Andalucía

Susana Díaz baraja el 22 de marzo como fecha del adelanto electoral

  • La presidenta alega que no hay "estabilidad" en la coalición que gobierna la Junta. Sólo la retirada del referéndum por parte de IU podría impedir el anticipo de las elecciones.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, baraja el 22 de marzo como la fecha más probable para celebrar las elecciones autonómicas en Andalucía, que se adelantarían, de este modo, en un año sobre el calendario previsto. Desde el pasado otoño, Susana Díaz había avisado de que su Gobierno aguantaría mientras hubiera estabilidad, pero la coalición llegó a superar la prueba más difícil al aprobar los Presupuestos de 2015. Sin embargo, desde primeros de enero todo ha encallado: primero, fue el referéndum que IU anunció para junio sobre su salida del Ejecutivo; después la visita del vicepresidente Diego Valderas al Sahara -casi anecdótico- y, por último, unas declaraciones del diputado de IU Alberto Garzón sobre la propia presidenta en las que la llegaba a calificar de "indecente" por utilizar el viaje a los campamentos saharauis como un tema de fricción entre ambos partidos. Susana Díaz lo proclamó ayer desde Jerez: en estos momentos, "el Gobierno no tiene estabilidad". "Evidentemente", subrayó, y a continuación, remató con lo obvio: si esa estabilidad no se recupera, habrá adelanto electoral. De este modo, la presidenta dejó casi sentenciada a la coalición. Como el PSOE se encuentra en minoría en el Parlamento, la salida más adecuada a la ruptura son las elecciones anticipadas.

El único modo de frenar el adelanto sería lo que los socialistas llaman "un gesto" por parte de IU, y ese gesto sólo puede ser la retirada del referéndum del mes de junio. Los problemas entre la coalición se hicieron patentes a partir de la asamblea de diciembre en la que IU decidió convocar ese referéndum si el Gobierno no aprobaba un conjunto de leyes previamente pactadas. La asamblea se celebró justo un día antes de aprobar el Presupuesto, y el PSOE intuyó que se abría una brecha de inestabilidad. La opinión de la presidenta es que IU saldrá del Gobierno en junio, sí o sí, si sus resultados de las elecciones locales son malos con independencia de lo que ocurra con esas leyes.

Para que las elecciones se celebren el 22 de marzo, Susana Díaz aún dispone de una semana, hasta el próximo martes, para convocarlas. Entre el día de la firma de la convocatoria y el de la celebración deben mediar 54 días, de modo que no se espera ninguna decisión hasta la próxima semana, aunque ya todos dan por hecho el adelanto electoral. A su vez, el día de las elecciones y el de las municipales, ya convocadas para el 24 de mayo, deben estar separados dos meses.

El comité de enlace entre los dos socios se reunió ayer en el Parlamento andaluz, hablaron con sinceridad, pero los socialistas transmitieron a IU que necesitan un giro radical para volver a confiar en que darán estabilidad al Ejecutivo. La semana pasada, el socialista Juan Cornejo, número dos del PSOE andaluz, habló con el líder de IU, Antonio Maíllo, y ambos quedaron en rebajar la tensión después de que el vicepresidente Diego Valderas anunciase que congelaba su viaja al Sahara. Sin embargo, el viernes, el diputado Alberto Garzón se despachaba con unas declaraciones contra la presidenta. Garzón no es un cualquiera en IU, probablemente será el candidato de su formación a las elecciones generales y ha sido citado por Susana Díaz como el culpable de una estrategia que pasa por distanciarse de la coalición.

Es cierto que en la convocatoria de las elecciones hay algo de construcción del relato por parte del PSOE, pero IU se lo ha puesto bastante fácil en las últimas semanas. "O se está dentro del Gobierno o se está fuera", es la frase más repetida por los negociadores socialistas. En IU, sin embargo, no ven motivos para el adelanto, aunque hay quien defiende la salida. "En estos momentos no hay ruptura", dijo Maíllo al salir de la reunión del comité de enlace. Él y el vicepresidente Diego Valderas, uno de los más firmes defensores del pacto, se reunieron en el Parlamento con Juan Cornejo; el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, y el portavoz Mario Jiménez. Se sumó su homólogo de IU, José Antonio Castro.

Hay una última causa para el adelanto electoral que Susana Díaz reveló en Jerez, y que ya había sido apuntada por otros socialistas: el miedo a que la coalición se proyecte como un bipartito descoordinado como le ocurrió al Gobierno tripartito que presidió Pascual Maragall en Cataluña o como le pasó al ex alcalde hispalense Alfredo Sánchez Monteseirín en su último mandato cuando IU le marcaba el paso un día sí y el otro, también. Susana Díaz no nombró estos casos, pero sí el del actual Gobierno catalán, donde "hay dos dirigentes" en "un sainete a ver cuál consigue la hegemonía nacionalista, soberanista e independentista". También hay razones más personales, aunque de ámbito político. Susana Díaz desea gobernar en solitario y necesita refrendarse ante las urnas por si este mismo año da el salto a la política nacional en competencia con su secretario general, Pedro Sánchez.

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