La Guardia Civil intercepta tras desembarcar de Algeciras un coche robado en Francia con destino a Marruecos
La intervención del Renault Clío en diciembre, y la condena judicial conocida ahora, son un nuevo capítulo de una lucha silenciosa que libran los cuerpos de seguridad en los puertos del Estrecho
La Guardia Civil detiene a una pareja con 45 kilos de hachís ocultos en las ruedas de un coche de alta gama rumbo a Algeciras
Aquel 15 de diciembre de 2024, H.B. desembarcaba en Ceuta a los mandos de un Renault Clío. No era un vehículo cualquiera. Lo había sido para su legítimo propietario, una empresa francesa llamada Leaseway, que lo había denunciado como sustraído. El coche figuraba como robado en las bases internacionales de control y fue detectado por la Guardia Civil en uno de sus dispositivos de inspección inversa, dirigidos a los vehículos que llegan a la ciudad autónoma desde Algeciras. El conductor, ciudadano marroquí, sabía lo que hacía: no era ajeno al origen ilícito del vehículo. Lo admitió en sede judicial.
La consecuencia ha llegado ahora, medio año después. La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado a H.B. como autor de un delito de receptación. La pena impuesta es de seis meses de prisión, que quedarán en suspenso durante un plazo de dos años a condición de que no vuelva a delinquir. Si reincide, se revocará la suspensión. El acusado ha aceptado el fallo en un acuerdo por conformidad con la Fiscalía y, además, tendrá que devolver el vehículo a su propietaria legítima, según publica este domingo El Faro de Ceuta.
Lo sabía
No se trata de un caso de ignorancia o confusión. Durante el juicio, el acusado reconoció sin matices que sabía que el coche era robado. Lo había aceptado igualmente con la intención de ocultarlo y aprovecharse de la situación, confiando en que pasaría desapercibido entre los cientos de vehículos que cruzan a diario el Estrecho de Gibraltar.
Los agentes del Instituto Armado, sin embargo, no solo controlan los embarques con destino a la península, donde intentan detectar sobre todo tráfico de drogas y de personas. También supervisan con rigor el flujo inverso: coches que, tras llegar a Ceuta desde Algeciras, buscan continuar camino hacia Marruecos, donde muchos de ellos acaban revendidos en el mercado ilegal del norte de África.
Es ahí donde entra en juego la labor de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal y Fronteras (Udaiff), que detecta y analiza riesgos. En este caso, detectó un patrón conocido: un vehículo de gama media, con matrícula extranjera, que había sido sustraído, probablemente con documentación falsificada y manipulación del bastidor.
93 vehículos recuperados en 2024
El caso de H.B. no es un hecho aislado. En 2024, la Guardia Civil recuperó un total de 93 vehículos robados que intentaban embarcarse desde los puertos de Algeciras y Tarifa con destino final Marruecos. En total, 81 turismos y 12 motocicletas, muchos de ellos de alta gama —marcas como Lamborghini, Bentley, Porsche, Mercedes, Audi o BMW— cuyo valor de mercado conjunto supera los cuatro millones de euros.
La mayoría de estos coches habían sido sustraídos en España y en países europeos como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda e Italia. Para intentar burlar los controles, los delincuentes alteraban los números de bastidor, falsificaban las matrículas y manipulaban la documentación para ocultar su origen delictivo.
El objetivo final es casi siempre el mismo: introducir los vehículos en Marruecos, donde, una vez reetiquetados, son vendidos a particulares o mafias a un precio inferior al de mercado. Muchos nunca vuelven a ser localizados.
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