Diez años del atentado yihadista de París que conmocionó a Algeciras
Ayoub El Kahzzani, un marroquí residente en el Saladillo durante casi dos años, cumple cadena perpetua por el intento de masacre en un tren entre Amsterdam y París el 21 de agosto de 2015
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Aquel fue el típico viernes de verano en el que a los periodistas les cuesta encontrar una noticia para salar el día. Con media comarca de vacaciones, encontrándose tras el almuerzo en las playas con la otra mitad que ya había salido del trabaio, la jornada discurrió lenta, sin novedades. Los primeros titulares llegaron de París ya avanzada la tarde, tan confusos y con tan pocos detalles que ni siquiera encontraron el camino de la portada. Ha habido un tiroteo con dos heridos graves en un tren entre Amsterdam y París. Parece ser que el autor es un joven, quizás marroquí, que ha sido reducido por los propios pasajeros y detenido por la Policía. Se habla de un acto de terrorista, la sombra del yihadismo planea, pero nadie se atreve si quiera a pronunciar la palabra. Pero pasan las horas, se conocen más detalles y el barrio de El Saladillo, a dos mil kilómetros de donde se produjo el ataque, no tarda en llenarse de periodistas. Algeciras está conmocionada: el arrestado, Ayoub El Kahzzani era muy conocido por los vecinos. Había residido durante casi dos años en la calle Lagartijo con su familia. Cuando acaban de cumplirse 10 años del atentado, el 21 de agosto de 2015, el marroquí sigue cumpliendo cadena perpetua en alguna prisión francesa.
"El barrio de El Saladillo ayer era un hervidero de periodistas y de vecinos que no querían hablar con ellos. Los alrededores de las mezquitas, eran especialmente tensos y en ellos se vivieron escenas de esa tensión. Al parecer, según señalaron algunos vecinos, Ayoub era muy conocido en la barriada y su familia, que continúa viviendo en el lugar, se dedica a la venta de chatarra para poder sobrevivir. También se pudo saber según algunas fuentes, que fue detenido por delitos relacionados con actividades de tráfico de drogas a pequeña escala. Iba siempre acompañado de su hermano, aunque desde hace un año y medio no han vuelto a ser vistos por el barrio", se leía en la crónica de Europa Sur.
El Kahzzani vivió un proceso de radicalización en el Saladillo que, tiempo después, le llevó a cometer un intento de masacre. Se subió en Bruselas a un tren Thalys procedente de Ámsterdam que iba con destino a París con una bolsa en la que llevaba un fusil de asalto Kalashnikov, una pistola y un arma blanca. Tras montar las armas en un baño, logró herir a un pasajero, pero otros cuatro pasajeros se dieron cuenta de que se preparaba para cometer una matanza y se abalanzaron contra él para reducirlo. Dos de ellos eran militares estadounidenses, Alek Skarlatos y Spencer Stone, que lograron inmovilizarlo con la ayuda de dos amigos, el también norteamericano Anthony Sadler y el británico Chris Norman. Estaban de vacaciones en Europa. Su historia la contó el cineasta estadounidense Clint Eastwood en una película titulada The 15:17 to Paris, estrenada en el año 2018 y en la que se interpretaron a sí mismos.
El Kahzzani era un habitual de las mezquitas de Algeciras. Sus discursos islamistas en la Taqwa del barrio de El Saladillo, a la que acudía con su hermano, que era tesorero y que fue expulsado de España en 2014, llamaron la atención de la Policía Nacional. Habían sido unas detenciones por tráfico de drogas (tenía una orden de busca y captura emitida por el Juzgado de lo Penal número 7 de Madrid por este delito) las que le llevaron a prisión, donde comenzó su carrera hacia la radicalización al entrar en contacto con personas extremistas. Los servicios de seguridad españoles le ficharon y estuvo sometido a vigilancia por su carácter radical. Por ese motivo, cuando a principios del año pasado decidió abandonar España para irse a Francia, las autoridades españolas comunicaron sus movimientos tanto al país galo como a los cuerpos policiales europeos en el ámbito de la cooperación internacional. Tras permanecer un tiempo en territorio francés este joven se marchó a Siria, donde adquirió experiencia militar y avanzó en su radicalismo integrado en los campos de entrenamiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El caso es que en toda Algeciras se generó una ola de rechazo al trato que le dieron a la noticia los medios de comunicación nacionales. Los partidos secundaron varias iniciativas que derivaron en una mesa de trabajo de proyectos para el Saladillo. La asociación de vecinos Verde y Blanca lamentó la imagen dada sobre la barriada en determinados medios de comunicación. "La noticia del terrorista islámico del tren y su convivencia en nuestra barriada no ha pasado desapercibida ni indiferente para las personas que vivimos actualmente y las que han vivido anteriormente en esta barriada. Hemos sido noticia en todo tipo de portadas, noticiero e informativos tanto en radio, televisión como en prensa escrita. Esto hace bastante daño a la imagen de nuestra barriada, El Saladillo", destacaron desde la entidad vecinal.
En su última declaración frente al juzgado El Khazzani pidió disculpas a los afectados y dijo haber sido víctima de la propaganda terrorista islámica. Tras cambiar varias veces de versión, aseguró que no quería realizar una matanza indiscriminada, sino atentar solo contra trabajadores de la Unión Europea.
El atentado estuvo dirigido por Abdelhamid Abaaoud, el cerebro de una serie de ataques en París (2015) y Bruselas (2016) en los que murieron más de 160 personas.
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