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Con influencias modernistas

El edificio forma parte del conjunto de casas "fin de siglo" que se conserva en la ciudad. Es un inmueble notable, según su catalogación, por la composición de huecos, su rica fachada y por su singular escalera

El inmueble, de tres plantas, ocupa el número 17 de la calle Tarifa y hace esquina con la calle Cayetano del Toro.

17 de julio 2011 - 01:00

A la altura del número 17 de la calle Tarifa se encuentra uno de los numerosos edificios que están incluidos en el catálogo de elementos protegidos del municipio de Algeciras. Hace esquina con la calle Cayetano del Toro y aunque actualmente está deshabitado, desde que se construyó se dedicó a uso residencial y comercial. La casa es de finales del XIX y tiene un gran interés arquitectónico. Está considerada de grado 2 en el catálogo del Plan General Municipal de Ordenación de Algeciras y en él figura como ficha 2.13.

Es una casa de vecinos, en la que ya no queda ninguno desde al menos hace dos años. Sí se mantienen en sus bajos varias actividades comerciales, entre ellas una pequeña tienda de chucherías y, en la fachada que da a Cayetano del Toro, la farmacía García Alcalá, familia propietaria de dicho edificio.

Esta casa, de dos plantas superiores además de la baja, se encuentra ubicada al final de la calle Tarifa, "camino desde la entrada histórica del casco antiguo hasta la plaza del mercado", tal y como queda enmarcado en el catálogo municipal. Se trata de un edificio de autor desconocido, de tres plantas en esquina, entre medianeras. Dispone de una escalera centrada en la fachada principal de la céntrica calle Tarifa.

Como sistemas constructivos y ornamentales, destacan los muros de carga y una azotea plana. El edificio dispone de una fachada totalmente revestida de azulejos de tonos claros, con cornisas y repisas de balcones de piedra. La escalera tiene enorme interés, según se destaca en el catálogo. En las fachadas se observa que todos sus balcones se encuentran cerrados o con las persianas bajadas.

Las paredes y el plano inferior de la losa de la escalera van revestidos mediante azulejos biselados y los hay tanto blancos como de color. Los peldaños son de mármol y de madera con mampedán metálico en las plantas superiores. En ella, la barandilla es de fundición de hierro de gran riqueza decorativa y contiene pilastras y pasamanos de madera noble. La reja de la entrada es de hierro forjado con motivos modernistas. Igualmente, destacan los azulejos que incorporan dibujos modernistas en zócalos del portal. Igualmente las viviendas aportan ventanas de madera hacia la caja de la escalera.

El estilo de este edificio viene catalogado como de "fin de siglo", y forma parte del conjunto de casas que de este tipo se conserva en la ciudad. Incorpora además influencias modernistas.

También se hace alusión a las modificaciones sufridas por el edificio a lo largo de los años. En este sentido, ya se consideró hace bastantes años que la decoración y la rotulación comercial existente en la planta baja era inadecuada", por ello se recomienda la eliminación y adecuación de estas decoraciones y rótulos. Con todo, se consideró que su estado de conservación es bueno.

Precisamente, el presidente de la asociación La Trocha, Antonio Correro, destacó como objeto totalmente "invasor" la existencia, todavía, del rótulo de la farmacia, que se encuentra incoporado a uno de los balcones de la primera planta. Correro consideró que cualquier tipo de rotulo "es ilegal" y como tal este colectivo lo denunció en su momento y "esto forma parte de las 170 agresiones leves que sufre el patrimonio algecireño", aseguró.

También recordó que en el año 2004, en la comisión asesora para al conservación del patrimonio histórico de Algeciras, se denunciaron "unas obras ilegales", consistentes en la demolición de "un antiguo castillete", acción que sin embargo luego quedó certificada positivamente por parte municipal.

Fuentes relacionadas con la propiedad, destacaron a este diario el buen estado del edificio, aunque reconocieron la necesidad de un repaso exterior. Recordaron igualmente que hace unos años se rehabilitó la cubierta superior, que se había caído.

Con todo, también hay que destacar el gran esfuerzo económico que supone mantener o rehabilitar un edificio de estas características. Como cualquier otro edificio catalogado, en este tampoco se pueden alterar sus elementos originales en el exterior, portal y escalera.

Como valoración de sus elementos, en el catálogo municipal se indica que se trata de un edificio notable, "por la composición regular de huecos, rica decoración de la fachada y sobre todo por la singular escalera".

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