La reparación de los actos vandálicos cuesta unos 200.000 euros cada año

El Ayuntamiento de Algeciras ha decidido plantar cara de una manera mucho más decidida a los actos vandálicos que, si bien hasta ahora no eran objeto de preocupación, de un tiempo a esta parte han extendido sus actividades hasta hacerlas insoportables para las arcas locales. De hecho, tal y como ha podido conocer Europa Sur de fuentes municipales, la reparación de los destrozos que causan en el entorno urbano, le cuesta al consistorio -y a todos los algecireños porque sale del aporte de los impuestos- cerca de 200.000 euros anuales. Esa cantidad sale de sumar la reposición de elementos dañados, tales como papeleras y contenedores, los gastos de pintura que los encargados de mantenimiento se ven obligados a utilizar para tapar los grafitis y el montante de las patrullas de la Policía Local de Algeciras en las zonas donde este tipo de actos se dan con una mayor frecuencia.

Así, por ejemplo de papeleras dañadas se realizan unas 300 reposiciones al año, resultante de la quema, robo o destrozo de las mismas. Cada una de ellas tiene un coste estimado de unos 50 euros. En cuanto a contenedores los hay de dos tipos: los de carga trasera tienen un coste de unos 250 euros cada unidad y se reponen unos 50 al año; los de carga lateral son todavía más costosos y le cuestan al Ayuntamiento unos 1.000 euros cada uno; se reponen una media de 20 unidades cada año. Tan solo en papeleas y contenedores, el gasto anual llega a alcanzar casi el montante de los 50.000 euros.

José Ángel Hernández, responsable de mantenimiento del Ayuntamiento de Algeciras, reconoce que para reparar las paredes dañadas por los grafitis "todos los meses se destinan un total de 1.000 euros en pintura, ya que como utilizan colores muy chillones, son necesarias varias manos para poder dejar la pared en su estado original". Su trabajo se desarrolla de manera primordial en "zonas como San García, el Paseo Marítimo y la zona baja, es decir en una zona que iría desde la playa de Getares hasta el centro de la ciudad". Tiene incluso identificados a aquellos que son más activos: "Hay uno que firma con las iniciales de SPLA que en estos momentos deja su huella en varias zonas de la ciudad; tan pronto como tapamos una, aparece en otro lugar y a veces con mensajes en los que se nos reta a atraparle".

En lo que se refiere a las intervenciones de la Policía Local, el Ayuntamiento señala que "ocupan un tiempo parcial del turno de cada una de las patrullas que intervienen para sofocarlos y aunque una parte de ellos se pueden enmarcar en las demandas del programa denominado Policía de Barrio y de lo que se conoce como requerimientos ciudadanos, son de difícil discriminación al menos desde un punto de vista administrativo". interviniente".

Fuentes municipales reconocen que el mayor esfuerzo del cuerpo policial lo constituyen las labores preventivas, mediante el establecimiento de servicios de vigilancia en las zonas no autorizadas de concentración de jóvenes, lo que se conoce como patrullas de dispersión. Asimismo se ponen en funcionamiento trabajos de vigilancia en las zonas habilitadas por el Consistorio para la concentración de jóvenes en la vía pública, en concreto para las del botellón, a los que hay que añadir los dispositivos en fechas concretas.

En cuanto a su coste, los servicios ordinarios de fin de semana se dividen en dos patrullas de dispersión por noche (430 servicios) con un coste de 68.800 euros, más las destinadas al botellón (216 servicios) que cuestan 34.500 euros y los 150 servicios extraordinarios, 24.000 euros en total. El montante global asciende pues a 127.360 euros.