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El presidente del Consejo de Doñana advierte sobre el polémico deslinde

Enrique Mateos confía en que prevalecerá el sentido común en la delimitación marítimo-terrestre de la marisma, tras enviar una queja formal a la ministra Sara Aagesen

Considera que el número de hectáreas que deberían incluirse tendrían que ser "sustancialmente menor" a las 118.772 previstas en el proyecto

El Consejo de Doñana rechaza el deslinde de la marisma propuesto por el Gobierno

Imagen de la finca Los Mimbrales en el Parque Nacional de Doñana. / Antonio Pizarro
Redacción Andalucía

03 de diciembre 2025 - 13:45

El presidente del Consejo de Participación de Doñana, Enrique Mateos, ha manifestado su confianza en que en el controvertido deslinde de los bienes marítimo-terrestres del espacio natural "se imponga el sentido común" y se proceda a una rectificación que considere la verdadera naturaleza ecológica e histórica de Doñana. Esta declaración llega después de que, la semana pasada, Mateos enviara una queja formal a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, denunciando irregularidades en el procedimiento de aprobación del deslinde, que ha omitido el preceptivo informe del Consejo de Participación.

Mateos ha recordado que, aunque el deslinde es obligatorio por ley, debe realizarse con criterios diferentes a los aplicados actualmente por la Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). "El propio Consejo de Participación dice claramente que hay que hacerlo pero con criterios correctos, no se están basando en el conocimiento real que se tiene de la ecología y la historia de Doñana", ha puntualizado el presidente del organismo que vela por la conservación de este espacio natural único en Europa.

Según ha explicado Mateos, desde el inicio del proceso han sido numerosas las alegaciones presentadas advirtiendo sobre los errores en la delimitación propuesta. El presidente considera que el número de hectáreas que deberían incluirse en el deslinde tendría que ser "sustancialmente menor" a las 118.772 contempladas en el plan aprobado, si se tienen en cuenta únicamente las marismas con influencia mareal real. Además, ha alertado de que, de llevarse a cabo tal y como está planteado, "Doñana cambiará" y se transformará en "otro sistema, que estará también conservado, pero ya no será la Doñana actual que internacionalmente se reconoce como laguna interior de agua dulce".

La controversia generada por este deslinde ha alcanzado niveles institucionales, con la Junta de Andalucía anunciando un recurso contencioso-administrativo contra la orden ministerial. Esta medida fue anunciada la semana pasada por el presidente andaluz, Juanma Moreno, y cuenta con el respaldo de Mateos, quien considera que la actual delimitación "va en contra del criterio técnico, científico, histórico... de todo lo que se conoce como Doñana".

El presidente del Consejo de Participación ha manifestado su confianza en una resolución favorable: "Confío en que lleguemos a esa situación, que haya una rectificación y se haga bien y, sobre todo, que se haga ahora en la fase que actualmente estamos en la que aún queda recorrido administrativo". Asimismo, ha destacado su fe en el buen sentido que hasta ahora ha demostrado el Ministerio para la Transición Ecológica.

Esta disputa sobre la delimitación del espacio natural se produce en un momento crucial para Doñana, que en los últimos años ha enfrentado diversos desafíos medioambientales, incluyendo períodos de sequía y presiones urbanísticas y agrícolas en su entorno. La correcta delimitación de los bienes de dominio público marítimo-terrestre resulta fundamental para garantizar la adecuada protección legal y gestión de este espacio reconocido internacionalmente.

De consolidarse la delimitación propuesta por el Ministerio para la Transición Ecológica, que abarca 118.772 hectáreas, las consecuencias para Doñana serían significativas. Según ha advertido Enrique Mateos, la actual propuesta de deslinde podría alterar fundamentalmente la naturaleza del espacio protegido, transformándolo en "otro sistema" diferente al actualmente reconocido.

Esta transformación no solo tendría implicaciones ecológicas, sino también jurídicas y administrativas. El cambio en la caracterización legal de gran parte del espacio como dominio público marítimo-terrestre modificaría los regímenes de protección y gestión aplicables, así como las competencias de las diferentes administraciones sobre el territorio.

Expertos en ecología y conservación han señalado que la correcta delimitación debe basarse en estudios científicos rigurosos que determinen con precisión qué áreas están realmente influenciadas por las mareas, evitando generalizaciones que no se corresponden con la realidad ecológica del espacio. La decisión final sobre este deslinde marcará un precedente crucial para la gestión futura de espacios naturales complejos como Doñana.

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