La puesta en libertad de un detenido eleva la tensión en El Saladillo

Un incendio en la vivienda de la familia Benítez en Las Gardenias pone al barrio en jaque y deja una decena de afectados por inhalación de humo. Detenido un menor como autor del siniestro

Incendio en el domicilio de uno de los detenidos.
J. M. G.

Algeciras, 28 de agosto 2017 - 17:17

Pasaba una hora del mediodía de ayer cuando la angustia se apoderó de la barriada de El Saladillo. De la primera planta de uno de los bloques del edificio residencial Las Gardenias salía un humo intenso que podía verse desde el Acceso Sur. En el inmueble, la humareda mantenía a algunos vecinos con sus ventanas cerradas a cal y canto, y a otros pidiendo auxilio entre lágrimas desde sus balcones y desde el ático.

Un incendio en el domicilio familiar de dos de los tres detenidos el pasado viernes por la muerte de Francisco Rodríguez, apodado Camarón, mantuvo en vilo a dos centenares de residentes del barrio.

No solo las llamas hacían de Las Gardenias un lugar irrespirable. En la calle el clima era cuando menos conflictivo. Una veintena de antidisturbios desplegados y preparados para actuar contenían de la manera que podían las discusiones y enganches entre los propios vecinos. Algunos defendían el incendio como un justo castigo mientras nueve bomberos del Consorcio Provincial trataban de extinguirlo.

Los servicios sanitarios tuvieron que atender a una decena de personas en el lugar de los hechos, de los cuales hasta cinco, según la información que maneja Europa Sur, acudieron al Hospital Punta Europa. La Policía Nacional detuvo a un menor, familiar de Camarón, como presunto autor del incendio.

Tras la manifestación del pasado viernes en repulsa por la muerte de su familiar y vecino, la tensión volvió a desatarse en El Saladillo después de que el Juzgado de Algeciras decretara al filo de las 12:00 la puesta en libertad con cargos del mayor de los tres detenidos, acusado de un delito de encubrimiento. Se trata del patriarca de la familia Benítez, tal y como se les conoce en el barrio.

El pasado viernes, según los familiares del fallecido, Francisco Rodríguez, de 24 años, volvía del centro urbano al barrio. Había ido a comprar una felpa a su hija, de tres. A su llegada, un vecino le comentó lo ocurrido durante la madrugada: el menor de los Benítez habría quemado con un mechero la barba de su hermano, de unos treinta años. Camarón acudió a Las Gardenias en busca de explicaciones a lo que un amigo en su portal, en los conocidos pisos marrones del barrio, le había contado.

Allí, al parecer, se encontró con el patriarca de los Benítez y su hijo, apodado El Patillas. La tensa conversación derivó en una pelea con la que se topó el hijo del Patillas, mayor de edad, a su llegada al bloque. En este punto, los testigos aseguran que el nieto de Benítez subió al piso y bajó con un cuchillo de grandes dimensiones. Cuentan que fue ahí cuando Benítez y El Patillas sujetaron a Camarón, para que acto seguido el menor de la familia acabase con la vida del joven asestándole al menos dos puñaladas.

Poco pudieron hacer por Camarón los servicios sanitarios de Urgencias, adonde el chico llegó en un coche particular, según sus familiares. Vecinos del barrio narran que efectivos del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a los tres implicados en su domicilio de Las Gardenias, donde se atrincheraron.

La terna Benítez acudió ayer a declarar al Juzgado de Algeciras. En la plaza María de Molina, parte trasera del Palacio de Justicia, aguardaban desde primera hora de la mañana medio centenar de amigos y familiares de Camarón. Todos exigían al unísono la misma demanda: "¡Justicia!". Su padre, Alejandro Rodríguez, pedía una condena por asesinato para los culpables de la muerte de su hijo. A esa hora, el juez decretó el envío del padre y el hijo a una prisión de El Puerto de Santa María, investigados por un homicidio doloso.

El Patillas, que hasta el pasado viernes trabajaba como estibador en el Puerto de Algeciras, procede de una familia merchera, encabezada por la figura de su padre, también estibador. Sus vecinos dicen de él y de su hijo que se tratan de dos personas agresivas con una historia violenta detrás.

Del Patillas destacan su implicación en la agresión a un reportero de TV en el muelle algecireño por parte de un grupo de trabajadores de la estiba el pasado mes de mayo. De su hermano, el ataque a un agente de la Policía Local de Algeciras en un ojo hace una década, mientras que el más joven de los Benítez también habría protagonizado episodios violentos en el barrio, incluso con uso de armas blancas.

La vivienda de los Benítez, según fuentes policiales, había sido desvalijada antes del fuego durante el fin de semana. El viernes, vecinos del bloque sostienen haber visto a la mujer del Patillas entrar acompañada de efectivos de la Policía Nacional. Dudan de que se haya marchado de la ciudad, puesto que creen que entró en los Juzgados ayer.

Lo que está claro es que nada se ha vuelto a saber de ellos. En el puerto pocos se han extrañado del suceso. Algunos compañeros dicen del Patillas que era "chulo y peligroso". La vida de su familia se desarrollará a partir de ahora fuera de la barriada de El Saladillo, el barrio de Camarón. La calle José de Espronceda clamó ayer por el destierro de los Benítez.

La familia pide ayuda para ser acusación en el proceso

Familiares de Francisco Rodríguez pidieron ayer a la administración judicial su colaboración. El Juzgado les ha remitido a la oficina de empadronamiento del Ayuntamiento y a tener que esperar 20 días hábiles para poder disponer de un abogado de oficio, según apunta la familia, que no sabe qué hacer ni cómo actuar. Un hermano de Alejandro Rodríguez, padre del fallecido, exige a Justicia una buena voluntad hacia ellos. "Nadie nos explica nada en el Juzgado. Nosotros no tenemos estudios y no sabemos qué tenemos que hacer cuando te arrebatan la vida de un familiar de esta manera. El sábado acudí a la Policía Nacional y me dijeron que todo esto ya era competencia del Juzgado. Al llegar aquí (el Juzgado) me dijeron que debía hablar con la Policía. Todo esto mientras velábamos a mi sobrino. No hay derecho", denuncia. El tío de Camarón ha reclamado, además, la colaboración del Servicio Andaluz de Salud. "La mujer de mi sobrino necesita ayuda psicológica, puesto que está muy mal. Ha perdido a su Camarón y ahora tiene una hija de tres años que sacar adelante sin recursos económicos. Solo pido que no nos pongan trabas, que nos agilicen cuanto puedan todo lo que tengamos que hacer", añadió.

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