Menores como mano de obra barata para las tareas más duras, ordenados sin miramientos a embarcarse en medio de un temporal para alijar hachís. La red dedicada al narcotráfico de Agapito El Rubio, desarticulada a mediados de este mes de abril, utilizaba a adolescentes para cargar con los fardos de hachís en las playas e incluso para navegar en las narcolanchas bajo condiciones meteorológicas extremas. 

Así lo han constatado los investigadores de la Operación Tuerca, desarrollada conjuntamente por la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera desde el pasado mes de octubre en Algeciras. Con más de un centenar de teléfonos pinchados, los agentes comprobaron a lo largo de varios meses de seguimiento que numerosos jóvenes menores estaban integrados en la organización encabezada por El Rubio, quien a su vez se valía de su hijo, también menor de edad, como lugarteniente y captador. 

En total 37 personas fueron detenidas, de las que 14 han ingresado en prisión, entre ellas su supuesto líder, miembro del Clan del Chatarrero asentado en las barriadas de El Saladillo y La Piñera. Y otros tres menores de edad también fueron arrestados, entre ellos su hijo, de 17 años. 

Agapito El Rubio, nacido en 1985, arrastra un amplio historial delictivo en el mundo del tráfico de drogas a pesar de no haber llegado a los 40 años. Ahora, además de los delitos por narcotráfico se le sumará una imputación por un supuesto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, ya que uno de los tres menores detenidos, un chico de 13 años, es un inmigrante en situación irregular en España.  

Una goma varada en la costa, repleta de bidones llenos de polen de hachís.

El hijo de El Rubio, el menor extranjero y un tercero de 16 años no eran los únicos que formaban parte de la trama delictiva. Entre los 37 detenidos hay varios jóvenes que cumplieron los 18 años entre el pasado octubre, cuando se iniciaron las pesquisas, y este mes de abril. Y tanto en la Policía como en Aduanas están convencidos de que había más menores a tenor del contenido de las conversaciones intervenidas, según han explicado fuentes de la investigación a Europa Sur. Entre otros motivos, porque reciben pagos inferiores por sus tareas y por la imposibilidad de pisar la prisión e, incluso en algunos casos, de ser imputados. 

Al clan de El Rubio, las autoridades logararon abortarle la entrega de seis alijos de hachís en las playas de Getares y el Faro de Punta Carnero. En uno de los casos, según ha podido saber Europa Sur, la tripulación de la narcolancha estaba formada por menores que salieron a navegar en un día de mala mar. Incluso durante la investigación se localizó una embarcación naufragada de cuya tripulación nada se sabe. Es decir, el grupo exponía a los menores a un riesgo constante. 

En total, las autoridades han intervenido 5.264 kilogramos de hachís de gran pureza por su contenido en THC valorado en unos 12 millones de euros, ocho embarcaciones durante las aprehensiones, 18.000 euros en efectivo, joyas y efectos valorados en otros 50.000 euros y material de vigilancia y comunicaciones como visores térmicos o teléfonos satélite. 

Una de las prácticas de la banda de Agapito era rellenar bidones con polen de hachís -como se observa en el vídeo adjunto a esta información- para hacer creer que, en vez de esta sustancia, transportaban gasolina, una actividad que la legislación española considera una falta administrativa, no un delito.

Además, la investigación patrimonial inmediatamente posterior a las detenciones ha logrado bloquear cinco inmuebles, 34 vehículos y localizar otras 12 embarcaciones con un valor aproximado de 1 millón de euros en patrimonio.