Pide que no precinten el total de una parcela para atender a sus animales

La propietaria de una parcela, mediante la participación en divisas, de la finca Huerta La Aceitera en Botafuegos, cuya antigüedad data de 1896, tiene en su terreno -de clase rústico- un total de 57 gatos y 34 perros que ella misma cuida y mantiene con los más estrictos niveles de calidad . El pasado mes de mayo consiguió que su terreno, al cual accedió hace cinco años, fuera catalogado por la delegación provincial de Agricultura y Pesca como "refugio de animales de compañía".

La propietaria, María del Carmen, explicó a este diario que accedió a la parcela "para cuidar a mis animales porque había una casa vieja, antigua y entonces la he reformado", ya que además apuntó que para optar a núcleo zoológico debe existir una vivienda. La casa fue construida en 1959 y cuando adquirió la parcela le realizó los arreglos para vivir, entre ellos incluir gateras y perreras para asistir a las mascotas.

Actualmente Urbanismo pretende precintarle la parcela porque alega que se ha hecho una casa nueva allí, situación por la cual María del Carmen señaló que sólo se hicieron algunas reformas, si bien ahora solicita que no le impidan el acceso total al terreno, ya que necesita atender a sus animales. La dueña acudió ayer al Ayuntamiento para pedir el aplazamiento del precinto, especialmente por las mascotas.

Por otro lado, subrayó que "había una casa muy deteriorada de 1959 y además lo dice el Catastro", ya que cuenta con los informes sobre el bien inmueble en el que se le reconoce, antes de la última revisión, los datos del valor de la construcción, que ya desaparecen en la actualización del mes de abril de 2010.

"Me he venido de una zona urbanizable al campo con mis animales, ¿a dónde me voy?", explicó detallando que ha construido una fosa séptica homologada, "para que vean que no estamos haciendo nada malo en la naturaleza, al revés la estamos protegiendo y aparte no contaminamos". A su vez instaló un muro para delimitar la parcela que obtuvo los permisos del Ayuntamiento entonces. En definitiva, María del Carmen pide que no se le impida el acceso a sus animales, a los que cuida y alimenta.