DIEZ AÑOS SIN PACO DE LUCÍA

Reyes Benítez: “Paco de Lucía siempre tuvo presente hacer una cosa diferente”

Paco de Lucía, durante una entrevista. De fondo, se ve un ejemplar de 'Europa Sur'. Paco de Lucía, durante una entrevista. De fondo, se ve un ejemplar de 'Europa Sur'.

Paco de Lucía, durante una entrevista. De fondo, se ve un ejemplar de 'Europa Sur'. / Archivo Pakofer. Foto cedida por Asociación Memoria de Algeciras

Escrito por

FERNANDO SILVA

Reyes Benítez Aranega era el gran amigo de Antonio Sánchez Pecino, padre de Paco de Lucía. Hombre siempre honrado y sensato, de muy buena memoria, cabeza de una amplia y cariñosa familia, estuvo en los momentos más señalados de los comienzos de Paco y Pepe. En realidad, de toda la familia Sánchez Gomes. Hace veinte años, una tarde de abril de 2004, cuando él ya contaba con 88 años, grabé una de nuestras conversaciones en casa de su hijo Pepe. A Paco de Lucía le acababan de conceder el premio Príncipe de Asturias de las Artes. Su testimonio, todavía hoy, es uno de los mejores a la hora de entender quién era y cómo creció el guitarrista algecireño universal.

“Para mí, Paco es un niño extraordinario, el mejor de todos los hermanos. Muy callao. Cada uno son de una forma. El Pepe, todo lo que veía lo quería para él, y sigue igual. Paco era otra cosa distinta”. Reyes desgranaba su memoria, siempre portentosa, en detalles y nombres propios, con apellidos y localizaciones.

Antonio Sánchez Pecino y Reyes Benítez Aranega, amigos desde la niñez. Antonio Sánchez Pecino y Reyes Benítez Aranega, amigos desde la niñez.

Antonio Sánchez Pecino y Reyes Benítez Aranega, amigos desde la niñez. / Colección Familia Benítez

“Paco ha sido muy callado siempre. El padre le regañaba y él no le contestaba. Un día estaba con la guitarra y le dijo el padre que le hiciera una falseta del niño Ricardo, que era el mejor que había entonces. Y Paco no le hacía caso, y se fue el padre. Estábamos allí también Pepe Custodio y yo, y nos dijo: ¿Usted ve cómo se pone? Esto es lo que él quiere que yo haga, pero esto es del Niño Ricardo, y yo quiero hacer una cosa que sea yo. Siempre tuvo presente hacer una cosa diferente. Se puso a hacer bulerías en sol, y cuando llegaba a una nota se paraba, y después otra vez, y otra vez. Hasta que un día me dijo: Mire usted, ya no me paro. Y a los días ya no tocaba más eso. Así era Paco”.

"Paco era un niño extraordinario: el mejor de todos los hermanos"

Reyes y su mujer, Conchi, acompañaron a los niños y a su amigo Antonio, en el verano de 1962, al famoso concurso de Jerez en el que Los Chiquitos de Algeciras causaron tanta sorpresa, un concurso que Benítez decía que no fue limpio: “Allí iban contratados algunos con un sueldo, un premio. Hubo cosas muy feas en el teatro Villamarta”. A su lado, en el patio de butacas, un hombre se sorprendía cuando se anunció la actuación de Pepe y Paco.

“Hay que ver el valor de sacar a unos niños ahora cuando ya hemos escuchado a tantos buenos”. “Lo que hace falta es que le dejen terminar”, le respondió Reyes. “¿Que van a hacer esos angelitos ahora? ¿Usted los conoce?, siguió el espectador. "Sí, hombre, yo he venido con ellos", contestó el algecireño.

“Cuando actuaban otros había murmullos, conversaciones entre personas del público. Cuando empezó Paco a tocar se quedó aquello en silencio. Se me ponen los vellos en pie”, confesaba Benítez. “Empezó Paco a tocar por seguiriya y allí no se sintió una mosca. Empezó Pepe a cantar y, antes de terminar, aquello explotó. Todo el mundo en pie".

"¿Ve usted cómo son?", respondió orgulloso el amigo de la familia Sánchez Gomes. "¿Quién va a aguantar esto sentao? Cómo canta ese niño y toca el otro". "No lo voy a saber yo, si los escucho todos los días”, zanjó Reyes. En Jerez estuvieron dos o tres días.

