La almadraba de Algeciras (II)

Historias de Algeciras

La bonanza económica del joven municipio de La Línea llama la atención de los hombres de negocios de Algeciras, entre ellos Nicolás Marset, que llega a la aldea de La Atunara

La parada de La Madrileña.
La parada de La Madrileña.
Manuel Tapia Ledesma

01 de marzo 2020 - 07:51

Atrás quedaron, pensaría Marset -mientras soportaba el traqueteo del coche y miraba la figura de Gibraltar al levante- los difíciles años de trabajo, los siete hijos y la entrega de María a la lucha familiar y empresarial. Los negocios respondieron bien y en poco tiempo; incluso se pudo permitir, junto al procurador algecireño Eduardo Vázquez Lerdo de Tejada (hijo de Teresa Lerdo de Tejada y Domenech, propietaria del huerto denominado Canuto del Arca, sito en la Algamasilla; y hermano del que fuera concejal Domingo Lerdo de Tejada) y el abogado gaditano Emilio Cidrón Quintero, participar en la licitación para hacerse con el llamado: Servicio Provincial de Correos y Transportes de Correspondencia.

Mientras el reputado empresario del transporte de viajeros por la provincia, divagaba sobre su vida como marido, padre y hombre de negocios; el paisaje, seguía pasando ante sus ojos, como así ocurrió años antes en la visión de Sánchez del Arco, quién en su manuscrito recogió: “Punta Mala es de poca elevación y sobre ella está emplazado el fuerte al que da nombre. A 2.2.70 m de Punta Mala, hallase el castillo de San Felipe al S 56º 19' E y aquí el extremo occidental de la línea española terminando la costa de la bahía de Algeciras en la Punta de Europa, Gibraltar”.

Dejando la descripción académica de esta zona del Campo de Gibraltar, y volviendo a nuestro pasajero y su cochero, sin ser ambos tan explicito como Sánchez del Arco, también aportarían a su visión -además de lo referido- información más mundana: allá la ciudad de San Roque, donde Marset tenía tantos conocidos como negocios hechos. El Toril, cruce de caminos; y por tanto, paso obligado para sus caballerías cuando estas eran requeridas. A continuación la bajada del ancho sendero pasando frente al Cortijo de la Cruz, siempre vigilante junto al camino. La viña de Sprague, Huerta de Francisco, Ventorrillo de Antón; el pequeño núcleo de Campamento, dejando a la izquierda su bosque de eucaliptos; entrando en el municipio de destino atravesando el llamado Cachón de Jimena, mostrando al frente a la joven ciudad de La Línea y su continuación en lo geográfico y en lo sentimental: Gibraltar.

Tan solo habían pasado 23 años, desde que el antiguo núcleo poblacional dependiente del cabildo de San Roque, inaugurara Ayuntamiento, poniéndose al frente del mismo el que sería su primer Alcalde, Lutgardo López Muñoz. Muy pronto aquel nuevo municipio de la comarca demostraría poseer unas magníficas condiciones de negocios, dada su privilegiada posición de cercanía a la colonia británica. En poco tiempo aumentó considerablemente su población, convirtiéndose en uno de los motores económicos de la zona. Aquella bonanza económica que generaba el nuevo municipio no pasó desapercibida para los industriales del resto del Campo de Gibraltar, entre ellos Nicolás Marset, que vieron en el otro extremo de la bahía una gran posibilidad de inversión. Siendo este el motivo de su presencia en la joven ciudad.

Una vez atravesada la localidad en dirección a levante, el cochero de Marset dirigió la caballería que les transportaba hacia la pequeña aldea de pescadores de La Atunara, lugar donde su jefe y pasajero había quedado para cerrar uno de sus negocios. Y efectivamente, tal y como corresponde a personas serias y formales, a la hora convenida y frente a la bonita playa, se encontraba esperando al viajero proveniente de Algeciras, el villajoyense Vicente Lloret Galiana. Lloret era un importante hombre de negocios, que en aquel momento contaba con 46 años, de estado civil casado y que viendo las posibilidades económicas del nuevo municipio nacido a la sombra del peñón, no dudo en instalar frente a la playa de La Atunara, una magnífica almadraba.

Tras el formal saludo, ambos negociantes departieron sobre el “asunto” que les había citado en aquel bello lugar. El motivo de la presencia consistía en la recepción por parte de Nicolás Marset de la citada almadraba que el año anterior -concretamente el 30 de mayo-, los inversores liderados por el apellido Marset, habían adquirido. Durante la conversación entre ambos industriales, conceptos y expresiones como: precio, salidas del producto, inversión de futuro, etc.; sin duda, estarían muy presente. En definitiva palabras que se emitían teniendo como testigo, a cierta distancia de la orilla la almadraba vendida por uno y a punto de ser recepcionada oficialmente por el otro.

Extracto del manuscrito de Del Arco.
Extracto del manuscrito de Del Arco.

