Española y gaditana

Desde esta tribuna que tengo el enorme privilegio de presentar, hace ya varias Cuaresmas -si no me falla la memoria desde 2017-, vengo reclamando la enorme necesidad que tiene Algeciras de acoger y albergar una exposición cofrade de garantías y de calidad. Acorde a la trayectoria, ciudad y patrimonio de sus corporaciones. Una vez más nos colocamos al rebufo y perdemos otra oportunidad de oro, como la del Centenario del Patronazgo de La Palma.

Otra vez, como ya ocurrió en 2023, La Línea vuelve a ponerse al frente de este tipo de proyectos. En aquella ocasión fue de carácter más local, mientras que en la muestra que se inaugura este fin de semana, hasta el 2 de marzo en el Palacio de Congresos, lo hace con un perfil comarcal. Si no me fallan los cálculos, participan al menos tres hermandades algecireñas: Columna, Medinaceli y Buena Muerte.

Y sí, hay que reconocerlo a boca llena: para sus cosas, La Línea es mucha Línea y eso genera envidia sana. Y puedo levantar la voz ya que me considero libre de pecado. La ciudad vecina siempre me trató y acogió bien: la disfruté como periodista con la Balona -siempre bajo la tutela del que considero mentor y el periodista más comprometido del Campo de Gibraltar, Rubén Almagro-; la disfruto gastronómicamente y en familia cada vez que puedo; y también, cofradieramente, la saboreo como costalero de la Inmaculada cada 8 de diciembre.

La realidad es que Algeciras vuelve a quedarse relegada en este aspecto. Comenzamos febrero con un espectacular concierto de marchas procesionales en San Roque, continuamos con esta muestra en La Línea y aguardo con interés un gran evento para nuestra ciudad esta Cuaresma. Siempre he fantaseado con una gran muestra en el Museo Municipal, un palio montado en la entrada del Ayuntamiento o una macro exposición en el Centro Documental José Luis Cano. Todo es poder y voluntad, más allá de unos enseres en el aparcamiento de un centro comercial.

También es quizás hora de exigirnos más como cofrades y tratar de elevar el nivel. Si queremos cambiar, no hagamos siempre lo mismo, ya lo decía Albert Einstein. De nosotros depende, de la importancia que le otorguemos, que se la den el resto. De momento, nos conformaremos con disfrutar de la excelsa exposición en el Palacio de Congresos de La Línea. Eso sí, nosotros si pudimos hacer la Magna (guiño, guiño).