Las factorías de salazones de Iulia Traducta resucitan el antiguo jardín del Sr. Smith
Los restos romanos del barrio industrial recuperados en el corazón de Algeciras vuelven a la vida tras siglos de olvido y, de paso, adecentan el parque de Las Acacias
El yacimiento arqueológico, uno de los más importantes del Mediterráneo Occidental, desvela los secretos de una ciudad que fue motor comercial del Estrecho
Algeciras abre sus factorías romanas de salazón, un museo al aire libre junto al histórico parque Smith
Algeciras/Entre las calles históricas de la Villa Vieja de Algeciras, el Parque de Las Acacias, conocido por generaciones como el Parque Smith, se alza como un testimonio del pasado británico en la ciudad. Este espacio verde, con una extensión de 19.300 metros cuadrados, fue en su día la residencia de un magnate inglés, un consignatario de buques de Gibraltar, que vivió aquí desde finales del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo XX. La ascendencia del Sr. Smith dejó una huella evidente en el trazado irregular de su jardín.
El epicentro de esta villa es el palacete, erigido hacia 1920 y actual sede de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, una mansión que aún guarda el eco de otros tiempos, con su pequeña fuente a un lado, desde la que nacen senderos que juegan entre las sombras de los robles, los dragos y las acacias. Junto a los jardines del contiguo hotel Reina Cristina, otra reliquia de estilo inglés, ambos espacios forman un refugio de paz en medio del bullicio del entorno del puerto y las sucias aceras de la marina.
Tristemente, el Parque Smith cayó en el olvido de los gobernantes algecireños. Sin apenas vigilancia, y ante la falta de albergues en la ciudad, el pórtico del palacete del Sr. Smith se había convertido en la pensión de mendigos y drogodependientes. Algunos de ellos incluso llegaron a instalar un tendedero este verano entre la arquería. Los vándalos también habían hecho de las suyas, dejando pintadas en los toboganes infantiles y algún borracho tenía por costumbre olvidar su tetrabrik al pie de los bancos de piedra.
Ojalá el pasado romano de la ciudad sirva como excusa para preservar los antiguos territorios del magnate británico
La recuperación e inauguración de las factorías de salazones de Iulia Traducta este primer día de octubre, en la contigua calle San Nicolás, ha permitido que el Parque Smith luzca la belleza de antaño. Una legión de políticos y autoridades caminaban con orgullo a través de los senderos, recientemente adecentados por el Ayuntamiento con una nueva capa de albero de siete centímetros de espesor, donde los tacones de las concejalas se atascaban pertinazmente. Ojalá el pasado romano de la ciudad sirva como excusa para preservar los antiguos territorios del magnate británico.
Destino de 'cruceros boutique'
El vuelo del helicóptero que une Algeciras y Ceuta interrumpió, con su ensordecedor paso, el discurso inaugural del alcalde, José Ignacio Landaluce, justo cuando decía que, "necesitamos conocer nuestro pasado para seguir construyendo nuestro presente y poder imaginar nuestro futuro". Así sea. Entre el público se encontraba su hermano, Gerardo Landaluce, presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA), quien ejercía de anfitrión del presidente ejecutivo y del vicepresidente financiero de Alma Cruceros, una naviera especializada en travesías por el Mediterráneo que coquetea con la idea de añadir Algeciras entre sus puntos de atraque.
Para lograr que la ciudad se convierta en destino de una empresa de cruceros boutique -así se definen- sería conveniente mejorar los accesos al Parque Smith, una maraña de calles pasto del abandono, que suben o bajan según se va o se viene, de solares comidos por la yerba, de aceras estrechas y churretosas y perros que husmean en las basuras (San Nicolás, Ortega y Gasset, Emilio Burgos, Catalanes, etc.). Si se pretende que el viajero acuda hasta las factorías romanas de salazón urge arreglar el entorno. De lo contrario, se convertirá en un yacimiento desierto y desconocido para el visitante.
