Pilar Cernuda
La mayor corrupción jamás conocida
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La Policía Nacional ha asestado un nuevo golpe al narcotráfico con epicentro en Algeciras en el marco de la operación Bucos. En menos de una semana, los agentes han intervenido más de 11 toneladas de hachís en dos operaciones desarrolladas entre Málaga y el puerto algecireño, uno de los puntos neurálgicos del tráfico de drogas entre Marruecos y Europa. Lo más sorprendente de estos operativos no ha sido solo la magnitud del alijo, sino la imaginación de los narcotraficantes: la droga viajaba escondida entre muebles, en dobles fondos… y hasta camuflada bajo toneladas de melones.
En total, diez hombres han sido detenidos y enviados a prisión provisional como presuntos responsables de delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas, según ha informado este martes la Policía Nacional. Las investigaciones han estado dirigidas por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar, y han contado con la colaboración de la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos, lo que permitió identificar a la organización criminal con ramificaciones en ambos países.
El operativo más llamativo se desarrolló el pasado 10 de septiembre en Málaga. Los investigadores detectaron un tráiler frigorífico que había desembarcado el día anterior en el puerto de Algeciras procedente de Tánger. Como medida de seguridad, la organización criminal utilizaba dos vehículos lanzadera para vigilar el recorrido y dar aviso de cualquier control policial.
Cuando los agentes interceptaron el camión, descubrieron que la mercancía declarada —palés de melones— escondía un gigantesco alijo de 9.300 kilos de hachís. En la operación fueron detenidas seis personas, todas ellas enviadas a prisión.
La segunda operación, iniciada en agosto, se centró en una furgoneta que también desembarcó en Algeciras procedente de Marruecos. Tras seguir su rastro hasta Málaga, los agentes comprobaron que iba acompañada de un coche lanzadera con dos ocupantes que vigilaban la ruta para esquivar a la policía.
Dentro del vehículo los investigadores encontraron muebles cargados de droga: fardos de arpillera, paquetes envueltos en plástico y hasta dobles fondos en el suelo. La intervención se saldó con 1.825 kilos de hachís incautados, 14.000 euros en efectivo, cuatro vehículos, ocho teléfonos móviles y la detención de cuatro personas, también enviadas a prisión.
Ambas operaciones confirman la importancia del puerto de Algeciras en las rutas del hachís hacia Europa. Las organizaciones criminales intentan introducir la droga camuflada en mercancías legales, aprovechando el enorme volumen de tránsito que se mueve cada día entre África y España.
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