"Créanme, para ser policía lo más importante es ser buena persona". La frase la pronunció Francisco López Gordo, comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía en Algeciras, tomada de un jefe que tuvo en su primer destino profesional en la comisaría barcelonesa de Horta. La recordó este miércoles durante el discurso final de la celebración de los patrones de los que visten su uniforme, los Santos Ángeles Custodios. Fue ante un abarrotado patio de butacas del teatro Florida en el acto conjunto de mandos y agentes de su comisaría y la de La Línea.

La alocución de López Gordo fue un muestrario preciso de humanidad policial y estuvo llena de referencias interesantes: "Cuando empecé pensaba que lo más importante era ser un tipo duro, una mezcla de Chuck Norris, Steven Seagal y Colombo. Y no era así. Lo fundamental es el compromiso, que está por encima de todo. Nuestros intangibles son los principios y los valores que nos guían, sin eso ninguna institución se sostiene. La honestidad y el esfuerzo, sin dejarse arrastrar jamás por la corrupción, son algo que se renueva siempre", dijo. 

La viuda del guardia civil Fermín Cabezas y su hijo reciben la cerrada ovación.

Los momentos más emotivos fueron aquellos en los que se vivieron esos silencios que, por su honda carga sentimental, se cortaban con cuchillo. El primero, el homenaje especial, con cerrada y prolongada ovación, a Fermín Cabezas, el guardia civil de tráfico fallecido este verano durante una persecución a narcotraficantes en el tramo barreño de la autovía. Su viuda e hijo recogieron entre lágrimas una placa conmemorativa. Rafael del Río Ruiz, policía nacional repentinamente fallecido, también recibió allá donde se encuentre el aplauso emocionado de todos los presentes dirigido a él y a la persona de su hermano, también agente y muy emocionado sobre el escenario.

Hubo ambiente de satisfacción por el trabajo bien hecho. A los primeros discursos oficiales les siguió la tradicional entrega de condecoraciones a los funcionarios policiales que han destacado en su labor profesional. 

Al comisario jefe de La Línea, Francisco López Matesanz, le había tocado abrir el turno oficial de palabras: "Hemos afrontado situaciones muy difíciles en los últimos años", dijo. Argumentó que realmente se había quebrado el principio de autoridad y respeto a la legalidad. La tarea fue recuperarlos entonces y mantenerlos ahora. "Los policías lo hemos demostrado y llevamos nuestra dedicación más allá de las horas de servicio", subrayó. 

Ejemplificó cómo un agente de la comisaría linense salvó a un ciudadano de morir ahogado por un trozo de carne en un restaurante de Medina Sidonia. Y otro caso: cinco agentes, también fuera de servicio en esos instantes, abortaron un transporte de droga a cargo de narcotraficantes.

Matesanz agradeció el apoyo de los familiares de los policías, el de miembros de otros cuerpos y fuerzas de seguridad y el del Ayuntamiento de La Línea representado en la mesa presidencial por su alcalde, Juan Franco. Él le sucedió en el atril del Florida: "Es verdad lo que dice el comisario. El principio de autoridad se ha restablecido. Quiero mostrar mi agradecimiento y el de toda La Línea por el trabajo que se está haciendo".

Franco recordó que busca terrenos para una nueva comisaría y su deseo de ahondar en tareas de coordinación con la Policía Local. 

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, afirmó que "la sociedad entera del Campo de Gibraltar agradece el trabajo de estos hombres y mujeres. Este año cuentan aún con más motivos para sentirse orgullosos. Conmemoramos el 195 aniversario de este cuerpo y el 40 de la incorporación de la mujer a sus filas. Somos ciudades amigas de la Policía Nacional. Si en algún lugar se quiere vilipendiar a este cuerpo, nuestra respuesta es como inaugurar una avenida con el nombre de l Cuerpo Nacional de Policía", añadió el munícipe algecireño.

El alcalde apoyó las reivindicaciones de mayores dotaciones humanas y técnicas para las dos comisarías que la Policía Nacional tiene en el Campo de Gibraltar. "Perdimos este año a tres buenos policías, tres servidores públicos. Allá donde estén seguirán siendo ángeles de azul y velarán por nosotros", finalizó. 

El himno del cuerpo puso fin a una mañana de emociones. Y fuera esperaban la calle y su dureza. El día a día.