La fatiga primaveral, un malestar muy especial

Ciencia y Sociedad

l Para muchas personas, el esplendor luminoso y florido de la primavera pasa desapercibido por los trastornos anímicos y de salud que trae consigo l Una quinta parte somos canosos

La fatiga primaveral, un malestar muy especial
La fatiga primaveral, un malestar muy especial
Antonio Rízquez

26 de mayo 2008 - 01:00

Con la llegada de la primavera la naturaleza recobra nueva vida. Todo despierta tras el letargo invernal. Un cielo limpio y azul y flores con su aroma y colorido resulta muy sugestivo. Entonces, ¿por qué la vida de tantas personas se ve ensombrecida por diversos trastornos entre ellos la fatiga primaveral o astenia, que hacen que el esplendor luminoso y florido pase desapercibido?

Realmente, en primavera, más que en las demás estaciones del año, son frecuentes las crisis más o menos graves de salud, suponiendo para muchas personas recrudecimiento de síntomas relacionados con alguna enfermedad crónica que venían padeciendo.

Para entender mejor estos hechos es conveniente recordar que la estación precedente, el invierno, es una la más propicias a las autointoxicaciones. Esto se debe a que en la etapa invernal el organismo ha de soportar las condiciones de vida más adversas: falta de actividad muscular, vida sedentaria en locales cerrados, falta de sol, tendencia a la sobrealimentación (en Navidades y Año Nuevo, por tradición, se come y bebe más de lo normal), con falta de vitaminas por pobre consumo de frutas frescas y hortalizas.

Por otra parte, las bruscas variaciones de temperatura, presión atmosférica y humedad, tantas alternancias de nubes y cielos rasos, más el viento y la lluvia son factores desfavorables para las afecciones reumáticas y gripales. Eccemas y la reactivación de úlcera gástrica también coinciden con frecuentemente con la estación florida y risueña. No menos deprimentes son las típicas sensaciones de fatiga y languidez, de dormir poco y mal, sentirse irritable, dolores de cabeza y alteraciones del ritmo cardiaco con sensación de latidos acelerados, para los que el médico no suele descubrir verdaderos motivos que puedan preocupar. El consejo usual es que se mejoren los hábitos de ambiente y alimentación seguidos durante el invierno.

Los médicos diagnostican estas sintomatologías y sus causas de astenia o, como era desde hace tiempo, distonía neurovegetativa, definidas como sensaciones de de fatiga y debilidad generalizada, cuyos síntomas más objetivos son diversos. Los más frecuentes: alteración del estado general, fatiga intelectual con dificultad de concentración y trastornos de la memoria -¡cuánto afecta esto a los sufridores estudiantes en exámenes!-, trastornos de sueño, resfriados y alteraciones del apetito, además de melancolía, irritabilidad y estado depresivo.

La astenia se presenta especialmente entre los 20 y los 50 años, y afecta más a mujeres que a hombres. A veces es síntoma de otras enfermedades como la depresión y la anemia. La primavera es la época del año con mayor número de personas afectadas. A pesar de su gran incidencia, la astenia primaveral (también llamada fatiga primaveral), es de carácter leve y remite al cabo de pocos días sin necesidad de tratamiento. En el caso de que no desaparezca al cabo de unas pocas semanas, se debe consultar al médico.

Por si fuera poco, la primavera es también la típica época de padecimientos alérgicos, sobre todo por pólenes de cereales y olivo. Los síntomas son crisis de estornudos, taponamiento de la nariz, dolor de cabeza, ojos enrojecidos y excesiva sensibilidad a la luz.

La rinitis alérgica estacional, definida también como 'fiebre del heno', es una reacción excesiva del organismo al entrar en contacto con el polen de las plantas que está en suspensión durante la primavera, mientras los vegetales desempeñan la función conocida como polinización. La rinitis alérgica perenne puede darse por diferentes agentes y en cualquier época del año.

Todos los tipos de alergia requieren análisis y tratamientos médicos, entre estos la vacuna específica correspondiente.

Anónimo "Una multa es un impuesto por hacer las cosas mal. Un impuesto es una multa por hacer las cosas bien".

Apuleyo "Para vivir, como para nadar, cuanto más ligero de peso, mejor".

Manuel Alcántara "Algunas formas de solidaridad sólo encubren publicidad. La bondad puede ser rentable".

Benjamín Franklin "La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de una familia".

Séneca "Pesa las opiniones, no las cuentes".

William R. Inge "La originalidad es plagio no detectado".

Tilton "¡Queridos amigos! El placer llega, pero no para quedarse".

Homero "Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y de bailar que de hacer la guerra ".

Noel Clarasó "El hombre necesita a la mujer; y la máxima sabiduría consiste en contentarse con una sola".

DEL VOCABULARIO POPULAR ANDALUZ, COMIDA:

Aguachurri: Caldo o bebida de mala calidad, con mucha agua. Ahilao, ajilao: Tener vacío el estómago. Ajogagatos (ahoga gatos): Sopa hecha con jureles. Apañar: Aderezar la comida. Apartar: Echar comida en el plato // Servir la comida. Arranchar: Reunión de varios trabajadores para hacer sus comidas en común. Asentarse: Pegarse la comida, quemarse. Barbear: Comer. Caldeá: Cualquier comida que tiene mucho caldo. Cardibache, caldibache: Líquido poco apetecible, de mala calidad, sobre todo "si hay mucho caldo y pocas tajás" . Cuchareteo: Comida caliente con caldo. Emblanco: Guiso o sopa a base de pescado, aceite, patatas o pan, perejil y limón. Coscorrones: Dados de pan frito para añadir a la sopa de picadillo. Emplastarse: Hacerse una masa un guiso, sobre todo de arroz. Enguaschinarse: Resultar la comida con mucho caldo. Esfalagar: Digerir con dificultades una comida abundante. Espeto: Forma de asar las sardinas en una hoguera de la playa, unidas por un pincho. Espetón: Pincho para asar sardinas. Faisán: Cuarto de lechuga aliñada con aceite, sal y vinagre que sirven de tapa en algunas tabernas. Florecía: Se dice de la comida en mal estado a la que le sale moho. Fritá; Fritura en general.

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