Tarde triunfal para Ventura y Cartagena
Corrida de rejones de la feria real de algecirasGanadería: Seis toros para rejones, reglamentariamente despuntados, de Luis Albarrán, escurridos, mansos y flojos. REJONEADORES: Andy Cartagena, dos pinchazos y rejón SILENCIO y rejón, DOS OREJAS. A hombros. Diego Ventura, rejón DOS OREJAS y pinchazo y rejón OREJA. A hombros Leonardo Hernández, rejón OREJA y dos rejones tras aviso PALMASINCIDENCIAS: Primer festejo de feria. Un tercio y levante fresquito
PUERTA de Feria para Cartagena y Ventura en la primera de feria, en la que se quedó atrás por el acero, Leonardo Hernández, con un trofeo.
Antes de la línea divisoria de la merienda, en Algeciras rito sabroso y de gran colorido, la corrida cobraba vuelo por el trabajo de los rejoneadores. Hasta las medias noches de jamón york se habían cortado tres orejas, algo hasta milagroso a la vista de la nula colaboración del ganado, escurrido, feo y mansurrón.
Cartagena fue víctima de su primero, que no se lo puso nada fácil. Posiblemente, y a la vista de lo receptivo que estuvo el buen público de Las Palomas, hubiera rodado pelo de no fallar con el estoque. Un torete cansino que se movía cabeceante, en cortas arrancadas. Cartagena sobresalió con "Cupido" y con el apaloosa "Pinta", pero pinchó.
Esa frialdad de abrir plaza no la tuvo en contra Ventura con el segundo, pero si contar con otro toro análogo en mansedumbre y falta de raza, que buscaba los tableros con descaro. Hubo que bregar al toro y querer encelarlo tirando mucho del distraído animal Ventura con "Nazarí". este torero, con sitio y oficio, solventó la papeleta en una labor creciente que impacto en el tendido sobre todo con un quiebro a toro parado de "Ritz" y las cortas al violín de remate. El rejonazo fue la llave del doble trofeo que le abría la primera puerta grande de la feria.
La labor de Leonardo Hernández con el tercero fue muy pareja a la de Ventura por la análoga condición del toro, que si bien pareció que se movió más de salida, luego siguió la pauta distraída de sus hermanos, rajándose y manseando a todo plan.
Leonardo, que paró a su primero de una sola lanza como los otros rejoneadores con sus primero toros, quiso encelarlo también de costado con "Batista" e igualmente puso un palo a toro parado con "Despacio": los cites en corbeta y las cortas al violín, junto con el rejón final, argumentos que movieron al respetable para sacar los pañuelos.
Y la merienda, como se ha dicho, marcó la frontera del tiempo, pero no del aire del festejo que siguió por los mismos derroteros porque el cuarto del a suelta tuvo el añadido de ser el más parado del envío. Andy Cartagena paró y probó con "Mediterráneo". De nuevo bastó una lanza dada la condición del toro y de nuevo basó la faena en "Cupido" y en "Pinta". Con el primero se entregó más el público con los adornos del caballo fuera de la cara del toro, alzando las manos, que con los palos al violín, de superior ejecución. Cartagena, dada la condición del toro, le echaba el caballo encima y con "Pinta", para las cortas, puso las dos primeras al violín pero el toro no tragaban con la tercera y hubo de cambiar de pitón . La guinda fue la rosa y dejar al toro cubierto con el sombrero cordobés; el rejón fue certero y el entusiasmo del público, ya con los pañuelos fuera, se calentó con el jinete sentando al caballo en la arena. Cayeron las dos orejas.
Ventura formó otro lío, y eso que su toro fue nulo colaborador. Cada vez que el auxiliar se lo abría, buscaba le morlaco de nuevo las tablas. Faena en dos fases, la primera parando y bregando con dos rejones de castigo y comprobando que el astado era simplemente manso, sin más malas intenciones que arrancarse cuando pensaba hacer presa, al mínimo esfuerzo. Por el contrario, Ventura sí que lo dio todo. Buscando la complicidad del tendido y de sus caballos, "Roneo" y "Remate" en una segunda parte de la faena de espectáculo y riesgo porque no dudó en buscar al toro cuando el de Albarrán estaba cerrado en tablas. Muy bien en banderillas con "Roneo" y con las cortas y rosas sobre "Remate". La suerte del desplante cubriendo al toro con el sombrero de ala ancha, también le fue rentable y fue premiado con una oreja.
Le faltaba a Leonardo otra oreja para salir a hombros junto con las otras dos plazas montadas. Y allá fue a buscarla. A estas alturas ya daba igual que el enemigo fuera propicio o no, los enemigos eran los otros dos rejoneadores. Había que apretar el acelerador. Paró con "Titán" otro toro que buscaba la puerta con la mirada pero que tuvo más acometividad de salida. Le recetó un segundo rejón de castigo al desentendido animal, que ya acometía con medias arrancadas, aunque vino a más. No lo tenía fácil pero arrancó los aplausos en banderillas con "Calimocho" dejando llegar al toro, un tercio que remató con los espectaculares cites de "Despacio", con una última banderillas y las cortas muy cerca, el cuerpo fuera de la montura. Sacó a "Estoque" para el rejón de muerte necesitando una segunda entrada que enfrío al público.
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