Familia, amigos y admiradores despiden a Felipe Campuzano: "Vivió al máximo"

El pianista y prolífico compositor Felipe Campuzano, maestro del piano y embajador musical de Andalucía fallecido este martes a los 79 años en su casa de Marbella, fue despedido este miércoles en el cementerio de Estepona (Málaga) por su familia, amigos y admiradores. Su legado musical quedará "para siempre", manifestaron sus hijos en el velatorio.

Compuso canciones para numerosos artistas, algunas muy conocidas como Amigo conductor o A mi novio no le gusta la minifalda, y fue arreglista de otros temas como Achilipú o Te estoy amando localmente.

Su hija Fany confesó a los periodistas que les queda el consuelo de que su padre ha disfrutado y "ha vivido al máximo", que para la familia y amigos perdurará y que "su música queda ahí para siempre".

"Se ha ido un genio"

Por su parte, Felipe Campuzano hijo ha asegurado que "se ha ido un genio y su música quedará siempre ahí para todos" y que "siempre estará vivo para muchísima gente que ha hecho feliz a través de su música".

"Ha vivido la vida a su manera, ha disfrutado muchísimo y nos ha regalado todas las obras que siguen ahí en el recuerdo para todos nosotros", declaró en el tanatorio, donde la capilla ardiente se abrió al público sobre las 14.00.

Se ofició una misa por la tarde en el cementerio municipal de Estepona en su memoria y a ella acudieron familiares, amigos y el alcalde esteponero, José María García Urbano. Su vínculo con Estepona era especial. En 2016, el Ayuntamiento le dedicó una plaza en el casco antiguo en reconocimiento a su legado. Además, el consistorio estaba organizando un homenaje en mayo por su 80º cumpleaños. Campuzano no solo visitaba con frecuencia la ciudad, sino que le compuso un pasodoble que la Banda Municipal de Música incorporó a su repertorio.

Residía desde hace muchos años en la vecina ciudad de Marbella, donde vivía solo. El fallecimiento del músico ha dejado una honda huella en su Cádiz natal. El Ayuntamiento ha decretado un día de luto oficial desde la medianoche del martes y las banderas ondearán a media asta. "Un auténtico referente de la música en nuestro país que siempre llevó a Cádiz en su alma y en su corazón", expresó el alcalde, Bruno García.

Felipe Campuzano deja un legado musical que trascendió fronteras. Fue ganador del primer premio de piano en el certamen Manuel de Falla de Cádiz, del Premio Internacional de Arte Sagitario de Oro de la Academia Santa Cecilia de Roma y del primer premio de interpretación del Festival de Londres en 1980. Su obra siempre tuvo a Andalucía como eje espiritual, capturando la esencia de su tierra en cada composición.

Su infancia estuvo marcada por su paso por Algeciras, donde vivió en la calle Emilio Castelar desde los nueve años. "Era mi hermano", recuerda Mario Acevedo, amigo íntimo y representante del pianista durante 25 años. Campuzano fue pregonero de la Feria Real de Algeciras en dos ocasiones y actuó en incontables ocasiones en el Teatro Florida. Incluso musicalizó una corrida de toros nocturna en la plaza de La Perseverancia a finales de los años 60, acompañando al piano la faena de sus primos, los toreros José Antonio y Tomás Campuzano.

En 2021, la Asociación Amigos de la Música y el Ayuntamiento de Algeciras le concedieron el premio Novia del Sol, un reconocimiento más a su amor por la ciudad. "Siempre que podía, hablaba maravillas de Algeciras", destaca Acevedo.

En Estepona, numerosas coronas de flores, algunas de instituciones, se recibieron en la sala donde se desarrolló el velatorio, al que acudieron sus hijos entre numerosos familiares, algunos llegados desde Écija (Sevilla), pueblo natal del padre del artista fallecido.

Tras la despedida estaba previsto que el cuerpo fuera incinerado, según fuentes de su entorno.

Campuzano fue encontrado sin vida sobre las 10:00 de este martes en su vivienda, ubicada en la zona residencial de Las Cumbres, en Marbella, ciudad donde residía desde hace tiempo y donde llegó a ejercer como director del Conservatorio de Música.

Aunque nacido en Palma de Mallorca, siempre se consideró gaditano y el Ayuntamiento de Cádiz decretó un día de luto por su fallecimiento y que las banderas de la ciudad ondeasen a media asta en señal de luto.