El doctor Eduard Estivill destaca la importancia de dormir bien

Eduard Estivill, médico especialista en medicina del sueño y autor, entre otros, del libro Duérmete niño, convertido en todo un best seller, fue el encargado de abrir ayer una nueva ronda, va por la octava, del ciclo de conferencias La UNED y la palabra, organizada por el centro asociado de la institución universitaria y patrocinado por Cepsa. Dormir bien es vivir mejor fue el título de la charla del doctor barcelonés, que de una forma amena y didáctica acercó al numeroso auditorio (muchas personas se quedaron de pie) un gran número de aspectos relacionados con el sueño.

Fue como una clase resumida de todo lo que hay que saber sobre el tema, que incidió de forma particular en la importancia que tiene dormir bien; hacerlo las horas que requiere cada persona (el número varía en función de las franjas de edad). Una importancia tanto física como intelectual, porque físicamente la noche repara y restaura y, por otra parte, consolida lo percibido durante el día, memoriza lo captado.

Estivill se detuvo en ello. Advirtió que "el sueño no se recupera" y que las horas aconsejables no se pueden distribuir a antojo a lo largo de la semana. Igualmente que la falta de sueño se acumula y que el cerebro puede acabar un viernes con la sensación de apenas haber descansado, de haberlo hecho menos de las empleadas la noche anterior.

El 90% de los adultos necesita dormir 8 horas al día, más los niños y menos las personas mayores.

El doctor Estivill también se refirió a las distintas fases del sueño, el ligero inicial, que va seguido de uno más pesado y, finalmente, de la parte REM, la más profunda, en la que se producen los aludidos beneficios para el cuerpo humano. Estas tres fases se repiten a lo largo de toda la noche en sucesión de ciclos. Una adecuada fase REM, completar las horas de sueño que pide el organismo, incluso ayuda a regenerar la piel.

El conferenciante -introducido por el director del centro asociado de la UNED, Octavio Ariza, y presentado por el subdirector, José Juan Yborra- asimismo aludió a las alteraciones del sueño. Las consecuencias de dormir mal pueden ser abundantes y variadas: cansancio, irritabilidad, mal humor, altibajos en el estado de ánimo, dolores de cabeza... Y una cosa que dejó clara Estivill. Eso, dormir mal, es un síntoma de algo, como la fiebre. Hay que buscar el motivo que se esconde detrás, en la mayoría de los casos, por cierto, la tensión y el estrés, cualquiera que sea su origen.