Rosa María Calaf defiende el poder de la mujer en un mundo desigual

Rosa María Calaf brindó ayer un nuevo guiño a su experiencia vital en una conferencia organizada por la asociación de estudiantes universitarios Aula de Mayores Julia Traducta. La veterana periodista venía de vuelta del mundo e hizo un alto en el camino para invitar a los presentes en el salón de actos de la Escuela Politécnica a conocer su planeta en femenino.

Un rostro popularmente conocido, entre otras cosas, por sus 26 años de carrera periodística en el exterior como corresponsal para TVE informando desde 93 países diferentes. La delegada del Rector de la UCA, Inmaculada Santiago, presentó la conferencia junto al director de Radio Algeciras, Juan Carlos Narváez, que hizo una semblanza sobre Calaf. Victoria Guerrero, de la directiva de Julia Traducta, avanzó antes de que la periodista tomara la palabra la facilidad dada para participar y lo accesible que se mostró con la asociación, agradeciendo su asistencia.

Antes de entrar de lleno en su conferencia matizó algunos detalles sobre ella en la presentación, explicando que a su parecer el periodismo "verdaderamente difícil es el local", incluso incidiendo que sobre él se basa lo que hacen, "periodismo es contar lo que le pasa a la gente a otra gente". Explicó además que los profesionales a nivel internacional van a los sitios pero se marchan, en cambio los locales las presiones las tienen en la puerta de casa.

No quiso dejar pasar Calaf la oportunidad de mostrar su admiración al colectivo Julia Traducta, señalando que son un ejemplo fantástico y reivindicó que cuando las personas se jubilan tienen el "gran valor de usar lo que han aprendido por el camino". Sostuvo que para ella era un "privilegio" estar ante ellos lamentando que haya a quien le beneficie que la sociedad "pierda la memoria".

Continuó destacando lo afortunada que ha sido por su familia, que le permitió irse con 14 años a estudiar a un país extranjero. "He tenido la suerte de recorrer los mundos de este mundo", descubriendo la parte más negativa, "todos somos responsables, por lo tanto debemos saber lo que pasa". Se centró en la mujer, sosteniendo que si hay igualdad es en la desigualdad. Si bien, aunque lamentó que la tónica sobre ellas es la discriminación, a su vez es la columna vertebral de la sociedad. Hizo un alegato feminista asentado en los datos, que le avalan.