El gaditano Pedro Gómez Mancilla, nacido en 1951, fue ordenado como sacerdote el 25 de diciembre de 1975. Formado en Cádiz, Sevilla y Salamanca, el 14 de enero de 1976 se incorporó a su primer destino, la parroquia del Espíritu Santo.

Contada así, la historia de Pedro Gómez Mancilla podría parecer algo ajena. Pero nada más lejos de la realidad. Es el padre Pedro, aquel primer destino es aún su destino y la parroquia del Espíritu Santo es la de La Piñera. El padre Pedro de La Piñera ha cumplido 40 años en la ciudad, en el barrio. Y por eso ayer, durante la misa, recibió una enorme sorpresa de sus amigos y de las muchas personas que le quieren. Sorpresa porque fue preparada con gran discreción. "No me he enterado hasta tres cuartos de hora antes", relataba ayer ufano.

El padre Pedro reconoció que había resultado "un momento gratificante", tanto como agradecido estaba, lo que expresó a todos los presentes, entre ellos el que fuera Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Varios amigos tomaron la palabra para destacar lo mucho que significa el sacerdote. Además tocó un trío de cuerda y quienes acudieron a la parroquia llevaron alimentos para Cáritas.

Prácticamente toda una vida ya en La Piñera, donde el padre Pedro, medalla de la Palma en 2011, se siente feliz. Señala que, claro, ha vivido momentos malos, como cuando empezó a pegar duro la droga, el paro o la frustración de un proyecto de rehabilitación del barrio que no se ha cumplido. Pero también tantos buenos, en una comunidad parroquial, explica, en la que está patente el compromiso cristiano de ayudar a los pobres y a las personas que necesitan asirse a una mano aliada.

Un día especial, un gesto por 40 años dedicados al prójimo.