Pesca y ciencia, de la mano por el atún
El Instituto Español de Oceanografía dispone de datos facilitados por las almadrabas para estudiar la especiel acuicultura El Instituto Español de Oceanografía está inmerso desde hace tres años en el proyecto Selfdott para domesticar el atún
Mientras los trabajadores de la almadraba de Tarifa preparan en tierra los aperos para iniciar las artes milenarias que cada año sacan del Estrecho los atunes que han dado nombre incluso a algún municipio en la costa de Cádiz, los políticos deciden qué cantidad de este pescado podrá pescarse este año.
La almadraba de Tarifa y las otras tres de la provincia de Cádiz están actualmente a la espera de que se publique la Orden Ministerial que dé a conocer la cuota total de capturas que tiene España y la que tendrán las almadrabas de la provincia de Cádiz, que probablemente no pasen de algo más de 600 toneladas, tras los traspasos entre artes y el intento de canges entre países.
El atún rojo es fuente de riqueza para muchas personas en la zona, por su captura, su venta y su estudio, y también fuente de debate entre los que opinan que la especie está esquilmada y los que apoyan unas artes de pesca, como la almadraba y la flota de mano del Estrecho, cuyos modos de trabajo están lejos de la pesca industrial.
Por otro lado, son muchos los que también dedican su vida a domesticar al atún rojo para evitar la desaparición de la especie. El Instituto Español de Oceanografía, organización para la que también trabajan las almadrabas aportando datos importantes para su estudio, está inmerso en el proyecto Selfdott desde hace tres años, en el que participan 13 instituciones y empresas de ocho países.
Los 30 investigadores que trabajan en este proyecto se reunieron hace unas semanas en Montpellier para exponer los resultados obtenidos en 2010, que pueden considerarse muy provechosos, ya que se logró el cierre del ciclo biológico en cautividad del bonito atlántico, la obtención de puestas espontáneas de atún rojo sin necesidad de implantes hormonales, la ampliación de la supervivencia larvaria hasta 110 días y, por primera vez a nivel mundial, la adaptación de juveniles de atún rojo a la cautividad en tanques en tierra.
Este año, el objetivo que las líneas de investigación persiguen son mejorar los resultados del cultivo larvario, con especial énfasis en la nutrición de las larvas. El proyecto Selfdott ha sido autorizado por la Comisión Europea para extenderlo hasta el 30 de noviembre de 2011. La acuicultura y la pesca artesanal trabajan para la supervivencia de este preciado pez, fuente de cultura.
Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com
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