Cuando el padre Pedro Gómez llegó a La Piñera hace más de 45 años poco podían imaginar sus vecinos el importante papel que iba a desempeñar el coadjutor de la parroquia del Espíritu Santo. Líder vecinal, luchador contra el narcotráfico, apoyo para los marginados y guía para los jóvenes, hoy, 45 años después, toda Algeciras reconoce a una de esas figuras sin las que no se comprende el devenir de una ciudad. El Ayuntamiento de Algeciras ha querido hoy reconocer en nombre de sus ciudadanos esa labor realizada por el padre Pedro con su nombramiento como Hijo Adoptivo de la ciudad, apoyado por todos los partidos por los evidentes méritos de quien, por encima de todo, es "una buena persona".

Así se ha destacado durante el Pleno en el que se ha aprobado el nombramiento, en el que se ha recordado la trayectoria del cura gaditano de nacimiento y algecireño de corazón. Desde aquel 1976 en el que participó en la creación de la que fue "probablemente la primera asociación de vecinos de Algeciras" a los 80, cuando la droga golpeó con fuerza esa zona de la ciudad y el sacerdote impulsó actividades de prevención y rehabilitación de los adictos sin dejar de denunciar la venta en la calle.

Estuvo tras el movimiento Scout en una de las zonas más humildes, en el germen de la movilización para conseguir la rehabilitación de La Piñera, creó la parroquia de Cortijo Vides e impulsó su asociación vecinal. Y durante 34 años ha compatibilizado su labor parroquial con la enseñanza de Religión en los institutos Isla Verde y Saladillo. Uno de sus proyectos más recientes es la Escuela de Música de La Piñera, donde niños que de otra forma no podrían tener acceso a una formación musical reciben clases todas las semanas. Y otro que no cesa de reivindicar es la construcción de un centro para personas mayores junto a la parroquia, donde hay una pista deportiva en desuso.

A lo largo de las dos últimas décadas, el padre Pedro ha recibido varios reconocimientos por esa labor, incluida la Medalla de la Virgen de la Palma. Pero faltaba este, el Hijo Adoptivo, el máximo que puede conceder la ciudad a una persona nacida fuera. Este que ahora se concede "al estimar que existen méritos relevantes" para ello, leía esta mañana el alcalde, José Ignacio Landaluce.

Con esta concesión se da además respuesta a las más de 3.000 personas que firmaron una petición para ello. El alcalde recogió las firmas de manos de una comisión formada, entre otros, por Salvador Marcet, quien fuese director del Colegio Los Pinos; Miguel Alberto Díaz, presidente de la coordinadora Barrio Vivo; Ángel Sáez, director de la Revista Almoraima; y responsables de las asociaciones de vecinos de La Piñera y Los Toreros y de las comunidades parroquiales del Espíritu Santo y Nuestra Señora de la Luz. Esta comisión ha expresado hoy su agradecimiento a la Corporación y "a todos los que lo han hecho posible: a las personas, entidades sociales, culturales y deportivas y empresas privadas que nos han prestado su respaldo". Desde la comisión se ha destacado especialmente el entusiasmo del alcalde por la propuesta desde el momento en que le fue formulada y se espera que "el próximo acto público en el que se proceda a la concesión del reconocimiento a Pedro Gómez sea el momento para expresarle públicamente nuestro afecto por parte de los algecireños".