"Cuando empezó Paco a tocar, el teatro Villamarta de Jerez se quedó aquello en silencio"

“Cuando fueron a entregar los premios –relataba Reyes- , pues le dieron un premio a Jarrito, que venía contratado; le dieron a Rocío Jurado otro por fandangos de Huelva. Paco Toronjo ganó ese premio, pero le dijeron que tenía que partir con ella y él respondió que no partía nada, que decidieran quién había ganado. En fin, se lo dieron a ella. Estaba la Perla de Cádiz llorando. Estaba otro tocaor. Se llamaba Paco Aguilera, que también venía contratado con un premio. Total, que a Pepe le dieron unos catavinos de plata y 35.000 pesetas por sus malagueñas, y a Paco otros catavinos. A Paco no le dieron un premio en dinero porque no le podían dar el primer premio porque era muy chico. ¿Si es tan joven, por qué lo habéis admitido?, se preguntaba Antonio Sánchez. El premio lo repartió Sánchez con un hijo de Parrilla -cantaor y bailaor de Jerez-, que tocaba muy bien, y con otro que tocaba muy bien, que era el Merengue de Córdoba”.

Paco de Lucía, de niño, al pie de la antigua Escalinata de Algeciras. Paco de Lucía, de niño, al pie de la antigua Escalinata de Algeciras.

Paco de Lucía, de niño, al pie de la antigua Escalinata de Algeciras. / Fundación Paco de Lucía

Reyes también costeó una buena guitarra para Paco, comprada en la casa de los hermanos Esteso, en Madrid. Fue Antonio Sánchez quien contó aquello porque, de ser por Reyes, no se hubiera sabido nunca.

“Antonio se negó siempre a que sus hijos recorrieran cabarets y reuniones particulares. A estas últimas, si iban, me echaba a mí por delante. Un día, en la peña El Arbolito, que nos reuníamos una serie de amigos, les dijimos a los futbolistas del Algeciras, que llevaban tres o cuatro partidos ganados, que si sumaban seis partidos seguidos les dábamos una comida. De broma, se lo dijimos a Toroyo, Juan José, Martin Esperanza, Tapia, Orozco.. Los ganaron y se la dimos en La Oropéndola. Llevé a los niños allí. En la calle, fuera del bar, todo el mundo escuchando. Cantaron y tocaron de todo. Unos ganaderos le decían que si cantan por esto y por aquello. Estuvimos allí lo menos cuatro horas, y allí no se cabía”.

Encuentro entre los hermanos Paco y Pepe de Lucía con Reyes Benítez Aranega en 2010. Encuentro entre los hermanos Paco y Pepe de Lucía con Reyes Benítez Aranega en 2010.

Encuentro entre los hermanos Paco y Pepe de Lucía con Reyes Benítez Aranega en 2010. / S. Caballero

Reyes compartió amistad con Antonio Sánchez desde niño: “Cuando yo tenía unos catorce años, iba a casa de la hermana de Antonio, en un callejón que hay entre Fuentenueva y calle San Francisco. Ahí íbamos Pepe Ladrón, Fajardo, Horacio, uno que vino de Ceuta a tocar la bandurria y otros instrumentos de cuerda”. En palabras de Benítez, su amigo y padre de los Lucía tocaba muy bien la bandurria: “El mejor que yo he visto tocándola. Después cogió la guitarra. Como maestro era una cosa extraordinaria porque conocía todo el mecanismo de la guitarra, que no lo sabe casi ninguno”.

"Como maestro, Antonio Sánchez era una cosa extraordinaria porque conocía todo el mecanismo de la guitarra"

¿Algeciras ha sido justa con Paco?, le pregunté. “Algeciras... Lo que pasa es que nosotros somos especiales, y hay gente envidiosa. Aquí, a esa familia no le puede nadie pedir nada porque eran muy humildes y muy buena gente. El padre era un hombre extraordinario”.

¿Qué le diría a Paco sobre el premio Príncipe de Asturias?

"Que me alegro como si fuera uno de mis hijos, que yo así los considero a ellos", concluía Benítez la entrevista.

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