La transacción, con el más que lógico asesoramiento de algún alarife almadrabero se llevo a efecto del modo siguiente, y una vez que la citada arte había cambiado de paisaje sin perder de vista la imagen de la roca de Gibraltar, recogiéndose documentalmente: “Vicente Lloret Galiana [...], dueño de almadraba en el sitio de La Atunara, término de la Línea de la Concepción, que la constituyen los efectos desembarcados en la playa de Getares de este término y que se detallan á continuación: 73 anclas, 7 hierros, 22 amarras de alambre de 60 brazas de grueso de 3 pulgadas inglesas.= 2 atos de 3'5 pulgadas, largo 237 brazas.= 3 cabos alambre para rabera grueso de 2 pulgadas; largo 340 brazas. Otras amarras de media vida en largo 60 brazas y grueso de 3 á 4 pulgadas. 70 orinques de una mojada de esparto.= 30 restos de 8 pulgadas de una mojada de esparto; 8 cadenas y 1 grillete de 3 líneas.= 100 restos de 8 á 14 pulgadas de plomo.= 300 costales de filete fabricados y sin fabricar.= 30 docenas calamentos sin mojar.= Ataque y colador y una pieza malasera.= 120 arrobas piola sin mojar con 8 piezas y 2 contra coronas todo cáñamo.= 2 puertas de sacar de cáñamo sin mojar.= 6 piezas de cáñamo de sacar de media vida.= 1 cielo de 10 canas y media de largo y media vida.= 1 ídem de 15 canas y media vida.= 1 ídem sin mojar de hilo de 20 arrobas.= 1 sacada filete 50 costales sin mojar.= 1 ídem de media vida.= 1 buche y 1 rabera.= 2 ancliches de cáñamo de media vida.= 4 ficheros.= 1 Pal con todos sus menesteres.= 6 copos nuevos de ancla.= Avíos de botones, mapas y otros accesorios.= Baldes y vertedores.= 30 quintales de corcho.= 12 ganchos de golpear 10 restos de 10 pulgadas de esparto de una mojada.= Embarcaciones.= La número 2 nombrada San Vicente, barco de canto listo para almadraba.= La número 1, lancha llamada Mariana, en igual estado.= La número 3, Mojarra, en media vida e igual estado.= La número 4 falucho de en media vida.= Fragata sin echarla a la mar, en compostura”.

Prosiguiendo el texto: “Y teniendo concertada la compra de los expresados, objetos relacionados para la industria de la almadraba, con Nicolás Marset Nogueroles, 43 años, viudo, propietario y de esta vecindad, lo vende al precio de 14.000 pesetas. La entrega de los materiales y demás que se contratan han de verificarse en la playa de Getares de este término en el estado que quedan mencionados, más si no apareciera así en cantidad ó calidad, y estado, el vendedor Lloret se obliga á satisfacer la diferencia que resultare en proporción a la venta”.

Una vez instalada la almadraba en la ensenada de Getares, los recientes compradores del milenario arte, formalizaron su relación comercial del modo siguiente:

  1. Creación de compañía colectiva que girará en esta Ciudad, bajo la razón de "Marset y Compañía", siendo única y exclusivamente su objeto la explotación de la almadraba de Getares (de acuerdo a la R.O. conseguida por su cuñado José Ruiz), tanto en la industria de la pesca, como sus similares en los productos que se obtienen, ya sea en salazones u otros preparados.
  2. La duración de la Compañía es de 5 años que empiezan á correr y contarse desde este día, ó sea por igual término en que se ha hecho la concesión al Señor Ruiz, sin perjuicio de que si a este se le ampliara la concesión por algunos años más, la Compañía se entenderá prorrogada por ese nuevo periodo bajo las mismas bases que aquí se establecen, y sus socios con iguales derechos.
  3. El capital social actualmente asciende a 30.849 pesetas, valor de los efectos, enseres, embarcaciones y demás que resulta del inventario formado [...], se hayan consignados en el libro correspondiente. De dicho capital aporta Julio Fortunati el 34%, ascendente á 10.488'66 pesetas que satisface en dinero efectivo.= José Ruiz Rodríguez, Pedro Marset Pérez y Nicolás Marset Nogueroles, el 22% cada uno importante 6.786'78 Ptas. quedándole así reconocidas sus respectivas participaciones á los efectos procedentes.
  4. Los productos o rendimientos que diere el negocio se dividirá entre los consocios en la misma proporción que contribuyen, y si por ampliación de la industria fuese necesario, por acuerdo de los mismos, aumentar el capital, ó por si el contrario de haber pérdidas, hubieren de reponerla, los nuevos desembolsos se verificaran igualmente en la proporción del 34% el Sr. Fortunati y el 22% los Sres. Marset y Ruiz.
  5. La dirección y gerencia de la Compañía la tendrá José Ruiz y Nicolás Marset, los que llevarán la firma social. No obstante de la representación que se le conceden a los dos señores, procederán en todos sus actos de acuerdo y conformidad con los otros dos consocios, y en general, tanto estos como aquellos, tienen derechos, ya por sí o por persona que designen, á inspeccionar y fiscalizar cuanto les convenga en la almadraba por las operaciones que en ella se hagan como respecto á las cuentas de gastos ó ingresos.
  6. Para el mejor orden en el movimiento industrial á más de los libros de inventarios y contabilidad que se llevarán con claridad y precisión, habrá otro en que se consignen los acuerdos que se tomaron respecto al negocio, los cuales serán obligatorios en su cumplimiento á casa uno de los consocios, pero sí en él no apareciere algún acto realizado por cualquiera de estos, los demás podrán rechazarlo y desaprobarlo sin que queden sujetos á responder de sus consecuencias. Todos los libros y documentos de la Compañía estarán siempre á disposición del socio que lo solicite para su inspección ó examen y con derecho á que se le satisfaga ó aclaren los puntos sobre que pudiera reclamar.

Aún quedaba por determinar con plenitud el papel de los socios de aquella almadraba que se instalaría en la ensenada de Getares.

Continuará.

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