El Puente del Matadero y otros puentes

Se ha hecho referencia al arruinado puente de origen medieval, o más probablemente romano, que, aunque con las arcadas hundidas, se conservaba a principios del siglo XVIII en el "arrecife" que se iniciaba en la Puerta de Tarifa. Fue reconstruido entre 1736 y 1738 sufragado por un tal Juan Simón Varela o Valero por un compromiso que éste había adquirido con el rey Felipe V a cambio de recibir en propiedad una huerta en las cercanías. Este puente se reconstruyó manteniendo los dos planos inclinados, característicos de los puentes romanos, que culminaban en la clave del gran arco central. Tenía tres ojos con arcos de medio punto más otro de reducidas dimensiones en el tacón meridional.

Como era muy estrecho, pues no estaba diseñado más que para ser utilizado por viandantes, caballerías y bestias de carga, cuando en el año 1873 se llevó a cabo la carretera entre Algeciras y Cádiz, se pensó en desmontar el existente y construir un puente de nueva planta en su lugar con la suficiente anchura para que permitiera el paso de carruajes, pero lo costoso de la obra obligó a retrasar el proyecto. En 1879 se decidió construir un puente de madera en ese lugar, pero la idea también se desestimó. Al año siguiente fue cuando se construyó el puente de cinco ojos que, con el nombre de puente del Matadero ?por hallarse junto al edificio donde se sacrificaban las reses destinadas al consumo? estuvo en uso hasta 1983 cuando se demolió durante las obras de remodelación de la zona y la construcción del túnel que enlazaba por ferrocarril la antigua Estación con el Puerto.

Este puente, de calzada horizontal, tenía una longitud de unos treinta y cinco metros y una anchura de ocho. Estaba compuesto por cinco ojos con arcos escarzanos constituidos por dovelas de buena sillería apoyados sobre cuatro pilares con los estribos redondeados, sin tajamares, más dos machones asentados en ambas márgenes. La calzada estaba flanqueada por sendos pretiles macizos y muy anchos. Todo él era de piedra arenisca.

Entre 1892 y 1893 se construyó el ramal ferroviario que enlazaba la Estación situada en la calle Ramón Chíes, luego Avenida Agustín Bálsamo, con el muelle de Madera que se estaba instalando en la desembocadura del río de la Miel, en su margen derecha, con su respectivo andén y oficina para el despacho de billetes. Como el nuevo tramo de vías debía atravesar el cauce del río, se construyó un puente de hierro apoyado sobre pilares de hormigón armado y dos machones o estribos de mampostería ubicados en cada una de las riberas. Tenía 30 metros de luz y el autor del proyecto fue el ingeniero Jaime Iforde que lo presentó en 1891. Desde el mes de enero de 1894 trenes de mercancías y de pasajeros cruzaban diariamente el río por este puente que estuvo en uso hasta el año 1924, cuando se construyó un nuevo ramal del ferrocarril que llegaba hasta el muelle de la Galera y dejó de utilizarse el viejo muelle de Madera.

En 1930 la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces decidió desmontar el puente de hierro. Pero, como tanto para el puerto como para la ciudad, la desaparición de aquel elemento representaba una sensible pérdida, puesto que, remodelado, podría ser convertido en una segunda vía de acceso para automóviles y peatones hacia la zona meridional de la ciudad situada al otro lado del río, el 24 de abril de aquel año la Junta de Obras del Puerto, que tuvo conocimiento por medio del vocal señor Marín de que la Compañía del Ferrocarril iba a comenzar en breve el desmonte del puente metálico, decidió intervenir, sobre todo porque era una zona de su competencia.

La Comisión se dio por enterada del asunto y acordó que, por tratarse de servicios y vías principalmente de carácter urbano, pondría la noticia en conocimiento de la autoridad municipal para que ésta evitara la desaparición del expresado puente. Se iniciaron conversaciones entre la Junta de Obras y el Ayuntamiento de la ciudad con la Compañía del Ferrocarril lográndose, con su actuación conjunta, impedir la destrucción del puente de hierro. En su lugar se acometieron otras, no sabemos si por iniciativa municipal o portuaria, que consistieron en el desmantelamiento de la vía férrea, ya fuera de uso, y el ensanche del pavimento del puente hasta convertirlo en una vía con calzada de comunicación urbana para vehículos y aceras para peatones que existió hasta que en el año 1971 se iniciaron los trabajos de encauzamiento y abovedamiento del río de la Miel.

Otro de los puentes que existieron en los entornos del puerto, fue el llamado de la Isla Verde, construido en 1926 por la Junta de Obras del Puerto para poder llevar el ferrocarril de vía estrecha hasta el Taller de Bloques instalado en la citada isla.

Por Real Orden de 27 de junio de 1924, la Superioridad ordenó que se procediera a la redacción de un proyecto para la construcción del puente que debía unir la ensenada del Saladillo y la Isla Verde con el fin de que las vagonetas de obras pudieran llegar hasta el taller de bloques sin tener que ser embarcadas.

El puente fue construido con la colaboración económica de la empresa de Adrián Bos, concesionaria de las obras de prolongación del muelle de la Galera, que participó en el proyecto con 50.000 pesetas y que se encargó de su construcción. El Estado aportó la cantidad restante hasta alcanzar las 314.569,98 pesetas del presupuesto total. Una barandilla metálica completaba el conjunto. Se tiene constancia de que dicho puente se hallaba en funcionamiento a mediados del año 1926. Fue desmontado cuando se construyó la carretera de la Isla entre 1954 y 1957.

Uno de los puentes más antiguos de los conservados en el término municipal de Algeciras es el conocido como del Molino de Escalona o del Cobre. Dispone de un solo ojo y es de factura similar a los conservados en otras partes de España de época medieval. Servía en los siglos XVIII y XIX para comunicar la ciudad de Algeciras con la vertiente norte de las sierras de las Esclarecidas y del Algarrobo enlazando con el camino que conducía desde Tarifa a Cádiz.