífice del ascenso del equipo sevillano a la cuarta categoría del escalafón nacional.

Diego Galiano desembarcó en la Balona procedente del Logroñés en el verano de 2008 y vivió aquella anómala temporada en Segunda división B que comenzó bajo el mando de José Luis Burgueña y acabó con el descenso a Tercera de los albinegros, que además estaban envueltos en un profundo problema económico.

Después de pasar por el banquillo del Guadalcacín en la División de Honor Andaluza, Galiano desembarcó en el Antoniano en enero de 2022 para relevar a Manu Fidalgo y obró poco menos que un milagro deportivo. En ese momento su equipo era penúltimo de su grupo en Tercera Federación con 12 puntos y alcanzó la permanencia con 34, lo que le valió para que el club determinase la renovación del preparador. En aquella primera andadura el jerezano dirigió 15 partidos con un balance de seis triunfos, cuatro empates y cinco derrotas.

En la 2022-23 se proclamó contra pronóstico campeón del grupo X de Tercera RFEF, por delante de rivales que habían apostado fuerte como Puente Genil, Ciudad de Lucena o Xerez Deportivo. Estos dos últimos ni siquiera alcanzaron la fase de ascenso. El Antoniano, que consumó su ascenso con un 0-5 sobre un Coria descendido, alcanzó los 60 puntos (19 victorias, nueve empates y solo cuatro derrotas).

La entidad rojiblanca hizo pública su renovación antes de que finalizase el mes de mayo y ya trabaja en la confección de su nueva plantilla.