Si se pretende que el viajero acuda hasta las factorías romanas de salazón urge arreglar el entorno: de lo contrario, se convertirá en un yacimiento desconocido para el visitante
El alma y el corazón del yacimiento
Aunque el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino, no fue invitado por la autoridades a descubrir la placa inaugural de este museo al aire libre que ahora alberga las instalaciones salsarias, Landaluce (José Ignacio) acertó en su discurso cuando apuntó que Jiménez-Camino era "el alma y el corazón" de este proyecto cultural en el que ha invertido más de veinte años de trabajo y vida, desde la primera intervención arqueológica en la zona, en el año 2001. Durante estas dos décadas largas, y bajo el amparo de la Universidad de Cádiz (UCA), junto a él han colaborado fielmente otros investigadores, como Lourdes Lorenzo, Darío Bernal, Antonio Torremocha, José Ángel Expósito o José Luis Portillo. Ellos han sacado a la luz -literalmente con el sudor de su frente durante largas jornadas de excavaciones- el barrio pesquero y conservero de Iulia Traducta.
El yacimiento de la calle San Nicolás ha revelado tres fábricas que formaron parte del núcleo industrial de la antigua ciudad romana. La importancia de estas factorías radica no solo en su longevidad y tamaño, siendo una de las mayores del Mediterráneo Occidental, sino también en su excepcional estado de conservación, que ha sido documentado gracias a modernas técnicas arqueológicas.
Las excavaciones han permitido entender con mayor precisión cómo funcionaban estas instalaciones que producían conservas de pescado y carne, productos que, en la época romana, eran vitales para el comercio y la economía del Estrecho de Gibraltar. Como ocurría en Baelo Claudia o Carteia, las fábricas de Iulia Traducta formaban parte de una vasta red de exportación que conectaba las costas del sur con todo el Imperio Romano.
El destino de este solar ha estado siempre vinculado a la industria conservera, incluso en épocas más recientes
La recuperación de este yacimiento no solo permite apreciar la importancia de Algeciras en ese entramado comercial, sino también comprender la evolución histórica del lugar, que fue abandonado tras la llegada de los árabes en el siglo VIII, quienes fundaron al-Yazira al-Jadra al otro lado del río de la Miel.
El destino de este solar ha estado siempre vinculado a la industria conservera, incluso en épocas más recientes. En el siglo XVIII, cuando la población de Algeciras se reorganizó tras el exilio forzado por la ocupación británica de Gibraltar, las traseras del futuro Parque Smith fueron nuevamente utilizadas para la producción de pescado en conserva. Curiosamente, se descubrió que los propietarios de la fábrica moderna reutilizaron una de las antiguas piletas romanas para deshacerse de los restos de atunes después de extraer sus lomos.
Nuevos nombres y viejas intenciones
Al final, quizás todo se trate de círculos. Las antiguas fábricas romanas de Iulia Traducta, el olvidado Parque Smith y el insistente intento de convertir a Algeciras en un destino turístico. Todo vuelve, aunque sea con nuevos nombres y viejas intenciones. Las factorías de salazón, tras siglos de abandono y redescubrimiento, vuelven a ser protagonistas en una ciudad que, entre la algarabía del puerto y los ecos del ayer, parece siempre estar buscando su lugar en el mapa.
Quizá el vuelo del helicóptero que interrumpió el discurso del alcalde sea un recordatorio de que, por mucho que nos aferremos al pasado, el presente nunca deja de tener la última palabra. Mientras los tacones de las autoridades se atascaban en la zahorra recién colocada, los muros del palacete del Sr. Smith observaban en silencio, como quien ya lo ha visto todo, sabiendo que lo único realmente permanente es el cambio. Quiera Dios (o a quien corresponda) que esta nueva etapa de recuperación y conservación sirva no solo para honrar el pasado, sino también para mantener la vista fija en un futuro en el que el adecentamiento y cuidado de ciertas zonas, y no solo el albero, permanezcan.
Horario de visita
La Delegación de Cultura ha establecido esta semana un calendario especial de visitas guiadas al recinto, que tendrán lugar tanto el miércoles 2 de octubre, de 17:00 a 20:00, como el jueves y el viernes (3 y 4 de octubre) de 12:00 a 15:00, previa inscripción en el correo electrónico de museo municipal (cultura.biblioteca@algeciras.es).
A partir de la próxima semana, en horario ininterrumpido de 9:30 a 19:00, y también a través del museo municipal, pueden organizarse las visitas guiadas. Sin olvidar, que estará abierto al público general en el mismo horario que el Parque de Las Acacias (actualmente, y hasta finales de mes, de 9:00 a 19:00)
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