Vecinos de la calle Carteya viven entre el abandono y la inseguridad

Un grupo de alrededor de 20 familias de la calle Carteya, que convive justo pegado al puente de Gesto por la Paz detrás de la estación de autobuses, hizo pública ayer su preocupación e indignación por el abandono en el que se encuentra este vial sin salida y colmado de oscuridad. Algunos de los vecinos se han atrevido incluso a poner el cartel de "se vende" en su casa, ante el olvido que vienen soportando desde hace años, pese a las reclamaciones verbales y escritas emitidas a las administraciones.

La realidad es visible y las peticiones son innumerables, aunque lo principal para ellos sería una mayor presencia de la Policía Local y, por supuesto, mejorar la iluminación porque permite que se use la zona con total impunidad por parte de los delincuentes. Desde excrementos humanos de personas que pernoctan usando la explanada de tierra paralela a la calle o, a causa de su cómplice oscuridad, su utilidad como zona para prácticas sexuales. De hecho fueron más allá los vecinos advirtiendo de su posible uso como punto de paso de droga, lo que les tiene más asustados aún.

Muchos de los vecinos tienen niños chicos y no pueden dejar que jueguen ni en la calle porque lo que pueden encontrarse son litronas, basura o roedores, que también se hacen visibles a causa de la maleza que se acumula. Si bien puntualizaron que se desbrozó hace pocos días, pero esta es una medida de muchas que se requieren en el lugar, como un vallado para impedir que nadie pase por los espacios junto al puente que deberían ser ajardinados.

Por otro lado se pintó por parte del Ayuntamiento la pared junto al puente y sus casas, pero ya vuelve a ser foco de atención de graffiteros, de modo que solicitaron vallados para evitar estos problemas. Además se les dijo que se pondría césped artificial y otro de los grandes problemas es el alcantarillado, que se puede levantar, o el propio asfalto.