Mayte Martín y José Carlos Gómez contagian su compromiso

Una barcelonesa reconocida, con muchos años de trayectoria entre el flamenco y los boleros, Mayte Martín, y un algecireño criado entre grandes artistas del cante y la guitarra en su ciudad, José Carlos Gómez, ofrecieron una noche deliciosa en el XI Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía. Expusieron, cada uno con su motivación, su compromiso con un arte que comparten con sensibilidad y respeto a la herencia recibida y admirada.

El eco antiguo se abrió camino en cuanto cantó Mayte Martín. Bastaba entonar por cantes de Almería - Tarantos, Minera y Levantica - para que pudiera empezar a pensarse en una gran noche flamenca. El cante es también saber gobernar los silencios, esos oasis que existen entre las letras cantadas, que permiten entender la profundidad de lo que se expresa.

Pudiera ser buena predisposición por saber quién es Mayte Martín en el panorama flamenco, acompañada como fue en la noche algecireña, y de forma excelente, por el guitarrista jerezano José Gálvez, pero la buena esperanza se convirtió en certeza. "Voz de terciopelo", comentó un aficionado. Siguió por Malagueñas, alargando los tercios. No hizo falta gritar, sino decir cantando lo que se quiere decir. El compás arrancó olés entre el público.

Continuó por Soleá de Manolo Caracol, "ay las penitas mías por los arroyuelos". Gálvez, guitarrista del barrio jerezano de Santiago, puso las notas siempre donde debía, con la sabiduría de un maestro, sabiendo que esos momentos eran cosa de dos, y por encima la voz de la cantaora, "ay gitana, que estás loquita por mí".

"Un poquito por Seguiriyas", anunció Martín, y el jerezano arrancó con compases muy gitanos. Puesta en el brete en entrevista con Europa Sur, Mayte Martín eligió la Seguiriya como el palo más completo, en su opinión, porque "lo tiene todo". Se gustaron los dos, cantaora y guitarrista, y lo supieron transmitir a quienes acudieron al parque María Cristina.

Encararon Tientos por Tangos cuando el viento movía las hojas de las plantas. Poco importó a quién escuchaba, deleitado con la entrega de tan buen flamenco. Los tangos fueron de la Niña de Los Peines. Cumplió Martín con lo que anunció, cantes antiguos. Se despidió por Bulerías con mucha magia, divinas, culminadas con letra de bolero, todo un guiño. "Espero que no tardemos en volver a vernos", dejó dicho. Sí, nació un compromiso, como cantaba Machín.

De vuelta a casa

José Carlos Gómez comenzó con Calle San Francisco, con su toque y con su voz. "María le canta coplillas... Ya cantan los ruiseñores, y en Algeciras ha nacido", con palmas, jaleos y percusión. Todo suena a Algeciras, y como sostiene el propio guitarrista y compositor, en homenaje a las personas con las que creció y aprendió, desde Tío Evaristo y Tío Mollino, pasando por Andrés Rodríguez, Canela de San Roque, Antonio Madreles, y con don Antonio Sánchez, Luzía Gomes, Paco de Lucía y toda la familia juntos.

Fue un viaje cálido, un concierto dedicado al periodista Juan Carlos Narváez, ex director de Radio Algeciras y Radio Huelva, de la Cadena SER, fallecido hace semanas. "Era de esas personas que Algeciras no se puede perder", dijo Gómez, en un acto noble que le honra.

Hubo momentos para todo, y siempre para transitar por la memoria de Paco de Lucia, sus rincones y su obra, su magnífica obra que tiene herederos como ese niño que un día miraba la televisión en blanco y negro, y con el tiempo compuso "Las Huellas de Dios".

Fue noche de gala, con una formación que contó con el cantaor Rafael de Utrera como artista invitado; Abel Arana al baile; a las palmas, Francisco Roca; a la flauta y a la armónica, Manuel Peralta; a la guitarra, al cante y a las palmas, Dani Bonilla, y también a las palmas y dos percusiones con Álex Fernández y Paco Vega.